27/9/12

PIRNA: un plan a la medida de los avicultores


Por Rubén Bourlot
En 1974, alentado por los nuevos aires institucionales, con la recuperación de la democracia, el gobierno de Entre Ríos implementó el Plan Integral de Reconstrucción y Nacionalización Avícola (PIRNA)  que pretendió, junto a las cooperativas, mejorar las condiciones de trabajo de los avicultores, específicamente a los productores de pollos parrilleros, y ofrecer un precio justo. Conocido también como Plan Avícola Provincial intentaba defender al productor avícola pequeño y mediano, dándole un horizonte de seguridad con financiación y asesoramiento, mediante equipos técnicos, apoyo en la comercialización y un margen de rentabilidad razonable. A principios de la década de 1970 el sistema de producción avícola se encontraba en un proceso de cambios por los cuales los frigoríficos planteaban la producción mediante la modalidad de integración. El avicultor recibía los pollitos y los insumos para la crianza y cobraba un monto por pollo entregado terminado. De esta manera iban desapareciendo los productores independientes que ya no encontraban donde colocar su producción.
Se decía en la época que a la avicultura no sólo se la debía valorar desde el punto de vista estrictamente económico, que representaba un porcentaje muy alto del producto bruto provincial, sino como un factor social. La producción avícola significaba el arraigo de la familia rural en una época que Entre Ríos se caracterizaba por sus altos porcentajes de emigración rural y expulsión de la población fuera del territorio provincial. “El Plan Avícola incluye a la avicultura como parte de un programa de recuperación del minifundio, donde van a intervenir principalmente actividades intensivas y donde también están ligados planes de colonización – declaraba el entonces Subsecretario de Industria y Comercio, González Languasco -. El plan va mucho más allá de la avicultura, tiene connotaciones directas con el pequeño productor y con la familia campesina, que en estos años se quedó enfrentando la adversidad, defendiendo su permanencia en la tierra”.
El plan pretendía involucrar a organismos, instituciones y empresas vinculadas a la actividad, entre los que se mencionaban a las Ligas Agrarias, cooperativas, frigoríficos, fábricas de alimentos balanceados, incubadores, transportistas, el INTA, SELSA, Junta Nacional de Carnes, Banco de la Nación, Banco de Entre Ríos, entre otros. El objetivo era lograr una producción de un millón y medio de pollos mensuales con financiamiento del Banco de la Nación entregado a los productores. La compra de la producción estaba a cargo de un organismo gubernamental.
Pero los propósitos tan plausibles no estuvieron, aparentemente, acordes con las expectativas. A los pocos meses de implementado el plan se conocieron los primeros cuestionamientos y desajustes entre los sectores involucrados. Desde el cooperativismo reclamaban por la falta de pago de la producción en los términos acordados y por la demora en levantar los pollos terminados de las granjas. Una de las medidas adoptadas con el propósito de favorecer el valor agregado local fue la prohibición de sacar de la provincia los pollos vivos, pero esto provocó una sobreoferta que los frigoríficos locales eran incapaces de absorber.
Los productores testimoniaban su preocupación a través de entrevistas en la prensa, como Pablo Thea, del departamento Uruguay, que observaba la mala calidad de los alimentos y las dificultades para encarar las inversiones que les exigían  para mejorar  las instalaciones. Los productores Daniel y Victorio Boujón ponían el acento en las dificultades para conseguir pollitos bebé a través del plan. Otro avicultor, Julio Kachinisky, también cuestionaba la falta de cumplimento de los pagos en fecha y la calidad del alimento balanceado.
Desde las Ligas Agrarias Entrerrianas, el delegado  Orlando Lepratti también observaba como un obstáculo las exigencias de inversión que eran imposibles de cumplir para los pequeños productores. También era evidente que los hombres de campo eran remisos a tomar los créditos ofrecidos para ese fin ya que nadie los mencionaba en las entrevistas.
Sin dudas que la desconfianza del avicultor, la falta de experiencia y eficiencia por parte de los sectores involucrados y alguna que otra mano dada por los grupos de poder vinculados a las grandes empresas del sector fueron limando las posibilidades de éxito del plan. Finalmente, con tras el golpe de estado de 1976, el PIRNA se canceló definitivamente.

19/9/12

Historia del cooperativismo entrerriano: Cooperativa Saladeril


Por Ricardo César Bazán
Tec. Sup. en Cooperativismo

Cuenta la recopilación histórica de Concordia que la Cooperativa Saladeril se constituyó en el año 1923. La iniciativa fue de varios hacendados de la provincia de Entre Ríos a los cuales luego se plegaron muy pronto otros de Corrientes.
Cita la recopilación antes mencionada que “su fin primordial era industrializar los ganados de sus asociados y obtener con ello una mejor defensa de los precios de los animales, que hasta ese entonces estaban librados a arbitrios impropios, de entidades extrañas”.
El funcionamiento de la cooperativa sirvió para regularizar la salida de ganados de diversas categorías y clases.
Cooperativa Saladeril y Frigorífica Concordia S.A.L.
Al cumplirse los propósitos de sus fundadores se decidió la construcción del establecimiento propio, y de esta manera aumentar la capacidad industrial, llegando también a la elaboración del tasajo, la preparación de carnes conservas y aprovechar la totalidad de los subproductos.
La fábrica fue levantada a orillas del río Uruguay, entre los arroyos Yuquerí Grande y Chico, teniendo una capacidad para la industrialización de 1.200 animales diarios.
El primer presidente de lo que se llamó Cooperativa Saladeril y Frigorífica Argentina Concordia fue el  señor Benito Legern, quien dirigió sus destinos por varios años.
Cooperativa Saladeril y Frigorífica Argentina Concordia S.A.L.
Establecimiento de su propiedad, en construcción.
Octubre 1926
Menciona también la recopilación en la página 109 lo que fue un establecimiento anterior que se llamó El Saladero Grande, y que Don Eduardo Nebel había alquilado las instalaciones de aquel establecimiento a la recién constituida Cooperativa de Ganaderos, quienes llevaron allí sus faenas de haciendas durante varios años.
Debido a la buena marcha de la misma, fue necesaria una ampliación, por lo cual la Cooperativa de ganaderos se instaló en la zona del Yuquerí y fue la base del frigorífico de ese nombre.
El Saladero Grande al que la cooperativa alquiló sus instalaciones fue fundado por Don Hipólito Lesca, ciudadano de origen Vasco. Dicho saladero tuvo su época de apogeo entre los años 1904 y 1914. El cronista H.E. Aramburo del periódico “La Calle” afirmaba en una nota aparecida el 27 de septiembre de 1969 que El Saladero Grande había llegado a ser un verdadero emporio de trabajo y quizá el principal de la ciudad de Concordia.
Cooperativa Saladeril y Frigorífica Argentina Concordia S.A.L.
Octubre 1926
Las instalaciones del saladero se levantaban en el actual Barrio Nebel, estando compuesto el mismo por varios galpones de madera y techo de cinc y pisos de material.
 Continúa diciendo la publicación antes mencionada que  “Se supone que el edificio cubierto y cerrado correspondería a lo que fue la fábrica de extracto de carne, con instalaciones de calderas a vapor, independientes de las grandes calderas y las llamadas tinas de hierro, donde -con el vapor- se cocinaban los esqueletos de los animales.
Sobre el río, casi, se elevaba otro galpón, el que se conocía como “La Tonelería”, pues allí se armaban los cascos de roble que llegaban de Europa. El agua era extraída directamente del río, por medio del bombeo con una máquina de vapor, alimentada por las calderas principales.
El muelle de madera, al que llegaban los barcos y chatas para carga o descarga, se comunicaba directamente con la parte central del saladero por medio de una vía, con un desvío”.
A continuación cito datos estadísticos de la época, relacionada con la actividad mencionada en esta nota:

SALADEROS Y FÁBRICAS DE CONSERVA - PROVINCIA DE ENTRE RÍOS
Establecimientos                                      Localidad
Compañía “Liebigs” Ltda.                        Fábrica Colón
Establecimientos Argentinos Bovril Ltda.  Santa Elena
S.A. Pastoril e Industrial M. Freitas          Concordia
Sociedad Cooperativa Saladeril Argentina Concordia
Saladero Alzúa                                         Gualeguay
Saladero San José                                    Gualeguay
S. A. Abastecimiento Urbano Saladeril Frigorífico  Gualeguaychú

TASAJO ELABORADO Y EXPORTADO POR LOS SALADEROS DE LA PROVINCIA - AÑO 1925
Establecimientos                               Localidad     Kilos      Valor M$N.
S.A. Cooperativa Saladeril               Concordia 6.491.527   4.009.250.69
S.A. Pastoril Industrial “M. Freitas    Concordia   914.997       532.768.73
S.A. Abasto Urbano Salad. Frig.      Gchú.          711.552       451.625.05
S.A. Salad. S. José (E. Etchebarne) Gualeguay    121.074         35.213.02
Totales                                                             8.239.110   5.028.857.49
  
Fuentes:
Libro de Oro de Paraná (1826-1926) Archivo María Lourdes Cura.
Recopilación histórica de Concordia- Grafelco-Edic.

13/9/12

¿Dónde está López Jordán? (Parte II)


Por Jorge G. Villanova
El jordanismo, encarnación del federalismo más extremo, se encuentra espantado. Observa en los últimos años de Urquiza una renuncia a los postulados del partido Federal. Sacarlo del medio parece ser la única oportunidad para devolver a la provincia su lugar de preeminencia entre sus hermanas. Eso creen al menos.

"Vengo a tabear de nuevo con mi pueblo
pero de amores fuertes, no de chala:
vengo a pintar mi pena en una bala.

Hay hombres que se venden como anillos
y que le vienen como anillo al dedo
al unitario que pagó su credo.

Hay hombres que disparan cuando hay fuego
y están enfermos para la pelea
porque adentro ya tienen manea.

Hay un hombre en Montiel recién volteado:
lo manearon de aquí los setembrinos
cuando él durmió su corazón alzado.

Voy a tabear de nuevo con mi raza,
con mis amigos de tendón celoso,
con mi pueblo chasqueado, con mi casa.

Voy a calzar mi amor americano
como a un pozo de huesos insondables
donde nadie ha llegado con su mano.

Trotando voy hacia mi corazón.
Y le garanto, amigo, que esta tarde
medio toruno me dejó Pavón.

Voy a hablar con soldados montaraces,
con hombres de pereba y esos otros
con ojos negros como mangangases.

Dicen que el hombre les llovió del cielo,
que ya no asusta dicen los salvajes;
pero si él se vendió, yo no los pelo..." 1,

...dicen que borronea el poeta Fermín Chávez, ¿o es el mismo Ricardo López Jordán, que no entiende derrotas propias y ajenas cuando no son derrotas? O entiende que existe la derrota pero no es la de las armas, que es otra, mucho más profunda. Es la de un hombre, la de un partido, una provincia, o un país, o lo que es peor la de un proyecto que se escapa, que ya no será. Tal vez no entiende de los nuevos tiempos de campos llenos de vacas, ovejas y alambrados, de ferrocarriles y de mercancías británicas, del por qué ese progreso no lo incluye a él ni a sus pares. Ni por qué arrasarán a sangre y fuego las provincias internas, y por qué caerán sus amigos Peñaloza y Varela. Sí, sabe quiénes son ellos y sabe quién es él, y por eso no los pela.
Escribe Susana Cogno: "La historiografía y literatura liberal, para negarle al gaucho y al trabajador del presente la capacidad de enfrentar opositores políticos con plena conciencia de su destino como clase y componente de la Nación, crearon el mito romancesco de los gauchos tomándolos como personajes pintorescos, alejándolos de los compromisos y luchas por un proyecto de nación soberano contra las élites de la oligarquía. Así intentaron sacar del debate la marginación de la que son objeto por parte del proyecto unitario y liberal" 2.
Y entonces, si tomamos esta definición por cierta, caen todos. Desde Artigas, pasando por Ramírez, López, Quiroga, Peñaloza, Varela y, por supuesto, López Jordán. ¿Y quién era Ricardo López Jordán?: "Fue un luchador de la causa federal, un auténtico militante de esa causa. Y no era ningún ignorante, fue profesor en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay. En la parte militar, se conservan las actas de los exámenes" 3.
En la misma línea, Aníbal Vásquez agrega: "Él era el caudillo de la nueva causa; pero no el caudillo ramplón, grosero e inculto que presume la gente desaprensiva, sino aquel que había definido sus capacidades y aptitudes civilistas en la Cámara de Diputados de la Confederación, en la Presidencia de la Legislatura local, en la integración de las mesas examinadoras del Colegio Histórico del Uruguay, en el ejercicio interino y reiterado del gobierno de la provincia" 4.
Después de las insurrecciones, la cárcel y el exilio, "lo mataron en Buenos Aires, en la calle Esmeralda al 500, por un enviado de los hijos de Urquiza. El asesino llamado Aurelio Casa utilizó una infamia, diciendo que Jordán había matado a su padre, y al padre de Casa lo habían matado sus propios partidarios, por traidor" 5.
A principios de los años 90, durante el siglo pasado, el entonces presidente Carlos Menem, decidió repatriar los restos del brigadier Juan Manuel de Rosas como parte de una política de unidad nacional. Un tema que se presuponía espinoso. En verdad, salvo algunas pocas voces, nadie puso reparos.
Una de las consecuencias del hecho fue la instauración del método 'repatriemos a todos', que continuaron los corifeos de Menem. Así, Entre Ríos, con su gobernador Jorge Busti a la cabeza, decidió que ya era hora de que los restos de Ricardo López Jordán descansen en la provincia. Así se hizo, y el antiguo general -o lo que quedaba de él- fue a descansar al cementerio de Paraná. En realidad, el lugar correcto donde hubiera correspondido depositar sus restos, hubiera sido Concepción del Uruguay. Pero tal vez esto hubiera sido demasiado irritante para el sentimiento urquicista que aún se mantiene en La Histórica.

"EDICTO: El Gobierno del Pueblo de la Provincia de Entre Ríos y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires comunican a los familiares de quien en vida fuera el Gral. Ricardo López Jordán y a los titulares de la bóveda formada por los lotes 7/9, tablón 7, de la Sección 18, del cementerio de la Recoleta, donde se encuentran inhumados los restos de dicho prócer, que los mismos serán trasladados el día 21 de junio de 1990 a la Provincia de Entre Ríos. Le otorgan cinco (5) días corridos para formular las oposiciones del caso, de lo contrario se procederá a su traslado en la fecha indicada. 16/6/1990" (6).
Por supuesto, pasado el tiempo de los actos rimbombantes y especulativos, sucedió lo que debía suceder: los mismos que intentaron un acto hueco y vacío de contenido -no incluimos aquí a Fermín Chávez-, en pos de sus propios intereses políticos, le dieron el golpe de gracia al pensamiento legítimo y revolucionario del caudillo autonomista:

"López Jordán
Señor director: En la edición de La Nación del 12 de julio hemos podido leer la carta del único nieto con vida del caudillo entrerriano Ricardo López Jordán, el señor Jorge Eduardo López Jordán, y enterarnos de la voluntad de sus ancestros de dejar que sus restos descansen en Buenos Aires. Voluntad que evidentemente fue desoída por las autoridades entrerrianas.
¿Qué dirá López Jordán nieto si un día resolviera venir a Paraná para conocer la nueva morada de las cenizas de su ilustre abuelo? No la hallaría. Aquí ha pasado al anonimato.
Ninguna autoridad acompañó la cureña con los restos en el trayecto que va del palco de actos centrales hasta la necrópolis. Una vez allí, fue depositado en un mausoleo anónimo y finalmente trasladado al panteón de la familia Martínez de Forte, sin que se colocara en su exterior referencia alguna. Si no hay quien guíe a quienes desean visitar la tumba, es imposible hallarla. (...) Apagados los ecos del acto político en el que reiteraron discursos dos precandidatos de la interna entrerriana, el general López Jordán descansa anónimo... Y quizás olvidado en poco tiempo más".
Luis Egidio Jacobi, periodista, Yrigoyen 1213, Crespo, Entre Ríos 7.

Publicado originalmente en www.miercolesdigital.com.ar, acceso: 31 de Agosto de 2012

Citas y fuentes
1- Fermín Chávez, 'López Jordán regresa de Pavón', en Crisis Nº 25, Buenos Aires, Mayo 1975, Pág. 47.
2- Susana Cogno, 'Caudillos y montonera', Uno, Paraná, 9-9-2001.
3- Fermín Chávez, 'Hablando bien claro', Reportaje de Aníbal Vicentín en Análisis Nº 624, Paraná, 29-7-04, Pág. 28-9.
4- Aníbal Vásquez, 'Periódicos y periodistas de Entre Ríos', Dirección de Cultura de Entre Ríos, Paraná, 1970, Pág. 103.
5- Chávez, Hablando...
6- La Nación 16-6-90.
7- La Nación 29-7-1990.

3/9/12

¿Dónde está López Jordán?


Por Jorge G. Villanova
(Parte I)

El jordanismo, encarnación del federalismo más extremo, se encuentra espantado. Observa en los últimos años de Urquiza una renuncia a los postulados del partido Federal. Sacarlo del medio parece ser la única oportunidad para devolver a la provincia su lugar de preeminencia entre sus hermanas. Eso creen al menos.

No es de ahora, todo habría arrancado en Pavón. En 1864, Evaristo Carriego, ya asumido en el rol de opositor, escribe a su amigo Martín Ruiz Moreno sintetizando la posición de los jordanistas: "Parece que el general Urquiza se ha propuesto, como dice muy bien usted borrar, todos sus buenos antecedentes. Desde Pavón a esta parte no ha hecho más que seguir una cadena de desaciertos. Pierde el país, pierde a sus amigos y se pierde él mismo. La historia no presenta el caso de una ceguedad igual... Lástima causa verlo en la declinación de sus fuerzas morales y en el oscurecimiento de una gloria que ha podido brillar con tanto esplendor. ¿A dónde va hoy? Va al precipicio que su misma mano ha cavado...".
Sumemos todos los antecedentes ya tratados y ubiquémonos en el 11 de abril de 1870, con Urquiza muerto. ¿Cómo reaccionó la población? "Nadie se movió. No se alzó una voz de protesta. Descabezado el gobierno, ni civiles ni militares dieron muestra de desasosiego, de inquietud, de reacción. El pueblo no se conmovió", dice Aníbal Vásquez.
López Jordán asume la gobernación y no sólo eso, también se hace cargo de la responsabilidad política que le cabe a su movimiento por la muerte del viejo caudillo. Y cuando todo se perfila para una nueva etapa en la Provincia, sobreviene lo impensado: Sarmiento decide que es imprescindible intervenir Entre Ríos.
El presidente, presionado por Mitre, pero no sin poca buena voluntad de su parte, ordena a un 'ejército de Observación' ubicado en la zona, proceder al desembarco en la provincia sin autorización legal alguna el día 19. Ubiquémonos en el pensamiento del sanjanuanino y preguntémonos, conociéndolo mínimamente en sus antecedentes ¿Podía acaso Sarmiento, -desde su óptica de país- permitirse el lujo de que renazcan las lanzas montoneras? "...(Urquiza) ha sido víctima de su sumisión al gobierno nacional, deplorada su muerte por los que antes fueron sus enemigos y por Buenos Aires, y que ha sido sacrificado por los suyos y sus favoritos, como es casi siempre la suerte de los que se salen de las condiciones ordinarias del poder regular...", contesta el presidente. Y procede a su manera.
Mientras, el día 14 la Legislatura designa a Ricardo López Jordán para ocupar el cargo vacante. Todos los pasos fueron ejecutados legalmente. Las acciones del nuevo gobernador se desarrollan de acuerdo a esa tesitura: "El mismo jefe oficiaba al gobierno nacional su elevación al poder y manifestaba que aceptaba las autoridades y órdenes del Poder Federal".
Claro que Sarmiento no estaba para este tipo de sutilezas por más legales que fueran. Y en una proclama del 20 de abril señala: "Un general de Entre Ríos oculta su espada para tomar el puñal del asesino, y premedita una muerte eligiendo sus adeptos entre aquellos que el crimen ha hecho más famosos. Atraviesa con ellos una larga distancia, se aposta en un lugar vecino y envía a sus sicarios...", y agrega: "La Legislatura se reúne después bajo el estupor de este crimen, y estando presentes los que lo habían cometido, eligió cediendo a sus intimidaciones al general López Jordán... En Entre Ríos no hay administración de justicia, porque los criminales se han apoderado del gobierno...".
Ahí se prenden los urquicistas y van a los números. Sobre 23 diputados, asisten 12 y de ellos dos votan en contra, señalan.
Una carta del legislador Francisco Crespo al Ministro de Guerra, Martín de Gainza, refiriéndose acerca de la revolución, es nota interesante de repasar: "Querido Martín: No pertenezco a los que la hicieron ni remotamente la esperaba, pero simpatizo con ella porque espero tendremos un gobierno más liberal y menos despilfarrador que el anterior. La tranquilidad que reina en toda la provincia, la prontitud y alegría con que fue recibida y cumplida la primera orden del nuevo gobierno (...) me hace creer que piensa como yo la mayoría del pueblo entrerriano (...) Tal vez se diga a ustedes que en la elección del general López ha habido cohecho, pero esto es falso (...) Tengo también la persuasión de que se intentará hacer creer en ésa que López Jordán en el poder es una amenaza para el gobierno nacional. Yo no lo creo. Antes que todo es argentino y ambiciona, me consta, para su patria, engrandecimiento, libertad y progreso, bienes que no se obtienen sino con la paz y el respeto a la Constitución...".
Otra opinión autorizada será la de Onésimo Leguizamón, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien en 1877 reconocerá: "La intervención fue a Entre Ríos, terrible i desoladora como la manejaban los mejores generales del imperio, es decir Mitre (...) López Jordán vivía i me era odiado. Su causa mala en sus formas, era, sin embargo justa en su derecho".
Obviamente que López Jordán reaccionará, y el 23 convoca a cadena provincial y atiza al pueblo, con su conocida proclama: "¡Entrerrianos! Os acabo de dar libertad y derecho. Nuestros eternos enemigos no lo quieren reconocer, trayéndonos la guerra, y aquí me tenéis con la lanza en la mano para defenderlos. Si queréis ser esclavos permaneced en vuestras casas. Si queréis ser libres, venid a acompañarme...
¡Entrerrianos! Vuestros representantes me han elegido para defender la Constitución; y esos infames enemigos desconocen y pisotean vuestro gobierno, vuestros representantes y la Constitución. ¡La guerra pues! Esto manda el honor y la libertad".
Y a los gobernadores de las provincias hermanas, en un extenso cartapacio, les comunica, entre otras cosas: "Hace 30 años que Entre Ríos cumple con la noble misión de fecundizar con su sangre el árbol de la libertad, a cuya sombra viven felices, ricos y prósperos los pueblos hermanos, mientras él, sacrificado en dilatadas campañas, volvía a su hogar a encorvarse bajo el yugo del despotismo personal.
Jamás le alcanzaron los beneficios de la libertad que llevaba con sus armas victoriosas al otro lado del Uruguay y al otro lado del Paraná, y como hijo i desheredado de la justicia y el derecho, el pueblo grande y generoso, gemía bajo la mano férrea que había oprimido a dos generaciones... Entre Ríos quería ser libre, necesitaba ser libre. Y por santo amor a la libertad, esa aspiración sublime de los pueblos que los lleva hasta el martirio, esa conciencia de su derecho por tanto tiempo hollado y desconocido, armó su brazo en el glorioso movimiento revolucionario del 14 de abril en que se dispuso a poner término a su prolongado sufrimiento".
"Si al decretar la intervención militar de la Nación en Entre Ríos, Sarmiento supone que sus planes han de verse secundados por una parte de la población entrerriana, se equivoca, pues mientras los principales vecinos de Gualeguay, Concepción del Uruguay y otras poblaciones reclaman el retiro de las fuerzas nacionales, por considerar que los habitantes disfrutan de plenas garantías, los comandantes militares de los departamentos se ponen incondicionalmente a las órdenes del nuevo gobernante", afirma Newton.
Hasta la insospechable Beatriz Bosch reconoce que la mayoría del pueblo se alinea tras el nuevo gobernador: "Por un momento los entrerrianos olvidan la muerte inicua del Organizador. Sólo piensan en detener a los invasores. Provistos de escasas y rutinarias armas comandan las huestes Carmelo Campos, Mariano Querencio, Bartolomé Castañeda, Alejandro Leiva, Robustiano Vera, Juan Luis González".
Las acciones de guerra son conocidas, los combates también: Santa Rosa, Don Cristóbal. Ñaembé, el 24 de enero del 71, será el final del jordanismo. Derrotado por el joven Julio Roca, su ex alumno en el Colegio, López Jordán marchará al exilio. Pero es el fin. Los dos intentos posteriores no tendrán sentido. López Jordán lamentaba haber sido derrotado por un puñado de muchachos, pero no fue así. Ni siquiera fue abatido por los Remington ni por los cañones Krupp, ni por los sobornos, ni por el precio que impuso Sarmiento a su cabeza. En verdad había sido vencido por el nuevo país que conformaba la antigua oligarquía vacuna de Buenos Aires, bajo la protección del comercio británico. Donde los caudillos federales, a la vieja usanza, no tenían cabida. Con todo lo que eso implicaba.

"El cañón toca milonga
y hay que saltar la cuja
con su poncho se tapuja
del fiero viento los fríos.
¡Y revoleando los sables
gritemos: Viva Entre Ríos!"


Publicado originalmente en www.miercolesdigital.com.ar, acceso: 31 de Agosto de 2012

Citas y fuentes
Carta de Evaristo Carriego a Martín Ruiz Moreno en enero de 1864, en Roberto Iñigo Carrera, 'Sarmiento y López Jordán, Revolución en Entre Ríos', CEAL, Buenos Aires, 1981, Pág. 261.
Aníbal Vásquez, 'Periódicos y periodistas de Entre Ríos', Dirección de Cultura de Entre Ríos, Paraná, 1970, Pág. 105.
La República del 14-8-1870.
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