19/2/14

Historia del cooperativismo entrerriano: Sociedad Cooperativa La Clerical

Por Ricardo César Bazán (Tec. Sup. en Cooperativismo)

Cuenta el compendio de cooperativas de 1921 que la Cooperativa La Clerical “fue fundada en la ciudad de Paraná el 14 de Octubre de 1920 a las 10 Horas en el salón de actos públicos del Seminario Conciliar, por iniciativa del clero entrerriano con motivo de la semana social celebrada por el mismo, en la primera reunión se designo a monseñor doctor Abel Bazán y Bustos como presidente provisorio y como secretario al Pbro. José Dobler, los fundadores de “La Clerical” fueron lo mas destacado del clero y civiles de reconocida reputación intelectual , como así también modestos vecinos de Paraná, ellos eran: José Finocchi, Carlos A. Arigós, José Joannas, José Dobler, Abel Bazán y Bustos, Nicolás De Carlo, Juan R. Alvarez Prado, Damián Errecart, José Leonelli, José Eberlé, Pedro Blason, Francisco del Maso, Ramón Elgart, Francisco Pausich, Andrés Sabater, Pedro Alumni, Estanislao Tipek, José Amill, Ángel P. Armelín, Juan Schneider, Nicolás D. Ángelo, José Noctker, Jorge Schrolder, Pedro Weber, Camilo Vázquez, Ángel Taquela, Manuel Baños, Juan Vilar, Jorge Jacob, Juan Jacob, Pedro Tibiletti, Manuel Boedo, Bartolome Grella, José Spugnardi, Miguel de Goucci, Joaquín Fernández, Julián Martínez, Indalalecio Cuena, Juan Grigolato, Elías Roselló, Juan B. Monti, Pedro D. Tibeletti, Gaspar Schaab, Luis Izaguirre, Juan Kropp, Miguel Seib, Conrado Heit, Ignacio Heit y Jorge Schoenfeld.
Mons. Bazán y Bustos
Por Superior Decreto de fecha 17 de noviembre de 1920 fueron aprobados los estatutos, como se detalla a continuación y reconocida como persona jurídica.
Art. 1- Se constituye en Paraná la ‘Sociedad Cooperativa Limitada “La Clerical’, con duración de noventa y nueve años a partir de la aprobación de sus estatutos.
Art. 2- La Sociedad se propone: a) Fomentar entre sus socios la ayuda mutua y la defensa solidaria de sus intereses morales y materiales: b) Estimular el ahorro; c) Abaratar la vida: d) Proporcionar crédito a sus socios: e) Organizar entre dichos socios el seguro de vida y el vitalicio.
Art. 3- De conformidad con su carácter estrictamente mutualista la sociedad excluye de su actividad toda operación de especulación y lucro. 
Su primer Consejo Directivo estuvo constituido por las siguientes personas: Presidente, Pbro. Doctor José Finocchi; vice Presidente doctor Dobler; secretario Pbro. Francisco Pausich; tesorero Pbro. doctor José Spugnardi; Vocales: doctor Juan R. Álvarez Prado, Manuel Baños, Pbro. Juan Martínez.”
Edificio del ex Seminario
Junta de Vigilancia: Monseñor Nicolás de Carlo y doctor Carlos A. Arigós. Sindico, doctor Juan Vilar.
David M. Merener cita en una conferencia pronunciada en 1951 al referirse a las cooperativas formadas en Entre Ríos que se habían reunido en congreso la “Cooperativa Agrícola Israelita de Basavilbaso”con ”La Comuna” del Circulo Obrero y con “La Clerical”, a pesar de que no habiendo normas en ese entonces que las encausaran ni ley que determinara su forma de actuar, y que los principios de Rochdale no habían sido interpretados por igual, lo que se comprobaba con el análisis de sus estatutos y en la propia denominación que se daban.
El salón de actos públicos del Seminario donde se fundó la cooperativa, nos ilustra el Profesor de Historia Alberto Ferreyra Casco que es hoy el actual edificio ocupado por la Universidad Nacional de Entre Ríos ubicado en calle La Rioja y Urquiza.

Material Consultado:
Ofelia Sors, Paraná-Dos siglos y cuarto de su evolución urbana, 1730-1955.
David M. Merener-El movimiento cooperativo en Entre Ríos (1951)
Abel Bazán y Bustos-Correspondencia y Archivos Arzobispado de Paraná
Compendio-“Las Cooperativas de la Provincia de Entre Ríos”. (1921)
Libro de Oro de Paraná-Archivo María Lourde Cura.
Foto de Seminario y de Monseñor Abel Bazán y Bustos.

14/2/14

Los Scalabrini

Por Rubén Bourlot (publicado originalmente en la revista Orillas)

El apellido Scalabrini tiene fuertes vínculos con nuestra provincia. Un Scalabrini cruza los mares y se afinca en estas tierras en la segunda mitad del siglo XIX para buscar fósiles de mamíferos. El otro la visita cada tanto para medir tierras.
Pedro Scalabrini trae en sus alforjas italianas las ideas novedosas de la época en el continente europeo, el positivismo comteano. Pronto se hace un lugar en la comunidad intelectual de la provincia, se incorpora a las cátedras de la Escuela Normal de Paraná y se constituye en un pensador influyente.
Raúl, que es Scalabrini pero también Ortiz, se va a Buenos Aires para cursar estudios de agrimensura.
Pedro deja en Paraná su legado intelectual y una colección de fósiles que será el germen del museo de Ciencias Naturales de la Provincia, fundado junto a Juan Bautista Ambrosetti. Pedro escarba la tierra; Raúl la mide.
Casado con una paranaense, Ernestina Ortiz, Pedro se traslada a Corrientes para continuar su labor educativa. En la provincia taragüí nace Raúl, en 1898.
Al frente del Consejo General de Educación de Entre Ríos, Pedro promueve una reforma de los planes de estudio en las escuelas normales para que se le dé mayor cabida a las materias de historia y geografía argentina, instrucción cívica e idioma y literatura nacional. Todo un adelantado este Pedro. De esa madera brota Raúl.
Raúl, el agrimensor, pronto se vincula con la intelectualidad de Buenos Aires, donde se establece. Además de medir tierras - lo que le otorga el sustento económico - se dedica al periodismo, a la filosofía y a las letras. El premiado ensayo El hombre que está solo y espera, de 1931, constituye un éxito editorial que lo consagra en los principales círculos literarios de la metrópolis. Los diarios y revistas más importantes no ahorran espacio para comentar la producción intelectual de este prometedor prosista de Corrientes y Esmeralda.
La década del 30, la infame, despierta en Raúl otras preocupaciones: política, economía e historia. Participa de la revolución irigoyenista de 1933 que tiene repercusiones en nuestra provincia junto a Gregorio Pomar, Arturo Jauretche, los hermanos Kennedy y otros, lo que le vale su detención. En 1934 se casa con una paranaense de reconocida familia: Mercedes “Mecha” o “Memé” Comaleras, y debe hacerlo esposado y acompañado por la policía, antes de partir al exilio. De retorno de Europa empieza a descubrir la trama de la dependencia del país y el papel de Gran Bretaña en la economía nacional. Traba amistad con los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta, entrerrianos, nacionalistas y fundadores del revisionismo de nuestra historia. Acompaña al grupo que en 1935 funda FORJA (Fuerza de Orientación Radical del la Joven Argentina). A partir de ahí comienza la saga de publicaciones donde analiza la situación del país desde un punto de vista original: Política Británica en el Río de la Plata, Los ferrocarriles, factor primordial de la independencia nacional, El petróleo argentino, entre otros varios trabajos. Cuando estalla la Segunda Guerra Europea, desde su modesto diario Reconquista sostiene la posición de neutralidad de la Argentina frente la apabullante propaganda pro intervencionista a favor de Inglaterra y sus aliados.
El Scalabrini que hurga en las raíces de nuestra dependencia diluye al escritor mimado de Buenos Aires y ornado por los oropeles de la crítica literaria de los grandes diarios. Arturo Jauretche dice que ahí se inicia “la conspiración del silencio” para el escritor y periodista.
Acompaña desde los primeros instantes la emergencia del peronismo junto al futuro gobernador de Entre Ríos, Héctor Maya. Ambos vienen de la militancia forjista. Nunca ocupa cargo público alguno no obstante su influencia intelectual dentro del nuevo proceso político al que define como “el subsuelo de la patria sublevada”. Desde el llano fogonea la recuperación de los ferrocarriles y publica en 1946 Los ferrocarriles deben ser del pueblo argentino; toda una definición. Se dice que a partir de esas posiciones nacionales, y fundamentalmente de su adhesión al peronismo se enemista con la familia Comaleras de Paraná.
Tras el golpe de 1955, escribe en la legendaria revista Qué donde sigue con su prédica indeclinable y en 1958 se encuentra al frente de la publicación auspiciada por el nuevo gobierno que encabeza Arturo Frondizi. A los pocos meses, cuando el gobierno suscribe los polémicos contratos petroleros, renuncia y deja constancia de su posición en un artículo titulado "Aplicar al petróleo la experiencia ferroviaria".
Fallece el 30 de mayo de 1939, triste y olvidado. Arturo Jauretche despide sus restos en el cementerio "…Tú sabes que somos vencedores…vencedores en esta conciencia definitiva que los argentinos han tomado de lo argentino. Por eso hemos venido, más que a despedirte, a decirte: ¡Gracias, Hermano!"


Fuentes:
Orsi, René, Jauretche y Scalabrini Ortiz, Ed. Peña Lillo, 1985