14/9/24

"Centauros del pasado", la primera película sobre Francisco Ramírez

Rubén I. Bourlot

 

El 13 de septiembre de 1944 se estrenaba el filme “Centauros del pasado”, una superproducción argentina que retrataba la vida del caudillo entrerriano Francisco Ramírez.

Se trataba de una película en blanco y negro dirigida por Belisario García Villar según su propio guion sobre el libro de Roberto A. Tálice y Eliseo Montaine. Tenía como protagonistas a Santiago Gómez Cou, Anita Jordán, Elvira Quiroga y Alita Román. Esta producción fue galardonada con el premio Cóndor de Plata al mejor guion original.

EL DIARIO del 30 de septiembre de ese año anunciaba el estreno de la película para el jueves 5 de octubre en el cine Select. En la reseña posterior se destacaba que era “un alarde de técnica” y agregaba que “dos grandes caudillos, Artigas y Ramírez, amigos y adversarios se mueven con precisión en el escenario de sus hazañas, al frente de sus heroicas legiones. Grandes capitanes de la democracia gaucha actúan con el heroísmo que ha determinado su gloria y el reconocimiento de la posteridad (…)”

Personificaba a Francisco Ramírez Santiago Gómez Cou, Anita Jordán (con ese apellido tan significativo ya que era el materno de Ramírez) se ponía la piel de La Delfina y Elvira Quiroga como Tadea Jordán. También actuaban Alita Román, Ernesto Vilches, Domingo Sapelli, Nelly Montiel, Eloy Álvarez, Raúl Merlo y Francisco Pablo Donadío.

Superproducción

En un rápido recorrido de la gran telaraña virtual que es internet no se pudieron hallar indicios de la existencia de la cinta. Solo se encuentran reseñas que la elogian por su carácter de superproducción que implicó un notable esfuerzo técnico para filmar los exteriores. Fotografías publicadas por la prensa de la época dan testimonio del gran despliegue y el rigor histórico para lograr la reproducción de las batallas. En la citada reseña de EL DIARIO se subraya la fidelidad de las escenas. “Esos escuadrones se mueven en la película con toda exactitud. Escuadrones de lanceros van al asalto, en encuentros decisivos. Y pelean, con entera realidad, a lanza y sable sobre campos quebrados, bajo el humo del estampido de los cañones y el fuego cerrado de la fusilería de a pie. El encuentro llega a ser cuerpo a cuerpo. La lucha es un verdadero entrevero, un alarde de aventura tan bien lograda en la función, gracias a la pericia del director García Villar y sus colaboradores que son, en la actualidad, oficiales de caballería del ejército.”

La filmación de las escenas exteriores se llevó a cabo en los terrenos de la unidad militar de la Agrupación de Zapadores de San Nicolás (provincia de Buenos Aires) El personal de cuadros y soldados sirvieron de extras de las escenas bélicas de la película. En una fotografía publicada por un medio de San Nicolás, y que permanece en el archivo de la unidad militar, se puede apreciar una escena de la película que es la carga de la Infantería en las barrancas de la ribera del río Paraná. La acción fue filmada en una de las bajadas al río en donde durante un tiempo funcionó el Polígono de Tiro del Batallón de Ingenieros de Combate 101.

Los hacedores

Quienes se aventuraron en esta verdadera patriada para filmar la historia de nuestro caudillo merecen una breve referencia. Como para empezar recordemos los autores del texto que fue la base del guion. Se trata de Roberto Tálice y Eliseo Montaine. El primero fue autor de más de 150 obras teatrales y guiones de cine y televisión, periodista del diario Crítica en la década del 20 y del noticiero cinematográfico Sucesos Argentinos. Había nacido en Montevideo el 15 de marzo de 1902 y falleció en Buenos Aires en 1999. A fines de los años 50, Tálice integró el Instituto Nacional de Cinematografía y fue miembro fundador de la Asociación de Cronistas Cinematográficos.

En tanto Eliseo Montaine fue escritor, pintor, humorista, dramaturgo y guionista de cine nacido en 1906 y fallecido en 1966. Fue columnista del diario Crítica.

El director y guionista Belisario García Villar había nacido en 1912, en Buenos Aires, y falleció en Uruguay en 1966. Escribió y dirigió numerosas películas, entre otras Los 33 días. (‘¡Heroica Paysandú yo te saludo!’) (1963), El diablo de las vidalas (1950), La carga de los valientes (1940) y Reportaje a un cadáver (1955) que no pudo ser estrenada por el derrocamiento del gobierno de Juan Domingo Perón.

El protagonista que encarnó a Francisco Ramírez fue Santiago Gómez Cou, nacido en Montevideo en 1903 y fallecido en Buenos Aires en 1984. Participó en 63 películas, destacándose en El deseo, Una mujer sin importancia, con Mecha Ortiz, La orquídea, por la que ganó un premio al Mejor Actor de Reparto, El túnel, con Laura Hidalgo, Sala de guardia, La calle del pecado, La mujer de las camelias, Amor prohibido, con Zully Moreno, Ensayo final, con Nelly Panizza y Arrabalera, con Tita Merello, por la que ganó un premio al Mejor Actor.

Participó en varias radios de Buenos Aires y Uruguay, integrando además los elencos de varios radioteatros. Incursionó en televisión en ciclos como el exitoso Rolando Rivas, taxista.

La actriz que hizo de La Delfina fue Anita Jordán (1917-1946). Filmó diez películas entre 1934 y 1944, lo que duró su carrera debido a su prematura muerte. En sus inicios como actriz, compartió un cuarto de pensión con Eva Duarte. Queda su imagen en los filmes Mañana es domingo, La barra mendocina, Loco lindo, El forastero, La vuelta al nido, Giacomo, La carga de los valientes, El inglés de los güesos y Sendas cruzadas.

Hacemos votos para que algún día alguien rescate esta pieza pionera de la reivindicación de nuestros caudillos y la podamos disfrutar.

7/9/24

Agricultores y máquinas. La primera cosechadora autopropulsada

 Rubén I. Bourlot

El 8 de setiembre se conmemora el Día del agricultor debido a que se recuerda la fecha de la fundación de la colonia agrícola de Esperanza, Santa Fe, “dividida y amojonada entre setiembre y noviembre de 1855 y poblada a principios de 1856”. Los colonos europeos lograron con su porfía abrir surcos en tierras vírgenes donde señoreaban los montes y las vacas. Este hecho modificó definitivamente la matriz productiva de la pampa argentina.

El 28 de agosto de 1944, por decreto Nº 23.317, el gobierno argentino instituyó el Día del agricultor, considerando que en la provincia de Santa Fe, más precisamente en donde hoy se encuentra Esperanza, se había fundado de la primera colonia agrícola.

La arbitrariedad de la fecha para homenajear a los cultivadores de la tierra no hace honor a la verdad histórica. Los testimonios nos dicen que desde épocas prehispánicas la agricultura era una práctica entre las comunidades que habitaron la región como los chanaes y los laboriosos guaraníes. También hubo agricultura en la época hispanocolonial por parte de los españoles que trajeron el trigo, y en el periodo poscolonial florecieron campos de cultivo cercados de setos vivos o palos a pique para resguardarlo de la hacienda. Pero se cultivaba.

 

La primera colonia

Inclusive se puede poner en tela de juicio que Esperanza sea la primera colonia de agricultores organizada. En Entre Ríos, el 1° de septiembre de 1853 se creó oficialmente la Colonia Agrícola Militar Las Conchas en el departamento Paraná por iniciativa del gobernador Justo José de Urquiza. Manuel Clemente fue el encargado de iniciar el núcleo poblacional, con militares de origen vasco español que habían combatido en la batalla de Caseros. 

La intención de Urquiza era “formar en el rincón de las Conchas una población o Colonia Agrícola Militar de vascos españoles y en este concepto de Vd. lo conveniente para destinarle el lugar aparente en que debe plantearse dicha población. Los primeros que son 15 ó 20 hombres, necesitan bueyes, herramientas y semillas que he dispuesto que Vd. le haga facilitar." (Carta de Urquiza al gobernador delegado Antonio Crespo).

En 1855 se hizo cargo de la colonia el coronel Doroteo Salazar, que en 1956 trajo al lugar ciento cincuenta inmigrantes alemanes y en 1857 un grupo de belgas a quienes se agregaron familias criollas. Poco a poco fueron arribando familias de Alemania, Suiza, Francia e Italia.

En 1858, por el importante desarrollo que adquirió el lugar, el gobierno nacional dispuso que la Colonia Las Conchas se llamara Urquiza en honor a su fundador. El 7 de septiembre de 1860 fue elevada al rango de villa.

 

El músculo y la máquina

La agricultura en los tiempos de la fundación de las primeras colonias se practicaba todo a pulmón, con escasa ayuda tecnológica. La mano de obra humana y la tracción a sangre se complementaban con rudos instrumentos de labranza como arados, palas, azadas y no mucho más. La siembra se realizaba “al voleo” y se segaba con hoces y guadañas para luego trillar con el pisoteo de caballos y finalmente zarandear al viento para separar la paja del grano.

Hacia fines del siglo comenzaron a llegar las primeras maquinarias para segar y trillar, y los motores a vapor para reemplazar a los bueyes y caballos. Todo era importado pero no faltaron los gringos y criollos que aportaron su inventiva para imitar la maquinaria y mejorarlas. Los herreros vecinos de la colonia Esperanza, por ejemplo, fabricaron los primero arados nacionales hacia 1880. Luego le siguieron otros implementos como las segadoras y trilladoras de factura nacional.

Estos ingeniosos hacedores no habían pasado por la universidad, no eran ingenieros y se habían formado a martillazo limpio. Pero su capital más importante era la apertura de mente para innovar. Como lo sostiene John Kenneth Galbraith (el reconocido economista neokeynesiano) en su libro La sociedad opulenta, los grandes innovadores de las revoluciones industriales “eran con mayor frecuencia el resultado de un brillante destello de la inteligencia que el producto de una educación y de un desarrollo de años” y ejemplifica con los casos del inventor de la lanzadera volante, John Kay, el de la máquina de hilar, James Hargreaves, y el de la urdidora mecánica, Richard Arkwright. Los primeros “eran sencillos tejedores con una inclinación por la mecánica. Arkwright había aprendido de joven los oficios de barbero y peluquero y apenas sabía leer y escribir.” Pero sus inventos fueron los responsables de la primera revolución industrial europea.

En el país hacia 1920 los hermanos Juan y Emilio Senor fabricaron la primera cosechadora de cereales argentina en San Vicente (Santa Fe). Eran equipos de arrastre, similares a las importadas, que pronto compitieron con éxito en el mercado. Pero la verdadera innovación vino casi una década después cuando el inmigrante italiano Alfredo Rotania, radicado en Sunchales, logró fabricar una cosechadora autopropulsada en 1929. Con esta innovación se eliminaban los caballos o tractores que “arrastraban” la maquinaria para trillar. La máquina tenía incorporado un motor con la suficiente potencia y las articulaciones para mover la maquinaria que segaba y trillaba y a su vez lograba el desplazamiento autónomo. Fue la primera cosechadora autopropulsada del mundo que se fabricó en serie.

Un poeta exiliado en el olvido

 Rubén I. Bourlot

 

Si hoy nombramos a José María Fernández Unsain, para el común de la gente es una una persona desconocida. O tal vez el nombre de un sitio público, una calle tal vez y con mucha suerte. Para unos pocos es el nombre de un poeta entrerriano que escribió sonetos de ambiente campesino y el tiempo lo lleva al exilio en México y en el olvido.

Nace en 1918, en Paraná y pronto despierta su vena poética. Muy prematuro, en 1935 publica Cristal de juventud. Colabora en distintos periódicos de su ciudad natal. En un reportaje dice: “Mi padre tenía una biblioteca de 10 mil volúmenes a los cuales me acerqué desde muy pequeño. A los tres años aprendí a leer [...], a los 12 años escribí mi primer poema, un romancillo”.  En 1935 da a la luz, con premura,  su libro Cristal de juventud. De esa época es un sentido homenaje poético al arroyo Antoñico, que atraviesa como un cuchillo su ciudad natal: “Los gurises crecían chapaleando / su agüita triste / como si el gris fuera de agua para siempre…”  

Hacia 1942 la Universidad del Litoral le edita Esto es el campo y después se va a las luces de la gran ciudad, a Buenos Aires donde colabora en diversos medios y ejerce el periodismo escrito y radial. Gana premios varios por su producción literaria que lo hacen reconocido en el país y Latinoamérica.

“Montado en pelo estoy sobre la tierra / - potro de sol y sombra coscojera – (… ) / el campo es cierto como un árbol, creo, / y por los aires cálidos y fríos / mis soledades y luz arreo”, publica en Sonetos.

Se interesa por la política y adscribe a las corrientes nacionalistas. Integra y dirige el diario Tribuna de esa orientación junto a personalidades como Luis Soler Cañas, Joaquín Linares, Lautaro Durañona y Vedia, Gilberto Gomes Ferrán, Jorge Massetti y Fermín Chávez. En 1945, los profundos cambios que se acercan lo encuentran en la vereda aluvional de los invisibles, los descamisados. Se suma al movimiento que encabeza Juan Domingo Perón e integra una lista electoral como candidato a diputado. Luego cumple diversas funciones como director del Teatro Nacional Cervantes, presidente de la Comisión de Cultura, director general de la Secretaría de Cultura y secretario de Eva Perón a quién dedica su poema Canción elemental, editado por la peña Eva Perón. Ya lejos de su patria, en México escribe el poema Eva del sur: “Te recuerdo en el grito y en la premisa / muriendo suavemente por los ajenos. / Qué modo de quererte, malos y buenos, / qué modo de calarte por la sonrisa.”

También produce guiones cinematográficos con particular maestría que lo lleva al éxito de taquilla con La muerte se está poniendo vieja, premiada como la mejor obra de 1948. Entre las numerosas obras que escribe se cuentan los de Una viuda casi alegre (1950), Alfonsina (1957), sobre la vida de la poetisa Alfonsina Storni y La sombra de Safo (1957).

Fermín Chávez recuerda la experiencia con el denominado Teatro Obrero de la CGT. “Es una experiencia que se inicia en 1949, con la dirección de César Jaimes y Fernández Unsain. El elenco estaba formado por obreros y por gente que provenía del teatro vocacional, de los teatros de barrio. Con el Teatro Obrero de la CGT recorrimos muchas provincias, Corrientes, Tucumán, San Juan. Se presentaban obras de corte político, escritas especialmente.” En 1955 estrena Dos basuras, dirigida por Esteban Serrador y con Amelia Vences en la cabeza del elenco.

El golpe de estado de 1955 que derroca el gobierno de Perón lo impacta profundamente y años después, en 1958 parte al exilio mexicano y casi al olvido para los entrerrianos.

Y desde allá escribe “A los que murieron para que la patria”: “Míralos cómo caen / cómo tienen partidas las espaldas / y ardientes agujeros en la nuca / y los huesos quebrados como ramas. / (…) Ya están muertos, los pobres. / Ya no sufren, ni esperan, ni ríen, ni nada. / Ya no podrán usar la tardecita / para querer a las muchachas, / ya no podrán besar, ni morirse de a poco / ni preferir la Patria.”

Su producción en tierras de los aztecas es incalculable. Escribe guiones de películas - 243 consigna una estadística -, dirige y produce incansablemente. Tiene una intensa actividad gremial en defensa de los derechos de los escritores y autores. Su dinamismo es reconocido por el gobierno mexicano y otras instituciones. Entre 1980 y 1984, Fernández Unsain encabeza el Consejo Mundial de Autores de Radio y Televisión. Además, preside en dos oportunidades del Consejo Panamericano de Sociedades de Autores y Compositores.

Durante todo el tiempo se pronuncia por defender el derecho de autor que tienen los escritores, así como por un pago digno para ellos.

Y es en esas tierras que adopta como suya donde lo encuentra la muerte el 18 de junio de 1997.

 (Publicado originalmente en la revista Orillas, Entre Ríos, 2013) 

Fuentes:

José María Fernández Unsain, Cristal de juventud, Paraná, 1935;

José María Fernández Unsain, Este es el campo, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1942;

José María Fernández Unsain, Canción elemental, Peña Eva Perón, Bs. As. 1949

José María Fernández Unsain, Amor huído, Antología, Editorial de Entre Ríos, Paraná, 1995, con prólogo de Fermín Chávez.

Marcelo Leites, Antología José María Fernández Unsaín, en http://www.autoresdeconcordia.com.ar.

 http://escritores.cinemexicano.unam.mx/biografias/F/FERNANDEZ_unsain_jose_maria/biografia.html

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