Esta nota fue publicada en Semanario Hoy,
regional, de Concepción del Uruguay, mayo de 1987, antes de la nueva redada
ferroviaria del menemismo. Hoy cobra actualidad ente la reciente publicación
del Decreto Presidencial N ° 652/2017 por el cual se delega en el ministro de
Transporte, Guillermo Dietrich, la facultad de clausurar ramales ferroviarios
en forma definitiva y proceder al levantamiento de vías y demás instalaciones
ferroviarias. Asimismo los medios informan que a partir del 25 de agosto se
suspende el servicio entre la estación Los Amores (Santa Fe) y Cacui (Chaco) que
es precisamente el ramal que pasa por Charadai, localidad a la que hace
referencia la nota.
El título de la nota no hace alusión a
los veloces ferrocarriles japoneses que se caracterizan además por su escaso
nivel de ruido. Estos ejemplares están aquí, muy cerca, y permanecen tan
silenciosos como quietos. Son los trenes, o lo que queda de ellos, depositados
en la estación de Charadai, un pequeño pueblo del sur chaqueño, en la línea del
F.C. General Belgrano. Esta es una historia que comenzó con el siglo.
Trenes y La Forestal
Esta línea de Resistencia a Retiro tuvo
su origen en el F.C. de Santa Fe que tenía su punta de rieles en La Sabana,
pocos kilómetros al norte del actual límite con Santa Fe, y que servía casi
exclusivamente a los intereses de la Compañía Forestal, explotadora de los
inmensos quebrachales del noroeste argentino. Ya iniciado el siglo los rieles
avanzaron hasta Resistencia, y desde la estación Charadai se construyó un ramal
a Villa Ángela, convirtiéndose éste en la vía natural para trasladar la
producción algodonera de la pujante localidad.
Estación Charadai |
La prosperidad de esta línea se
incrementó al nacionalizarse los ferrocarriles, poniendo coto a los manejos
tarifarios que efectuaba impunemente La Forestal para favorecer sus intereses.
Charadai se convirtió en nudo ferroviario y en el lugar se levantaron talleres
para la reparación de máquinas y vagones , creando . un polo de concentración
poblacional significativo para el sur del Chaco, con una bajísima proporción de
habitantes por kilómetro.
La decadencia
Pese a todo, y contra la opinión
generalizada, comenzó la destrucción de la obra.
Ya en la década del '60 se inició la desactivación
del ramal a Villa Ángela, dejándola sin este imprescindible transporte para su
producción, no obstante los reclamos de los trabajadores ferroviarios que,
incluso llegaron a efectuar un estudio económico demostrando la rentabilidad
del mismo y propusieron la constitución de una cooperativa para explotarlo.
Transcurridos algunos años, al irrumpir
el gobierno del "Proceso" se produjo el levantamiento de los talleres
dejando "en la vía" a numerosos trabajadores y trasladando a otros.
Esta última medida significó para Charadai una considerable pérdida de
población , siendo la localidad que más decreció entre los censos de 1970 y
1980. De casi 4.000 habitantes censados en el primero solo quedaron 1.000 en
1980. Como consecuencia de esta situación se redujo el mantenimiento de
máquinas y vías, quedando éstas en una situación deplorable.
El lento viaje
Actualmente el tren que cotidianamente
cubre el tramo entre Resistencia y Vera (Santa Fe) es el único medio de
transporte para una decena de localidades, los caminos son de tierra y cuando
llueve se convierten en fangales.
El trencito con su vetusto vagón de
pasajeros, ¡o sólo el furgón de cola cuando no hay vagones! , avanza
zarandeándose por los rieles a un promedio de 6 horas los 100 kilómetros,
siempre y cuando alguna vaca no interrumpa su loca carrera.
Y en Charadai permanecen vagones y
máquinas silenciosas como testigos mudos de una pasada gloria, esperando una
sepultura indigna en alguna fundición de hierro viejo.
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