30/6/09

El tren histórico del Ferroclub Villa Elisa

Por Rubén Bourlot

Una de las primeras iniciativas tendientes a la recuperación de los trenes en la provincia fue la del Ferroclub Central Entrerriano de Villa Elisa, que en 1994 recobró una locomotora modelo 1928 que estaba arrumbada en el puerto de Concepción del Uruguay. La misma solía funcionar a vapor y fue utilizada por la empresa petrolera Shell hasta 1989. En la actualidad cuenta con un motor diesel y fue restaurada por el Ferroclub en los galpones de la estación. Los dos vagones con los que cuenta, fueron reconstruidos conservando el estilo de la época, tienen una capacidad para 44 personas, bar y baño, al 1º se lo denominó “1094”, por ser habilitado en octubre de 1994, y el 2º “1195”, por ser habilitado en noviembre de 1995. La locomotora lleva el Nº “10594”en homenaje a fecha de creación del Ferroclub (10 de mayo de 1994).

Actualmente el Ferroclub explota con fines turísticos la línea entre Villa Elisa y Caseros con una combinación en colectivo al Palacio San José y de Villa Elisa con Arroyo Barú haciendo circular la antigua locomotora.

El Ramal Ferroviario que une las localidades de Villa Elisa con Caseros, fue inaugurado el 21 de julio de 1907, con una extensión de 36 Km., con dos poblaciones intermedias Pronunciamiento y 1º Mayo. Esta línea Férrea se comenzó a construir a fines de diciembre de 1905, el contratista de la misma fue el Sr. Benito Gustavino, los galpones y los tanques de agua fueron realizados bajo la dirección del Sr. Alejandro Passina quién dio por concluidas las obras en mayo de 1907.

Por iniciativa del Ferrocarril Central Entrerriano, la estación fue habilitada al tráfico en 1907 cuando solo se extendía de Villa Elisa a Caseros. Para el año 1910, en medio de decenas de proyectos que hablaban de tender vías por todos lados, se empezó a plantear la extensión del ramal desde Villa Elisa a la Fabrica Colón (actual Pueblo Liebig), a Jubileo o San Salvador, según las 3 iniciativas que se contemplaban posibles. Finalmente se decidió por la opción Villa Elisa - San Salvador y en 1912 quedo habilitada esta prolongación hasta la actual capital del arroz. Tres años más tarde fueron fundadas las estaciones de La Clarita y Arroyo Barú.

La mayor actividad en la estación “ELISA” se registró desde fines de la década del 20 hasta fines de los 60. Durante muchos años el tren fue el único medio para transportar la hacienda, las aves o la cosecha que se vendía a compradores de afuera a la vez que se usaba para traer alimentos, ropa, muebles y herramientas que surtían a los almacenes de la Villa.

En la primera década era común ver a los troperos que llegaban arreando cientos de animales desde la Suiza, Santa Rosa o La Matilde para embarcarlos en algún expreso de 20 o 30 vagones que salía al día siguiente. Las tropas se amontonaban en los caminos y campos cercanos, mientras los troperos hacían guardias de a caballo, sin importarles las inclemencias del tiempo. También solían llegar los colonos con sus carros repletos de bolsas de trigo o lino, de cajones de huevos o de jaulas con aves. Además todos los días pasaba un coche motor que le permitía a la gente del pueblo viajar de un lado a otro.

Después de una larga agonía, el 31 de julio de 1980 fue levantado el ramal y la estación "ELISA”, como las otras, se quedo sin trenes.

Fuente: http://www.elisanet.com.ar/ferroclub/trenhis.htm, acceso: 19 de junio de 2009.

4/6/09

Osvaldo Magnasco y la reforma educativa


Por Rubén Bourlot
Osvaldo Magnasco nació en Gualeguaychú y estudió en el histórico Colegio del Uruguay. Fue un destacado jurista, ocupó bancas en el Congreso de la Nación representando al Partido Autonomista Nacional, donde se destacó con su oratoria y tuvo un destacado papel en la investigación sobre el funcionamiento de los ferrocarriles privatizados.
Durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca (1894 – 1904) fue nombrado Ministro de Instrucción Pública. Desde ese cargo elaboró un proyecto de reforma educativa para sustituir el sistema implementado a partir de la Ley 1.420, sancionada precisamente, durante la primera presidencia de Roca (1880 – 1886). Consideraba Magnasco que el sistema universalista, enciclopédico y verbalista no respondía a las necesidades de la época, cuando el desarrollo del país necesitaba de más profesionales y técnicos para diversificar su economía que hasta el momento se sustentaba en las exportaciones de carnes y granos.
Su propuesta implicaba sustituir los bachilleratos comunes por un sistema de colegios secundarios descentralizados que respondieran a las características de cada región, con una considerable reducción de los contenidos humanistas, como la enseñanza del latín. Proponía en cambio incorporar “nociones elementales de trabajo agrícola, de trabajo y dibujo industrial y de química aplicada a nuestras principales industrias".
Pero no tuvo suerte con su audaz iniciativa. Los sectores influyentes de Buenos Aires, que concebían a la educación secundaria como mera preparatoria para el acceso a la universidad, reaccionaron rápidamente con una campaña de descrédito para Magnasco. El diario La Nación, representante del mitrismo opositor a Roca, se opuso a la reforma y lanzó denuncias contra el ministro. La misma actitud adoptó el diario La Prensa. La Iglesia también reaccionó negativamente ante la abolición del latín. Qué ironía la del sector clerical que en 1886 se opuso a la Ley 1.420 por establecer la educación laica, ahora la reivindicaba para oponerse a su reforma.
El operativo de desprestigio llegó al Congreso, donde un sector importante del propio roquismo se opuso a la sanción del proyecto. Ante estos hechos, el presidente Roca hizo renunciar a su ministro.
Y no es casual que hoy estemos debatiendo y tratando de “resignificar” el secundario que en las últimas décadas no ha dejado de deteriorarse, a pesar de las dos leyes que se sancionaron en pocos años. Tal vez si releemos un poco las ideas de Magnasco podríamos encontrar el rumbo.

Empresas de la economía social

Sus Comienzos desde la Confederación Argentina
Por Ricardo Cesar Bazan
Tec.Sup. en Cooperativismo

Paraná es la Cuna de la Cooperación Argentina y una de las pioneras en la creación de empresas que hoy llamamos de la economía social ya que hace 151 años (1858) empezó a funcionar en Paraná la primera cooperativa del país, la misma se llamo Panadería Del Pueblo y que según publicaciones de época encontrados en los archivos del Dr. Oscar Tavani Perez Colman deducimos que la misma fue fundada en 1855, apenas dos años de haber sido jurada la Constitución de la Confederación Argentina.
En investigaciones que realizamos en la Hemeroteca del Congreso de la Nación hallamos que dicha cooperativa realizaba sus asambleas en el Club Socialista hoy predio ocupado por el Banco Credicoop y la Cooperativa Institucional en calle Urquiza.
En 1859 fue fundada en la ciudad de Paraná una de las primeras mutuales en la Provincia de Entre Ríos nos referimos a la Sociedad Española que este año cumplió 150 años de su fundación y que actualmente se encuentra en actividad.
El 1 de Mayo de 1861, un núcleo de residentes franceses se reúnen en esta capital a fin de fundar una sociedad, dando origen a la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos, formándose la comisión directiva bajo la presidencia del Baron de Viel Castel.
Un núcleo de patriotas italianos residentes en Paraná, se reunieron en sesión para formar la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos “La Unión y Beneficencia”, un 10 de Abril de 1864.
En 1865 empieza a funcionar otra cooperativa, la misma era de apicultura y se llamo El Colmenar Paranaense, funciono en lo que hoy es el predio del Colegio Nacional.
En el libro “Historia de una Mutualidad Entrerriana - Ochenta Años de Acción de la Sociedad de Socorros Mutuos “Unión Suiza”-1891-1973, se comenta que “en Paraná a fines de 1891, existían nada menos que 25 sociedades de beneficencia y de socorros mutuos, con un total de 3260 asociados, mas o menos el 11 % de la población total, se remite esta publicación a una obra ilustrativa titulada “La Provincia de Entre Ríos”impresa en 1893, donde se citan las siguientes sociedades: “Sociedad Italiana Unione e Benevolenza”(con 350 socios), “Sociedad Italiana Operai Italini”(con 150 socios) , Sociedad Italiana Italia Meriodionale”(con 98 socios) , “Sociedad Española de Socorros Mutuos”(con 330 socios) , “Sociedad Argentina Smiles”(con 110 socios),”Sociedad Francesa”(con 90 socios), “Sociedad Alemana” (con 80 socios), “Sociedad Helvética”(con 50 socios), “Sociedad Masónica”(con 300 socios), “Sociedad Postal Telegráfica”(con 53 socios), “Sociedad Esmeralda”(con 150 socios), “Sociedad Centro Italiano”(con 125 socios), “Sociedad Primera Argentina”(con 57 socios), “Sociedad Austro - Húngara”(con 203 socios), “Sociedad de Beneficencia”(con 340 socios), “Sociedad Hermanas de los Pobres”(con 167 socios), “Sociedad Club de Gimnasia y Esgrima”(con 250 socios), “Sociedad El Porvenir”(con 30 socios), “Sociedad Juventud Unida”(con 30 socios), “Sociedad Bartolomé Mitre” (con 60 socios, “Sociedad Filantrópica Normal”(con 80 socios), “Sociedad Esteban Echeverría”(con 40 socios), “Sociedad Mariano Moreno (con 45 socios), “Sociedad Sarmiento”(con 60 socios), “Sociedad Froebeliana Argentina”(con 57 socios) “Club de Regatas”(con 12 socios)
En 1888 es fundada la Cooperativa de Alumbrado a Gas del Paraná, hoy su edificio es conocido como la Vieja Usina.