Mostrando entradas con la etiqueta José Luis Navarro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta José Luis Navarro. Mostrar todas las entradas

3/4/15

El payaso que quiso ir a Malvinas

Por Rubén Bourlot (publicado originalmente en la revista Orillas)

Una mañana de abril de 1982 el pueblo argentino despierta con aires de gesta. La radio anuncia que un puñado de patriotas está pisando las turbas malvinenses. El gobierno de facto hace suya una causa que es del pueblo. Pero el pueblo sabe de qué se trata.
José Luis Navarro es un humilde hombre de pueblo que se siente convocado por la causa. No cree que a su edad esté en condiciones de empuñar un fusil, por eso se ofrece a hacer lo que sabe.
En Malvinas  un puerto de nombre inglés se convierte en Argentino. La celeste y blanca vuelve a flamear sobre ese rincón recuperado. Ese puerto no puede ser Rivero, como el gaucho entrerriano que defendió esas tierras en 1833, porque unos señores académicos dictaminan que un simple gaucho alzado no merece tamaño recuerdo.
Navarro escribe una carta al Comandante de la Segunda Brigada de Caballería Blindada de Paraná, general Binotti: “Con profunda emoción le hago llegar esta nota en la que deseo resumir toda mi emoción en estas instancias históricas que estamos viviendo (…)”.
Navarro le cuenta su historia de vida al comandante.
“(…) Nací en Santiago de Chile el 16 de marzo de 1917. En el año 1932 crucé la cordillera, y en el pueblo 3 de Marzo de Mendoza comencé a trabajar en un circo propiedad de mi madre y mi padrastro (…) De esta forma me introduje en la digna profesión de acróbata, trapecista y tony, y además realicé teatro criollo (…)”

Con el circo recorre varios países de América y llega al Uruguay donde desarrolla su arte circense y actúa como cantante en las radios del país, entre otras la de Salto.
Un día de 1936 una muchacha de Villaguay, Dora Blasutti, escucha por radio Salto esa voz melodiosa que se hace inconfundible para ella.
“(…) Todo este bagaje profesional, mi general, lo brindé siempre sin egoísmo para todos los hermanos de esta mi segunda patria, la Argentina (…)”
Navarro sigue en la radio y en los circos. Cruza el Uruguay y en Concordia se une al circo de Rosita de Palma Parodi. Su trabajo itinerante lo lleva a Villaguay donde por fin esa muchacha logra conocer al hombre de la voz melódica. Y ahí nomás unen sus destinos y siguen ambos el itinerario de los circos.
Entre sus pertenecias atesora un banderín “que me fue otorgado en el año 1951 – le escribe al comandante – en ocasión del Día del Soldado, por una actuación artística que realicé para las milicias herederas del Gral. San Martín, el valeroso militar a quién le estamos todos reconocidos. Él cruzó los Andes para libertar a mi patria, y yo también,  después, traspuse las altas montañas para devolverle a la Argentina, todo lo que él consiguió (…)”
En 1940 llega a Victoria en un momento de crisis en su vida laboral y debe hacer de todo para sobrevivir: changarín, vendedor de maní, helados y caramelos.
Por fin arriba a Paraná donde descubre su lugar en el mundo para establecerse. Encuentra un medio para desarrollar su arte musical en la flamante radio LT14 y sigue con el circo y forma con sus hijos el conjunto folclórico Los Cordilleranos. Las compañías de radioteatro lo incorporan en sus elencos. Se hace peronista con carnet y todo como se estilaba en la época. Y muchos años después logra un sueño, obtener la ciudadanía argentina.
En el circo sufre un accidente con secuelas que le impiden continuar practicando destrezas riesgosas y ahí nace el Tony Peperina, con sonrisa prestada y nariz de utilería.
“(…) Ahora mi general, como ayer y como siempre, estoy dispuesto a brindarme de lleno por esta hermosa Argentina. La agresión británica a las Malvinas necesita el aporte de todos, y aquí estoy yo, con mi arte y mi profesionalidad, dispuesto, si es necesario ir a la Islas Malvinas aunque más no sea a tocar la guitarra o contar un cuento, porque también soy cuentista (…)”
El comandante tal vez haya leído la carta, tal vez un asistente, pero nunca hubo respuesta. El comandante seguramente tiene asuntos mucho más importantes que distraer su tiempo con un payaso.

Fuentes:
José Luis Navarro, copia de la carta al comandante de la II Brigada de Caballería Blindada con asiento en Paraná, 1982 y otra documentación obrante en el Fondo Radiodifusión, Sub Fondo Navarro, AGER.
Para publicar en este blog enviar los artículos a bourlotruben@gmail.com. Son requisitos que traten sobre la temática de este espacio, con una extensión no mayor a 2500 caracteres y agregar los datos del autor. Se puede adjuntar una imagen en formato jpg.
---------------------------------------------------------------