19/8/17

Macartismo a la entrerriana*

Por Rubén Bourlot

Los primeros meses de 1958 eran políticamente agitados. Después de tres años, se volvían a normalizar las instituciones constitucionales. Para febrero las autoridades de facto habían convocado a elecciones generales en el país y la provincia. Con el peronismo proscripto, la fuerza con mayores expectativas de triunfo era el radicalismo, que en esta oportunidad iba dividido en la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) y al Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI). Nosotros hoy sabemos que la UCRI triunfó e impuso como presidente a Arturo Frondizi, y en la provincia a Raúl Uranga, y que por una acuerdo el peronismo había volcado sus votos al frondizismo.
En los prolegómenos de la elección del 23 de febrero, la campaña había adquirido una particular virulencia entre los “primos” del radicalismo del pueblo y los intransigentes, con pases de factura y macarteadas notables. Es lo que llamamos un macartismo a la entrerriana, en particular contra los seguidores de Frondizi.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de macartismo? Para los desprevenidos, corresponde aclarar que este término hace referencia a  la actuación de senador norteamericano Joseph McCarthy que entre 1950 y 1956 se ocupó de denunciar, acusar sin mayores pruebas y llevar adelante procesos contra personas a las que consideraba “comunistas”.  Solía ordenar la confección de “listas negras” con nombres de personalidades del cine, la política, los medios de comunicación y del deporte que eran acusados por el poderoso Comité del Senado, presidido por el citado senador.  Personajes conocidos como el dramaturgo Bertolt Brecht y Charles Chaplin, cayeron bajo la furia macartista. Era la época de la guerra fría entre EEUU y la Unión Soviética. Arthur Miller retrató esta época a través de su famosa obra Las brujas de Salem (1953).

Macartismo de cabotaje
Y por nuestros pagos, muchos buscaban comunistas hasta debajo de las baldosas. En medio del clima de la campaña electoral se difundían volantes anónimos que acusaban de comunistas a los candidatos de la UCRI. Uno de esos panfletos dirigidos a los “agricultores de la colonia” advertía que “un serio peligro amenaza a esta colonia que fue fruto de vuestro esfuerzo; particularmente está en peligro el lote en que cada uno de Uds. tiene asentada su casa y su familia”.
Volante anónimo de 1958
“La Unión Cívica Radical Intransigente y su candidato Frondizi – continuaba -, apoyado por el partido comunista, si llega al gobierno pondrá en ejecución su plan agrario de enfiteusis que significa que todas las tierras pasarán a ser de propiedad del Estado, igual que en Rusia, y los productores rurales simples arrendatarios expuestos a que los caudillos políticos los desalojen en cualquier momento.” Finalizaba recomendando “votar en contra de Frondizi y de Uranga.”
Otro volante de similar tenor estaba dirigido a los “productores rurales”.  Sin dudas alimentaban estas denuncias los acuerdos y alianzas  que Frondizi había logrado con el peronismo proscripto y con sectores de izquierda.  Uno de los hombres más influyentes del frondizismo era Rogelio Frigerio, en su juventud vinculado al Partido Comunista. Asimismo  Silvio Frondizi, hermano del presidente, era un reconocido docente universitario de formación marxista cercano al movimiento de la denominada izquierda nacional. 
Volante anónimo
La respuesta de los intransigentes no se hizo esperar. Una puñalada trapera fue disparada mediante un volante anónimo que acusaba al candidato a gobernador de la UCRP Fermín J. Garay de pertenecer a la Gran Logia de la Masonería Argentina en el grado 3, y mostraba una copia del presunto carné de afiliación a la logia. El volante advertía que “no puede ser votado por los católicos”. 
La réplica vino de manera oficial. Desde el radicalismo del pueblo se distribuyó un volante con declaraciones del propio Fermín Garay en la radio de Paraná, donde sostenía que “los que me atacan hoy de masón y liberal, me atacaban sañudamente de reaccionario y frailón.” Y aclaraba: “He nacido en un hogar cristiano. He formado un hogar cristiano. Ni pública ni privadamente, he ofendido jamás a ninguna religión (…) Por otra parte, siempre he creído que el cristianismo es la imponderable, pero decisiva valía contra el embate comunista.”
Por esos días el diario La Acción de Paraná - vocero de la candidatura de Garay y del radicalismo del pueblo -, también se había transformado en una usina de diatribas en contra de los candidatos intransigentes. En la edición del 20 de febrero publica un mensaje de Horacio Marcó, representante del Partido Demócrata Cristiano, con similares advertencias acerca de la alianza de la UCRI con los comunistas. En la edición del 22 denuncia un “plan político de acción secreta” para la penetración del comunismo en el país a través de “una coalición de comunistas y franquistas (sic) con el frondizismo.” Y acusa al candidato presidencial de haber militado “en el Socorro Rojo Internacional, dependiente de Moscú, y en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, centro colateral del partido Comunista (…)”. 
Aviso publicado en La Accion 23-2-58
Un aviso de la UCR del Pueblo en el citado diario, el 23 de febrero, día de los comicios, remataba arengando a repudiar “el contubernio frondizista, comunista y nazifacista”.
A pesar de esta campaña de acusaciones, similar a la llevada a cabo contra la candidatura de Perón en 1946, el radicalismo intransigente triunfó en la elección nacional y provincial. 
Al día siguiente, una solicitada del comité Capital (por Paraná) de la UCR del Pueblo titulaba: “Venció el peronismo. La democracia no supo defenderse”. Y acusaba que los supuestos “votos en blanco” que habrían prometido sectores del peronismo se “volcaron a la alianza frondizista, comunista y fascista.”
“En Entre Ríos han desaparecido en gran porcentaje los 80.000 votos en blanco –agregaba-. Así como en Paraná han desaparecido los 14.845 votos en blanco, en préstamo de negocio sucio con el frondizismo.”

Fuentes:
- Diario La Acción de Paraná, varios números de 1958.
- Archivo General de Entre Ríos.
*Publicado originalmente en revista Orillas.

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