9/1/25

Los caminos rurales de la producción, una problemática aún sin solución

Rubén I. Bourlot


Entre Ríos es una provincia difícil para el trazado de caminos. Su geografía surcada por infinidad de ríos y arroyos, el relieve de lomadas y los suelos pesados son obstáculos para el desarrollo de la red vial. Señala Maximiliano Camarda (2022) que “el relieve de la provincia es llano y surcado por una extensa red hidrográfica. Esta llanura es alterada por suaves ondulaciones o lomadas que se denominan ‘cuchillas’ —ya que su origen no es geológico-rocoso como en las cercanías de la República Oriental del Uruguay, sino de elevaciones fosilizadas—. Fueron dos las problemáticas del transporte en el territorio: las conexiones con el resto del territorio nacional, así como el gran número de arroyos y ríos internos.”

El 5 de octubre fue instituido como Día del camino por el primer Congreso Panamericano de Carreteras se realizó en Buenos Aires, en 1925. El objetivo de esta conmemoración es promover la educación vial para concientizar sobre el uso del espacio público, las vías de circulación y el respeto por las normas de convivencia vial. 

 

CAMINOS Y POSTAS

En tiempos de carretas y cabalgaduras los caminos eran simples huellas trazadas de solo pasar, de abrirse picadas a machetazos en el monte espinal. Senderos que serpenteaban buscando los vados o rodeando las nacientes de los arroyos. De tanto en tanto alguien instalaba una balsa precaria y se hacía unos reales con el cobro del servicio. Eran caminos que unían postas a donde se arribaba para descansar, tomar algún alimento y cambiar de caballos. Las redes de postas fueron los medios de comunicación hasta avanzada la segunda mitad del siglo XIX. Los carros, carretas, diligencias no necesitaban más infraestructura para atravesar la provincia llevando personas y mercaderías. El transporte más moderno y eficaz de esos tiempos era el fluvial por los ríos navegables. Luego, a partir del último cuarto del siglo XIX, llegó el modernísimo ferrocarril.

En los últimos años del siglo XIX comenzaron a construirse puentes y mejorarse los caminos. Dice Camarda que “en 1884, se contabilizaron los puentes en Entre Ríos en los distintos departamentos, eran 28, de variada importancia, distribuidos en gran parte del territorio, en particular en la zona sur, los cuales se encontraban en mal estado.

“A partir de la evaluación de los puentes, el 8 de abril de 1884, se sancionó con fuerza de Ley, la realización de estudios sobre las trazas de caminos y puentes. A partir del año siguiente, se comenzó con el estudio señalado y con la construcción de puentes en forma sistemática por el territorio.”


CAMINOS ABOVEDADOS Y PUENTES

En las primeras décadas del siglo XX el trasporte automotor irrumpió para reemplazar a la tracción animal pero necesitaba de otro tipo de infraestructura. No era posible circular por esas huellas precarias y atravesar los arroyos por los vados con esos heroicos Ford T y similares.

Un papel fundamental en la mejoras de la vialidad la cumplieron las Comisiones Departamentales para las obras públicas creadas en 1898, que “eran destinatarias de los fondos recaudados por la provincia para la realización de puentes y caminos. Este proceso va a comenzar a cambiar con la asunción del radicalismo, en 1914, pero recién hacia fines de esa década las agencias estatales van a lograr diagramar y ejecutar las obras públicas.”(Camarda)

En 1912 se proyectaron los primeros caminos mejorados (en este caso entre La Paz y Feliciano). Según se explicita en una memoria de gobierno “dicho camino se hará con calzada abovedada de diez metros de ancho y treinta centímetros de espesor, con cuneta de desagüe donde fuere necesario, todo perfectamente pisonado por máquinas especiales.”

El sistema de abovedar los caminos de suelo natural permitía el escurrimiento del agua de lluvia y garantizaba el rápido secado de la calzada.

Durante el gobierno de Miguel Laurencena (1814-1818) se inició un amplio plan para construir puentes de hierro que se continuó en la gestión de Celestino Marcó. En el periodo fueron construidos los puentes denominados Patricio, Las Guachas, Ceibas Grandes, Los Cerros, Barrenechea, Estación Galarza, Estación Mansilla, Estación San Julián, Camino Albardón, Antonio Tomás, Espinillo, Ramblones, Carazú, Paso Duarte y el complementario La Picada, en un total de 15. Y se construyeron las calzadas bajo nivel sobre los arroyos Nogoyá y Doll.

Las Comisiones Departamentales de Puentes y Caminos llevaron a cabo una tarea muy importante que se concretó en la construcción y reparación de 130 puentes y alcantarillas puentes de madera dura; 70 fajinas; instalación de 466 alcantarillas de madera dura, 12 de cemento armado y 19 de fierro fundido y construcción de 9 calzadas de piedra.

La próspera situación económica le permitió al gobierno de Celestino Marcó la realización de un plan orgánico de obras públicas, aprobado por decreto del 20 de enero de 1919, y que comprende fundamentalmente, la construcción de caminos y comisarías de campaña, en todos los departamentos de la provincia. La ejecución de ese plan representó para 1922, la construcción de un total de 64 obras; entre otras el importante del puente La Picada, sobre el arroyo de Las Conchas en el departamento Paraná. A este puentecito que le cantó Jorge Méndez y años después fue destruido durante un conflicto militar (1962).

Hubo en este periodo un cambio en la estrategia con la supresión de las subcomisiones de caminos y su reemplazo por cuadrillas permanentes bajo la dirección general del Departamento de Obra Pública y la supervisión de las Comisiones Departamentales. Con equipos camineros adquiridos en 1925, se abovedaron un total de 67 kilómetros de caminos.

La gobernación de Eduardo Laurencena, continuó la política caminera: Filiberto Reula describe en su “Historia de Entre Ríos” que “los criterios fundamentales establecidos son: preferencia por los caminos de acceso a los centros de embarque y de consumo y de éstos a los centros mediterráneos de producción, sin servicios de ferrocarril; construcción por etapas, iniciando los trabajos por pequeñas obras de mejoramiento, como drenajes y desagües, continuando con el endurecimiento paulatino de las calzadas, hasta alcanzar los tipos firmes, más o menos definitivos; el tipo de calzada debe adaptarse, en cada uno de sus trazos a las características locales; recursos especiales, ordinarios o extraordinarios, sancionados por ley y acrecentamiento de la confianza pública respecto de la eficiencia de la acción a desarrollar y a la inversión de los recursos, que como consecuencia, debe facilitar e intensificar la cooperación particular. Y con tales normas, se realiza la obra de abovedamiento de la red caminera de la Provincia, empezando por los dos caminos troncales de Paraná a Uruguay y de Gualeguay a Concordia y siguiendo con los que les siguen en importancia, mediante los equipos camineros de construcción y conservación, a cargo de Vialidad en su gran mayoría y a cargo de Consorcios vecinales de caminos y mediante contratos con particulares.”

Durante los cuatro años de su gobierno se concretaron 3.500 kilómetros de caminos abovedados, 120 puentes y obras menores y 510 alcantarillas, con el empleo de 50 equipos camineros y con 80 Consorcios vecinales en actividad.


CONSTRUCCIÓN DE CAMINOS PAVIMENTADOS

En 1933, durante la gestión de Luis Etchevehere, la Dirección Nacional de Vialidad se hizo cargo de la red caminera troncal, por lo cual la provincia pudo ampliar su acción en el resto de las rutas provinciales. Pero el gran problema era todas las mejoras realizadas sobre suelos naturales no eran suficientes. La comercialización de la producción entrerriana tropezaba con el grave inconveniente de la red caminera de la provincia cuya transitabilidad estaba sometida al azar de las condiciones meteorológicas.

El 1934, la Provincia se acogió a los beneficios de la ayuda federal instituidos por la ley nacional 11.658 de 1932 que implicó aportes de fondos para la mejora vial y la Provincia pudo contar con los primeros caminos pavimentados, construidos por vialidad nacional. Pero los avances no fueron muy significativos puesto que una década después Héctor Maya, en su primer discurso como gobernador de la provincia (1946), sostuvo que en la provincia solo había tan solo 30 km de caminos pavimentados.


Referencia

Camard, M. (2022). Infraestructura vial, puentes y caminos en Entre Ríos (Argentina), 1893-1922.

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