Por Rubén Bourlot
Osvaldo Magnasco nació en Gualeguaychú y estudió en el histórico Colegio del Uruguay. Fue un destacado jurista, ocupó bancas en el Congreso de la Nación representando al Partido Autonomista Nacional, donde se destacó con su oratoria y tuvo un destacado papel en la investigación sobre el funcionamiento de los ferrocarriles privatizados.
Durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca (1894 – 1904) fue nombrado Ministro de Instrucción Pública. Desde ese cargo elaboró un proyecto de reforma educativa para sustituir el sistema implementado a partir de la Ley 1.420, sancionada precisamente, durante la primera presidencia de Roca (1880 – 1886). Consideraba Magnasco que el sistema universalista, enciclopédico y verbalista no respondía a las necesidades de la época, cuando el desarrollo del país necesitaba de más profesionales y técnicos para diversificar su economía que hasta el momento se sustentaba en las exportaciones de carnes y granos.
Su propuesta implicaba sustituir los bachilleratos comunes por un sistema de colegios secundarios descentralizados que respondieran a las características de cada región, con una considerable reducción de los contenidos humanistas, como la enseñanza del latín. Proponía en cambio incorporar “nociones elementales de trabajo agrícola, de trabajo y dibujo industrial y de química aplicada a nuestras principales industrias".
Pero no tuvo suerte con su audaz iniciativa. Los sectores influyentes de Buenos Aires, que concebían a la educación secundaria como mera preparatoria para el acceso a la universidad, reaccionaron rápidamente con una campaña de descrédito para Magnasco. El diario La Nación, representante del mitrismo opositor a Roca, se opuso a la reforma y lanzó denuncias contra el ministro. La misma actitud adoptó el diario La Prensa. La Iglesia también reaccionó negativamente ante la abolición del latín. Qué ironía la del sector clerical que en 1886 se opuso a la Ley 1.420 por establecer la educación laica, ahora la reivindicaba para oponerse a su reforma.
El operativo de desprestigio llegó al Congreso, donde un sector importante del propio roquismo se opuso a la sanción del proyecto. Ante estos hechos, el presidente Roca hizo renunciar a su ministro.
Y no es casual que hoy estemos debatiendo y tratando de “resignificar” el secundario que en las últimas décadas no ha dejado de deteriorarse, a pesar de las dos leyes que se sancionaron en pocos años. Tal vez si releemos un poco las ideas de Magnasco podríamos encontrar el rumbo.
Durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca (1894 – 1904) fue nombrado Ministro de Instrucción Pública. Desde ese cargo elaboró un proyecto de reforma educativa para sustituir el sistema implementado a partir de la Ley 1.420, sancionada precisamente, durante la primera presidencia de Roca (1880 – 1886). Consideraba Magnasco que el sistema universalista, enciclopédico y verbalista no respondía a las necesidades de la época, cuando el desarrollo del país necesitaba de más profesionales y técnicos para diversificar su economía que hasta el momento se sustentaba en las exportaciones de carnes y granos.
Su propuesta implicaba sustituir los bachilleratos comunes por un sistema de colegios secundarios descentralizados que respondieran a las características de cada región, con una considerable reducción de los contenidos humanistas, como la enseñanza del latín. Proponía en cambio incorporar “nociones elementales de trabajo agrícola, de trabajo y dibujo industrial y de química aplicada a nuestras principales industrias".
Pero no tuvo suerte con su audaz iniciativa. Los sectores influyentes de Buenos Aires, que concebían a la educación secundaria como mera preparatoria para el acceso a la universidad, reaccionaron rápidamente con una campaña de descrédito para Magnasco. El diario La Nación, representante del mitrismo opositor a Roca, se opuso a la reforma y lanzó denuncias contra el ministro. La misma actitud adoptó el diario La Prensa. La Iglesia también reaccionó negativamente ante la abolición del latín. Qué ironía la del sector clerical que en 1886 se opuso a la Ley 1.420 por establecer la educación laica, ahora la reivindicaba para oponerse a su reforma.
El operativo de desprestigio llegó al Congreso, donde un sector importante del propio roquismo se opuso a la sanción del proyecto. Ante estos hechos, el presidente Roca hizo renunciar a su ministro.
Y no es casual que hoy estemos debatiendo y tratando de “resignificar” el secundario que en las últimas décadas no ha dejado de deteriorarse, a pesar de las dos leyes que se sancionaron en pocos años. Tal vez si releemos un poco las ideas de Magnasco podríamos encontrar el rumbo.
la web2.0 pero con piso de tierra y de techo el cielo
ResponderEliminarMira esta historia a mis 58 años la vivi con cada gobierno y tantas veces...
Pero algo siempre me quedo en claro .
Mas alla de los saco y corbata , teoricos representantes de la educacion de escritorio
donde cada proyecto se muere en otoño y siempre renace en verano con otro gobierno
deberian un dia , cerrar el manual del politico feliz y de vez en cuando , darse una vueltita
por las escuelitas del interior del pais y siempre sera para usted señor...
la misma realidad .
Alta la bandera y la comida es la escuela
y la web2.0 pero con piso de tierra y de techo el cielo .
y asi rueda la rueda chueca
Año tras año ...
Dime que es lo que quieres escuchar
y te lo diré....
Dime si quieres la verdad
y callare...
Jaker2 ( Vnicolav Chp3ovak )
( todas mis editoriales las encuentran en Google solo colocar , Jaker2)
Hasta el momento todo parece indicar que es como Ud. lo dice. Pero no hay que perder las esperanzas.
ResponderEliminarSOY UNA ESTUDIANTE DE SECUENDARIO CASUALEMTE ME ENCUETRO EN 5TO Y ESTAMOS ESTUDIANDO LOS PROGRESOS POR LOS QUE PASO LA EDUCACION, AL IGUAL QUE QUIENES SE HAN MOVIDO PARA REALIZAR CAMBIOS EN LA MISMA... DESDE MI PUNTO DE VISTA, LO QUE PLANTEO MAGNASCO,ES MUY ACERTADO Y TAL VEZ SI HOY SE ANALIZARIA CON MAS PROFUNDIDAD LOS PROCESOS DE ESTA ACTIVIDAD, LA EDUCACION SERIA TOTALMENTE OTRA, Y SUPONGO NO ESTARIAMOS EN LAS CIRCUNTANCIAS EN LA QUE NOS ALLAMOS HOY, LOS PROFESORES NO HARIA "PAROS", Y PENSARIAN MEJOR EN QUE DEBEN DESARROLLAR SU OFICIO CON ORGULLO, Y PONIENDO ATENCION EN QUE EL ALUMNO ES QUIEN DEBE APRENDER AHORA, SIN PRESTAR TANTA ATENCION EN ELLOS MISMOS, DEBERIAN DEJAR A UN LADO ESA FORMA DE RECLAMO Y TRATAR DE BUSCAR OTRA; POR EJEMPLO; EN EL COLEGIO EN EL QUE CONCURRO, HAY UN PROFESOR QUE NO REALIZA PARA, UN DIA LE PREGUNTAMOS A QUE SE DEBIA, Y RESPONDIO FIRMEMENTE QUE PARA ÉL, HAY OTRAS FORMAS DE RECLAMAR, YA QUE DE ESA FORMA LO ÚNICO QUE LOGRABAN ERA PERJUDICARNOS A NOSOTROS, LOS ESTUDIANTES... CONCLUYO SU FRASE DICIENDO QUE EL PROPONIA POR EJEMPLO QUE COMO MEDIDA DE RECLAMO, SE DICTARA CLASES FUERA DEL SALON DE CLASE, ASI DE ESA MANERA DE UNA FORMA U OTRA, PARTICIPARIAMOS NO SOLO LOS ALUMNOS Y LOS PROFESORES, SINO QUE LO PODRIAN VER LOS DEMAS...
ResponderEliminarME ASOMBRA, LOS CAMBIOS QUE SUFRIO LA EDUCACION,ES IMPRECIONANTE, ANTES SE MOVILIZABAN PARA BUSCAR LA POSIBILIDAD DE QUE TODO CHICO RECIEBIERA EDUCACION, SE BUSCO TODOS LOS MEDIOS. Y HOY... HOI HAY CHICOS QUE LOS PROPIOS PADRES LOS MANDAN A TRABAJAR... ES ALGO INCREIBLE LO MAL QUE ESTA LA MISMA HOI EN DIA SI CONTINUAMOS ASI, NO LLEGAREMOS MUY LEJOS,. DEBERIAMOS ENFATIZAR MAS SOBRE EL TEMA...
GRACIAS... DESDE CHAJARI ENTRE RIOS--
P/D .. SI ALGUIEN PUEDE HACER ALGO PARA BUSCAR UN MEJOR PROGRESO , NO LO DUDE..
Muy interesantes estas reflexiones de una joven. Si dudas es obligatorio para quienes ya tenemos nuestros años enla actividad escuchar la opinión expresada con frescura y desprejuicio de los jóvenes. Sin dudas que hay esperanzas de que se realicen los sueños que tuvieron hace un siglo nuestros mayores como Magnasco o el mismo Sarmiento, con sus desaciertos y arrebatos. Que la utopía no se pierda.
ResponderEliminarEl trasfondo político del proyecto de Magnasco era el de mantener el status quo de una clase terrateniente que se enriquecía con el sistema agroexportador. Perpetrar al país como mero exportador de materia prima sin posibilidad de desarrollo industrial y mantener la división de países desarrollados y subdesarrollados era la idea de este proyectillo. No se cuan acertado estaba... depende del lado que lo miremos. Saludetes.
ResponderEliminarSin posibilidad de desarrollo industrial? Por lo que leo quería fomentarla:
ResponderEliminarProponía en cambio incorporar “nociones elementales de trabajo agrícola, de trabajo y dibujo industrial y de química aplicada a nuestras principales industrias".
NO respondí es su momento el comentario de Pau, pero la queda claro que el proyecto de Magnasco era precisamente todo lo contrario de lo que sostiene. Quienes querían mantener el status quo y el modelo agroexportador fueron los que conspiraron contra la reforma y terminaron provocando la renuncia del ministro y la cancelación del proyecto. Creo que necesita una lectura correcta del mismo para develar los intereses en pugna. No todo era uniforme como pretender decirnos desde ciertas posturas históricas que utilizan categorías maniqueas e impiden el sano debate de ideas.
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