31/8/17

Los trenes silenciosos

Por Rubén Bourlot

Esta nota fue publicada en Semanario Hoy, regional, de Concepción del Uruguay, mayo de 1987, antes de la nueva redada ferroviaria del menemismo. Hoy cobra actualidad ente la reciente publicación del Decreto Presidencial N ° 652/2017 por el cual se delega en el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, la facultad de clausurar ramales ferroviarios en forma definitiva y proceder al levantamiento de vías y demás instalaciones ferroviarias. Asimismo los medios informan que a partir del 25 de agosto se suspende el servicio entre la estación Los Amores (Santa Fe) y Cacui (Chaco) que es precisamente el ramal que pasa por Charadai, localidad a la que hace referencia la nota.

El título de la nota no hace alusión a los veloces ferrocarriles japoneses que se caracterizan además por su escaso nivel de ruido. Estos ejemplares están aquí, muy cerca, y permanecen tan silenciosos como quietos. Son los trenes, o lo que queda de ellos, depositados en la estación de Charadai, un pequeño pueblo del sur chaqueño, en la línea del F.C. General Belgrano. Esta es una historia que comenzó con el siglo.
Trenes y La Forestal
Esta línea de Resistencia a Retiro tuvo su origen en el F.C. de Santa Fe que tenía su punta de rieles en La Sabana, pocos kilómetros al norte del actual límite con Santa Fe, y que servía casi exclusivamente a los intereses de la Compañía Forestal, explotadora de los inmensos quebrachales del noroeste argentino. Ya iniciado el siglo los rieles avanzaron hasta Resistencia, y desde la estación Charadai se construyó un ramal a Villa Ángela, convirtiéndose éste en la vía natural para trasladar la producción algodonera de la pujante localidad.
Estación Charadai
La prosperidad de esta línea se incrementó al nacionalizarse los ferrocarriles, poniendo coto a los manejos tarifarios que efectuaba impunemente La Forestal para favorecer sus intereses. Charadai se convirtió en nudo ferroviario y en el lugar se levantaron talleres para la reparación de máquinas y vagones , creando . un polo de concentración poblacional significativo para el sur del Chaco, con una bajísima proporción de habitantes por kilómetro.
La decadencia
Pese a todo, y contra la opinión generalizada, comenzó la destrucción de la obra.
Ya en la década del '60 se inició la desactivación del ramal a Villa Ángela, dejándola sin este imprescindible transporte para su producción, no obstante los reclamos de los trabajadores ferroviarios que, incluso llegaron a efectuar un estudio económico demostrando la rentabilidad del mismo y propusieron la constitución de una cooperativa para explotarlo.
Transcurridos algunos años, al irrumpir el gobierno del "Proceso" se produjo el levantamiento de los talleres dejando "en la vía" a numerosos trabajadores y trasladando a otros. Esta última medida significó para Charadai una considerable pérdida de población , siendo la localidad que más decreció entre los censos de 1970 y 1980. De casi 4.000 habitantes censados en el primero solo quedaron 1.000 en 1980. Como consecuencia de esta situación se redujo el mantenimiento de máquinas y vías, quedando éstas en una situación deplorable.
El lento viaje
Actualmente el tren que cotidianamente cubre el tramo entre Resistencia y Vera (Santa Fe) es el único medio de transporte para una decena de localidades, los caminos son de tierra y cuando llueve se convierten en fangales.
El trencito con su vetusto vagón de pasajeros, ¡o sólo el furgón de cola cuando no hay vagones! , avanza zarandeándose por los rieles a un promedio de 6 horas los 100 kilómetros, siempre y cuando alguna vaca no interrumpa su loca carrera.
Y en Charadai permanecen vagones y máquinas silenciosas como testigos mudos de una pasada gloria, esperando una sepultura indigna en alguna fundición de hierro viejo.

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