19/5/18

La pluma de un bohemio*

Por Rubén Bourlot

Uno de los precursores del periodismo pueblerino fue Claudio Premat, nacido en la colonia San José en 1888. Y decimos periodismo pueblerino a modo de elogio a esas personas que sirvieron a su localidad con un oficio poco reconocido, particularmente en lo monetario, y muchas veces, tal vez por pruritos o por razones de seguridad, escondido detrás de su seudónimo. Sí, peligroso el oficio de periodista en aquellos tiempos de plumas incisivas y de armas llevar.
   Y un bohemio que conoció el mundo y su gente. Adolfo Golz, periodista de Paraná, llegó a conocerlo en su casa rodeado de papeles y cartas de figuras del periodismo y de las letras. “Se solía cartear con Belisario Roldán”, el reconocido poeta, dice Golz. También con Delio Paniza y Leoncio Gianello, que le escribió un poema en 1926: 


A Claudio Premat

El caballero de los caballeros,
Don Quijote, no ha muerto todavía:
ayer lo vislumbró mi fantasía
siguiendo su matanza de carneros... 

Con el dulce dolor de los sinceros
iba triste y cansado por la vía;
y Sancho, bostezando, lo seguía
bajo la blanca luz de los luceros!

Y el señor de los locos desatinos,
creyendo combatientes los molinos
que se alzaban altivos en su alarde

fue corriendo el camino, lento paso
mientras el sol moría en el Ocaso
como un largo suspiro de la tarde!


“Escritor, periodista, poeta: así lo conoció la Colonia San José y lo distinguió entre sus hijos intelectuales”, así lo caracteriza Celia Vernaz. El tronco de su familia estaba en Saboya, comuna de Seytroux. Descendía de Juan Pedro Premat, casado con María Luisa Pascal.
“Terminado sus estudios primarios – continua el texto de Vernaz -, recorrió las aulas del Histórico Colegio de Concepción del Uruguay. Es indudable que gran parte de su formación se cimentó en este recinto educativo que tantas personalidades forjara. Entre los años 1904 y 1907 pulió las facetas más diversas del intelecto. Fue traductor de autores clásicoso como Víctor Hugo y se volcó a la escritura poética. Canta a los niños, a la palabra, a la distancia, y también a Matilde, a María y a Inés”.
Pleno de inquietudes y proyectos, visitó Europa, donde conoció parientes y ganó amigos. Su biblioteca se fue poblando de Historias Universales, clásicos griegos y latinos, Anatole France, Chateaubriand, Nietzche, Kant, Descartes, Poincaré, Schopenhauer, Musset, Lamartine, todo un mundo dilecto de escritores en lenguas diversas, pero especialmente en francés, junto a los grandes talentos de la ciencia española. También reunió las novelas más célebres, tratados y ensayos. En 1915, entregado de lleno al estudio y a las letras, elaboró una obra básica para la historia lugareña: Los Pionners de la colonización entrerriana - La Colonia San José 1857 - Julio 2 -1915.
Fue un periodista apasionado y audaz a veces, con rápida captación de situaciones; otras, sereno, moderado, casi maestro y moralizador. A través de las columnas de "El Pueblo", el órgano sanjosesino de varios años nutrido por su pluma, desplegó dotes de hábil relator. Gozó con el dardo político y satírico manteniendo en primer plano la tensión de una campaña electoral; valiente, supo poner "el dedo en la llaga" de cada funcionario público; auscultó en la sociedad el dolor y la alegría. Polémico y vital, su periódico fue el reflejo de una personalidad brillante y batalladora. Usó como seudónimo el nombre de Marcial Rivas. 
Suelto escrito en El Pueblo
El periódico sale a la palestra en 1914, acompañado por Rafael Martí, con información local, nacional e internacional, particularmente sobre la primera guerra mundial.  "El Pueblo» discontinuó su publicación entre 1916 y 1922, año que reapareció con la redacción  exclusiva de Claudio Premat. 
“Lo caracterizaba un estilo frontal, no exento de ironía, censor del juego clandestino; intolerante con todo lo que se apartara de una conducta transparente en el desempeño de la función pública, lo hicieron acreedor a rótuIos que tendían a desprestigiarlo”, dice Héctor Guionet.
 Al dividirse la Unión Cívica Radical entre antipersonalistas e Yrigoyenistas, Claudio Premat se alineó junto a estos últimos y confirió ese perfil a "El Pueblo». Cabían en la hoja sanjosesina tanto artículos para intelectuales como noticias policiales o murmuraciones de discutida veracidad que ponían en ebullición los ánimos de los pobladores de la Villa.
También colaboró con otros periódicos de la zona como "El Orden" utilizando innumerables seudónimos, como aquel Marcial Rivas “que siempre estuvo en la pesca de los yerros para mostrarlos en la cálida luz de su mirada escudriñadora”, dice una crónica, y también en el decano “El Entre Ríos” de Colón. Pero sus inquietudes fueron más allá de lo periodístico. Estuvo vinculado a varias instituciones de bien público, planificó la construcción de casas económicas para alquilar, que eran conocidas como “las casitas de Premat”, y cultivó una vida vegetariana que lo hacía más incomprendido aún.
Murió el 18 de octubre de 1962, en su ciudad su ciudad natal, cuna de sus desvelos.
 “Claudio Premat pudo ser un gran escritor – expresa el diario “El Orden” con motivo de su muerte -. Tenía fuerza y talento como para brillar en el periodismo nacional. Pero quiso el silencio provinciano y se despojó del oropel que otros persiguen con ansiedad. Su propia vida bohemia, el callado secreto en que vivió sus últimos años, entre sus viejos diarios, sus libros predilectos y el infaltable mate criollo de las charlas luminosas, configuran una actitud meditada, sabiamente meditada, en quien tenía títulos para brillar en cualquier escenario”.

Fuentes: 
Celia E. Vernaz, Figuras representativas de la colonia San José, Colmegna, Santa Fe, 1983
Héctor Norberto Guionet, Inmigrantes: La colonia San José y testimonio orales de Adolfo Golz de Paraná y David Rougier de Villa Elisa. 
* Publicado originalmente en la revista Orillas.

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