Por Rubén Bourlot
El antecedente más remoto sobre el tendido de una red ferroviaria en el país corresponde a una iniciativa del general Urquiza – entonces presidente de la Confederación Argentina –, y de su ministro de Hacienda, Mariano Fragueiro, que en 1854 propuso la construcción del tendido ferroviario entre las ciudades de Rosario, puerto de ultramar de la Confederación, y Córdoba, lugar de paso obligado hacia el puerto de Rosario desde el oeste y norte del país.

Este proyecto tuvo su origen en el acuerdo del 28 de enero de 1854, mediante el cual el Gobierno Delegado inició contactos para contratar un ingeniero norteamericano “inteligente práctico en caminos de fierro (…)” Así se llega a setiembre de 1854 cuando el ingeniero Allan Campbell eleva su propuesta para realizar el reconocimiento del terreno entre Rosario y Córdoba, la cual es ratificada por el poder ejecutivo.
Al año siguiente, por ley del 24 de junio de 1855, se ratificó el contrato con el ingeniero Allan Campbell para “efectuar un reconocimiento científico, levantamiento de planos y demás necesarios para el estudio del terreno que media entre un puerto del Paraná y la ciudad de Córdoba, para la construcción de un Ferro-Carril.” Y el 30 del mismo mes se promulga otra ley que autorizaba a contratar la construcción del ferrocarril con participación del estado como accionista. Se preveía además la futura prolongación de la línea hacia Cuyo, Santiago de Chile y Valparaíso.
El proyecto ferroviario quedó paralizado por las sucesivas crisis económicas que se produjeron después de la renuncia del ministro Fragueiro.
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