3/12/15

El sillón de Urquiza

Por Rubén Bourlot

Un lugar común, en particular utilizado por el lenguaje de los medios llamados “nacionales” - es decir de Buenos Aires -, es denominar el “sillón de Rivadavia” al asiento del presidente de la Nación. Y a la institución presidencial misma. Una crónica que escribió Prudencio Bustos Argañarás en la Voz del Interior manifiesta que “cuando el presidente de la Nación concurre a la Catedral de Buenos Aires con motivo de algún acto de carácter oficial, ocupa un asiento conocido como ‘el sillón de Rivadavia’.”
Sello postal con la imagen de Rivadavia
El origen de esta expresión es más bien oscuro, tanto como el personaje a que alude. Ese tal Rivadavia del sillón no es otro que el vanagloriado Bernardino Rivadavia, elevado al procerato por sobre muchos otros buenos patriotas gracias a los historiadores que construyeron el relato histórico liberal desde una visión centralista porteña.
Rivadavia fue titulado Presidente de la Nación en 1826, entre gallos y medianoche, ante el seguro fracaso en el intento de imponer una constitución unitaria. Más bien se asemeja a una presidencia de facto. Como dice Argañarás, la legislatura de Córdoba lo llamó irónicamente “El presidente de la ciudad de Buenos Aires”. La “presidencia” rivadaviana se prolongó por poco más de un año, entre febrero de 1826 y junio de 1827, cuando se vio obligado a renunciar como consecuencia de las escandalosas negociaciones de paz con el Brasil, llevadas a cabo por su ministro Manuel José García. 
¿Cuál sería el argumento de quienes sostienen esta zoncera? (Jauretche lo sabría explicar mucho mejor). Que Rivadavia inauguró el ciclo de las presidencias de la Argentina, que fue el “primer presidente” y que su escultura se encuentra emplazada Galería de los Bustos de la Casa Rosada. Argumentos muy endebles. Es muy otra la verdad histórica.

El primer presidente
En 1826 faltaban décadas para que el país lograra su organización constitucional y por lo tanto consagrara la institución presidencial. El país en ese momento era un caótico conjunto de provincias si una autoridad nacional reconocida. Guste o no, a partir de 1831, tras la firma del Pacto Federal de ese año, se reconoció como autoridad nacional al gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Pero hubo que esperar hasta 1853, cuando la constitución sancionada en Santa Fe estableció que “El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciudadano con el título de Presidente de la Nación Argentina”.
Busto de Urquiza en Villa Elisa
Al año siguiente se llevó a cabo la primera elección presidencial que recayó en el entrerriano Justo José de Urquiza. Por lo tanto cuando se hace referencia a la institución presidencial debiera decirse “el sillón de Urquiza”, aunque éste estuviera circunstancialmente instalado en la capital provisoria de la Confederación que fue Paraná.
El mueble en sí carece de significación puesto que el aposento donde hoy se sienta el o la presidente no es el original al que alude la leyenda. Se dice que Rivadavia cuando renunció se llevó a su casa todo el mobiliario que utilizó durante su gestión, inclusive el famoso sillón donde sentaba sus reales. Y según parece, cuenta la tradición, lo hizo para cobrarse los servicios prestados a la patria.
Gustavo Gabriel Levene, en su Historia de los presidentes argentinos escribe que “no existe un sillón que habiendo pertenecido a Rivadavia continúe ostentando la categoría de mueble que en la Casa de Gobierno sigan usando los jefes de Estado de la Argentina.
“Existen sí algunos sillones que Rivadavia usó cuando era gobernante. Uno de ellos al asistir, siendo ministro de la Provincia, a la ceremonia inaugural de la Universidad de Buenos Aires y volvió a ocuparlo en ocasiones sucesivas en que repitió sus visitas a la naciente Institución. Después quedaría en la Universidad como sillón de los Rectores de la Universidad, hasta que envejecido, tomaría el camino del Museo Histórico.
Sillón utilizado por el presidente Derqui
“Otro sillón de elevado respaldo, coronado por un sol radiante dorado a fuego, con su asiento y brazos de apoyo forrados en celeste terciopelo, según la tradición habría sido obsequiado por Rivadavia al Cabildo Eclesiástico, al abandonar el gobierno. Y después de hacerlo usado Rivadavia en alguna ceremonia religiosa de fuste, sigue en la catedral de Buenos Aires y desde los tiempos de Mitre lo han ocupado durante las ceremonias religiosas todos los presidentes argentinos.”
Como una ironía, en el Museo del Bicentenario, inaugurado en 2011, se encuentra el Sillón presidencial utilizado por el presidente Santiago Derqui entre 1860 a 1861. Y es el más antiguo sillón de mando utilizado por un primer mandatario, precisamente instalado en Paraná, capital provisoria de la Confederación. Tallado en el respaldo el mueble ostenta el Escudo de la Confederación Argentina.
A la zoncera del “primer presidente” se debe agregar esa otra con que se machaca a los alumnos de la secundaria, aún hoy. La de las “presidencias históricas”, en referencia a las encabezadas por Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento y Nicolás Avellaneda, esquivando ex profeso a la de Urquiza, que para los historiadores y sus repetidores - los profesores - no sería “histórica”. Tampoco las que vinieron después.

Bibliografía:
Prudencio Bustos Argañarás, El “sillón de Rivadavia”,  suplemento Temas, La Voz del Interior, el 20 de agosto de 2006.
Levene, Gustavo Gabriel, Historia de los presidente argentinos, Bs. As., Sánchez Terruelo Editor, 1992.

30/11/15

A la hora del mate cocido

Por Rubén Bourlot

Hace más de medio siglo un emprendedor de Seguí inventó un novedoso mate cocido instantáneo que revolucionó el consumo de la zona de influencia. “El producto tuvo mucha aceptación y se comercializó bien por los canales del momento, sin supermercados, solamente en despensas barriales, distribuido por otra empresa ideada por mi padre, a la que puso mi nombre ‘Diana Distribuidora’”,  afirma Diana Schiro.
Una jornada en la fábrica Noryal y Cía.
El mate es la bebida popular de los argentinos, y el mate cocido su hermano plebeyo. El mate de bombilla, bebida de los pueblos de las provincias desde tiempos inmemoriales, y de las orillas de las grandes ciudades, logró en los últimos años ocupar un lugar en los sectores “medios” y “altos” de ciudades como Buenos Aires. No sucede lo mismo con esa otra infusión que conocemos como mate cocido, que compite en desventaja con el café, el té y otros brebajes. Nuevas presentaciones, nuevas bebidas derivadas de la ilex paraguariencis se pusieron a prueba en el mercado con resultados discretos.
“El mate había sido una necesidad en los viejos tiempos de la pampa libre; luego fue un vicio amable en las conversaciones lentas. En 1930 es de rigor como alimento casi exclusivo, con el bizcocho con grasa”, describe Abelardo Ramos en su libro Revolución y contrarrevolución en la Argentina.
Hace años, en el Chaco un viejo militante político y abogado, Carlos Díaz, solía convidar a los amigos con un refresco casero elaborado en base a mate cocido y otras hierbas en un quijotesco intento de que la gente empezara a adoptar una bebida en reemplazo de las clásicas colas elaboradas por compañías multinacionales. Y vaya ironía, hace una década, la conocida multinacional de las bebidas cola puso en el mercado un producto llamado Nativa, en base a yerba mate que terminó en un rotundo fracaso.

A la hora de tomar la leche
Pero en los tiempos que la firma Noryal de Seguí sacaba a la venta su mate cocido instantáneo, los chicos no se perdían los capítulos del radioteatro infantil Tarzán y Tarzanito “a la hora de tomar la leche”, auspiciado por un conocido chocolate. Pero sabido es que en muchos hogares, en particular los más humildes, se escuchaba a Tarzán tomando la leche con mate cocido.
Norberto Rafael Schiro junto al gobernador Uranga
En 1945 se constituye la empresa Noryal, una sociedad familiar conformada por Norberto Rafael Schiro, Alejo Hugo Lucey y Nelly Edit Lucey de Schiro, que años después adquieren un molino harinero para dedicarse a la industrialización de leche en polvo. El entusiasmo de los emprendedores tropezó con serias dificultades para lograr la adquisición de equipamiento en el exterior.  Para mantenerse en pie optaron por la elaboración de quesos, dulce de leche y otros subproductos.  
“En el año 1953 acompañé a mi padre en un largo viaje a Europa que tuvo como primera estancia relacionada con NORYAL,  la visita a la Feria Campionaria di Milano – comenta Diana Schiro -, donde se obtuvo amplia información sobre industrias en general y sus productos.  Más adelante visitamos en Holanda y Dinamarca varias fábricas de leche en polvo con sistema spray, donde mi padre se nutrió de importante información y se conocieron los primeros envases ‘tetrapack’ que llegaron mucho más tarde a Argentina.” 
Para cubrir la necesidad de nuevas inversiones, tuvieron que ampliar la sociedad. Ingresaron a la empresa Carlos Armando Schiro, Juan Zacarías Milanich y Augusto Dahl Larsen, ingeniero suizo-alemán que puso en funcionamiento el nuevo equipamiento. Utilizaban el sistema spray, una novedad en la época que permitía obtener leche en polvo de máxima calidad, muy superior al método roller 
que utilizaba Nestlé, en su planta de Nogoya. Esto les posibilitó vender el producto a empresas Lederle, Squibb e incluso Nestlé, que lo envasaban con sus marcas.
Con la maquinaria instalada además de la deshidratación de leche, obtenían una variedad de
productos como el mate cocido, mate cocido con leche, cacao con leche, polvo para helado con varios sabores, huevo en polvo y malta en polvo.
Luego se asociaron con la firma Vizental para elaborar huevo en polvo, lo que generó más de 300
puestos de trabajo, en su mayoría eran mujeres, con un significativo impacto para el pueblo.
Varios de sus productos se exportaban a países europeos como Holanda, Bélgica y Alemania.

Mate cocido soluble
El novedoso mate cocido soluble procesado por la firma Noryal se vendía con la marca Presmat, envasado en frascos de vidrio, elaborado con yerba mate comprada en molinos de Misiones. 
Interior de la fábrica Noryal Cía.
Era un producto distinto al mate cocido en saquitos que conocemos ahora. Se presentaba como un polvo instantáneo que se diluía en la taza de agua o leche caliente, como el café soluble. Recordemos que no hacía tiempo que una conocida firma de Suiza, en 1940, había lanzado a nivel mundial el café soluble instantáneo con singular suceso.
A pesar de la aceptación del producto por parte de los consumidores, “enfrentó las limitaciones de su época por la falta de vías de comunicación adecuadas, las restricciones para las importaciones, y - creo muy importante - la cultura, el gusto, los hábitos de la población que necesitaban de más tiempo para adoptar los nuevos productos. Igualmente, los productos Noryal se consumieron por muchos años y la calidad de los mismos siempre fue reconocida”, argumenta Diana Schiro, que también fue socia de la empresa. 
La empresa pionera poco a poco fue reduciendo su actividad hasta desaparecer hacia 1970. Actualmente el edificio está ocupado por la Escuela Técnica Nº 68 “Prof. Facundo Arce”.

La Escuela Facundo Arce
Escuela Técnica Facundo Arce
La historia de la técnica comienza hacia finales de 1986, cuando por iniciativa de un grupo de vecinos presentaron al Consejo General de Educación la propuesta de establecer una institución educativa que ofrezca a los jóvenes de la localidad orientación hacia la formación técnica, para evitar que tengan que emigrar a otras ciudades. Le hicieron llegar sus inquietudes al entonces intendente Romaín Ciarrocca, quien se hizo eco de las mismas y acompañó el proyecto. En ese marco, el 10 de febrero de 1987, el municipio elevó una nota al presidente de Consejo General de Educación, solicitando la creación de una escuela técnica en la localidad y ofreciendo para tal fin, el edificio “Noryal” en el cual se contaba con el espacio adecuado para dar inicio a la misma. En ese mismo año se firmó la resolución respectiva que oficializaba el proyecto.

Bibliografía y fuentes:

- “Parte de nuestra rica historia: el primer mate cocido deshidratado en el Mundo se fabricó en Seguí”, en http://seguinforma.com.ar/2014/06/21/parte-de-nuestra-rica-historiael-primer-mate-cocido-deshidratado-en-el-mundo-se-fabrico-en-segui/
- Ramos, Jorge Abelardo, Revolución y contrarrevolución en la Argentina, Vol. IV, 5° ed., Plus Ultra, Bs. As., 1973.
- Testimonios de Diana Schiro, enero de 2015.

26/10/15

Pujato, el hombre de los hielos

Por Rubén Bourlot (publicado originalmente en Orillas)

“En mayo de 1982, cuando la flota británica se hallaba próxima a las Malvinas, un viejo general retirado de 79 años se presentó al comando del ejército con un dramático pedido: se ofrecía como voluntario para pilotear un vetusto avión repleto de explosivos contra algún buque enemigo. Su nombre era Hernán Pujato.”
En Cien años de soledad, esa novela fantástica de García Márquez, el protagonista Aureliano Buendía recordaba “aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. En la tropical Macondo el hielo era toda una novedad. Hernán Pujato en tanto ya conocía el hielo de las mañanas de invierno escarchadas de su Diamante natal. Por cierto que eso no le bastaba, quería conocer el hielo de verdad, ese eterno que lo atrapó para siempre.
Pero ¿quién era ese hombre en desde su Diamante natal se fue al hielo y muchos años después quiso volver a las frías turbas malvinenses?
Dice Alejandro Bertotto en un artículo que Pujato “significó a la vida antártica argentina lo que Savio fue a la siderurgia nacional o Mosconi al desarrollo de nuestros hidrocarburos.”
Pujato nació en Diamante, el 5 de junio de 1904, hijo de José Diego Pujato y Martina García. Egresó del Colegio Militar de la Nación el 24 de julio de 1924. Como hombre de las tropas de montaña adquirió la aptitud de Cóndor Dorado.
Ya con la decisión de rumbear para el sur, estando como agregado a la embajada Argentina en La Paz, Bolivia, preparó un proyecto de Plan Antártico que lo presentó al entonces Presidente Juan D. Perón cuanto éste realizó un viaje al país altiplano.
El plan Estratégico de Pujato pretendía incorporar efectivamente los territorios antárticos a la soberanía argentina como lo había hecho con los territorios del sur casi un siglo atrás Julio Argentino Roca. Su plan incluía la instalación de una serie de bases polares, la creación de un instituto específico para atender los asuntos del continente helado (lo que sería después el Instituto Antártico Argentino -I.A.A.-), la adquisición de una unidad específica (el que sería el Rompe Hielos San Martín) y un plan para instalar población permanente en el territorio, incluyendo familias con chicos.
Los perros polares en la Base Belgrano
Perón acepté de buen grado la iniciativa y le brindó los medios para comenzar.
Así, Pujato, en 1949, es comisionado a los Estados Unidos y Groenlandia para realizar cursos de supervivencia en frío extremo, iniciando así su preparación para operar en tan altas latitudes. Hizo el curso con el ejército sueco y allí compró con su propio bolsillo una jauría de perros Huskys siberianos para la campaña antártica.
De vuelta al país le queda la ardua tarea de prepara la logística para emprender lo que era una verdadera aventura.
El Dr. Jorge Julio Mottet, segundo jefe de la 1ª Expedición Científica Argentina a la Antártida Continental (1951) cuenta que  “al coronel Pujato le tocaría enfrentarse con (o contra) la intrincada malla de la inevitable burocracia. Contábamos con el apoyo presidencial, pero eso no era una garantía de solución para todos los problemas ni la varita mágica que pudiera transformar una montaña en un valle (…)
“Al recurrir al Ministerio de Marina – continua Mottet-, la disposición de colaborar con la empresa fue puesta de manifiesto por las primeras reacciones de las más altas autoridades de esa repartición, que así cumplían con el deseo del Presidente. Sin embargo, a esa altura la Fuerza de Tareas Antárticas tenía comprometida su capacidad de bodega para la campaña que ya comenzaba.”
Tampoco la fuerza no dio una respuesta concreta a las necesidades operativas de la expedición y pusieron de por medio una serie de trabas de índole burocrático que sin dudas manifestaban el poco espíritu de colaboración para con la empresa.
“Los días iban pasando y nosotros necesitábamos soluciones inmediatas que no se producían – acota el autor citado -. Por el contrario, y a pesar de que el ministerio ofreció la cooperación de todas sus direcciones generales, los inconvenientes se iban apilando y el tiempo se acortaba.”

Un milagro de verano

Ante los contratiempos, Pujato decidió cortar por lo sano y prescindir de los servicios de la Armada.  Es así que dispuso que su segundo, el citado Mottet, explorara la posibilidad de hallar una embarcación de alguna empresa naviera privada para que los transportara. Y así comenzó, en pleno enero, una travesía contrarreloj por los vericuetos de las compañías instaladas en Buenos Aires. Mottet cuenta que hizo las averiguaciones por teléfono o trasladándose a las oficinas en el único medio de movilidad con que contaba: sus dos piernas. Caminó, halló indiferencia y algún “No” rotundo. Hasta que se produjo lo que él llama “milagro”. “Mi novia Marbelle y yo llegamos a la última en la lista de posibilidades, la Compañía Naviera Pérez Companc – cuenta en su libro Reminiscencias –“. En las oficinas de la compañía fueron recibidos por los empresarios Carlos y Jorge Pérez Companc que, explicado los propósitos del pedido, respondieron afirmativamente y le ofrecieron uno de los barcos de la flota con todo lo necesario para la travesía y totalmente gratis.
“Corría el 16 de enero de 1951 y el barco debía zarpar con rumbo a Bahía Margarita, al sur del círculo polar, no más allá del 12 de febrero. ¡Faltaba menos de un mes! Quedaba todo por hacer con respecto a los arreglos para la navegación de una motonave que no estaba capacitada para una aventura de esa naturaleza.”
Pujato en la Base Belgrano en construcción
Exactamente el 12 de febrero partieron al sur, a bordo del buque “Santa Micaela”, rumbo al Círculo Polar.  El viaje resultó exitoso y el 21 de marzo queda inaugurada la Base San Martín, en Bahía Margarita, debajo del Círculo Polar Antártico. Fue la primera base polar científica continental argentina y en ese entonces la más austral del mundo.
Después Pujato creó el Instituto Antártico Argentino (IAA), fue su primer director, fundó las Bases San Martín y Belgrano y fue titular de ambas.
Preocupado por contar con un medio de trasporte, consiguió en Alemania un buque a un costo muy favorable, logró que se lo adquiriera y se transformó en el Rompehielos San Martín, primer buque antártico argentino.
El 20 de diciembre de 1954, zarpa en el Rompehielos Gral. San Martín, con una expedición que llega hasta la costa más austral del Mar de Weddell, estableciendo además, un récord de navegación austral.
Como parte de su proyecto, Pujato tenía planificado acceder al Polo Sur por tierra, pero la revolución Libertadora lo impidió al pasarlo injusta y arbitrariamente a retiro,
En 1965, le toca al general Jorge Edgard Leal completar la hazaña de realizar la primera Expedición Terrestre al Polo Sur, conocida como “Operación 90”.
Pasaron los años, Pujato, ocultado entre los pliegues de la politiquería y los golpes de estado, vivió casi olvidado, largo y tendido. En 1982 tenía aún el valor de ofrecerse para una nueva patriada en Malvinas. Y en 2003 finalmente falleció, el 7 de Septiembre. Tenía 99 años.

Bibliografía:
Mottet, Jorge Julio C., "Reminiscencias", ed. Edivern,  Buenos Aires, 2003.
Ricardo César Brumatti, en http://diamantinas.blogspot.com.ar/2009/06/general-re-hernan-pujato-pionero-de-la.html
Bertotto, Alejandro, en http://www.malvinense.com.ar/antartida/0509/0509_15.htm

22/10/15

Olguita Cinto, la “chispita rutilante"

Por Rubén Bourlot (Publicado originalmente en Orillas)

Un pequeño suelto publicado en la revista Chispas de Paraná, en 1945, informa de la actuación de la “precoz actriz” Olguita Cinto en el radioteatro “Evocación” que se emite en la radio LT 15 de Concordia. Son tiempos sin la imagen de la televisión, cuando las obras melodramáticas ganan los titulares de la revistas de espectáculos. En Entre Ríos, el año 45 marca el inicio de la radiodifusión local y con ella de los radioteatros con actores y actrices del lugar.
Caracterizada como soldadito
Olga Cinta Barnada era, como se decía en la época, una niña prodigio. Hacía sus primeras armas en la danza y también recitaba. Era natural que fuera convocada por las compañías radioteatrales pioneras para integrar sus elencos.  Además de Evocación, participó de varia obras más, como Zacha… El gitano, la obra de Luis Pozzo Ardizzi, con la compañía de Ricardo Sandoval, con la cual salía de gira por los clubes y teatros de la zona y de Salto, Uruguay.
Un programa del Club Ferrocarril, de 1945, anuncia la presentación de la obra Caperucita Azul, comedia dramática de Isidoro Rossi – sí, el mismo que es autor de la Marcha de Entre Ríos – que tenía en el papel principal de Caperucita a Oguita Cinto.
El Diario de Concordia la califica en una nota como la “Chispita rutilante” de LT 15, y comenta la gira de la embajada artística de Concordia auspiciado por la radio que incluye a la “precoz artista Olguita Cinto Barnada, cuyas encantadoras aptitudes hace tiempo deleitan a los públicos que se renuevan en el teatro del Ferro.
“Olguita Cinto Barnada tiene mucho ángel en su carita de serafín travieso. El capullito de su cuerpo, de armoniosa plasticidad, es una euritmia viva e inquietante…” Y continúa con un rosario de halagos.
Envuelta en un trajecito militar, suele hacer las delicias del público bailando El Soldadito, “bailecito de fantasía” como se anuncia en un diario.
En el Radioteatro de LT 15 en 1945 
Otro artículo de El Heraldo la califica como “precoz y dual artista, lo mismo actúa con soltura, compenetración y naturalidad en la interpretación ya sea poética o en la comedia, come en el arte de Tersipcore, cuyas piernas se transforman en su alma que se desborda generosa y prodigiosamente en los distintos movimientos que parecieran ser el pentagrama donde la emoción del baile va trazando sus gamas sensitivas y descriptivas…”
Unos años después la encontramos en otro programa del club Ferrocarril en su papel de cantante y bailarina clásica y popular, que incluye varias interpretaciones, entre otras cantando y bailando el muy difundido tema de la época La Raspa. En 1952, un anuncio de un festival del cine Odeón, invita a verla cerrando la velada, donde “compuso un Capricho Italiano, de P. Tchaicovsky, digno de sus conquistados prestigios en la interpretación de tales danzas”, relata la nota publicada por el diario El Litoral.
Su intensa y promisorio actividad artística se interrumpe con su traslado a Buenos Aires a mediados de la década del ’50.
“A los 17 ó 18 años, no recuerdo bien, ella vino para la Capital Federal – cuenta su hija María Fabiana Fernández -.  Aquí terminó sus estudios, se recibió de maestra e hizo los profesorados de educación física y danzas folklóricas.
“Se casó con mi padre el 8 de febrero de 1963 y tuvo 3 hijos de los cuales soy la mayor.
Bailarina clásica
Si bien su carrera artística quedó en Concordia, jamás se arrepintió de ello ni se sintió frustrada por tal cosa; todo lo contrario. Abrazó la docencia y el folklore con pasión pero mayor fue la pasión que puso en su familia”
Otra de sus hijas, Daniela, fue la que siguió los pasos de su madre en el ámbito del arte y los medios*.
Olga, la recordada Olguita que se subía a una silla para pronunciar los diálogos del radioteatro en la entonces radio Concordia, falleció en Buenos Aires el 28 de enero de 2011.

* Es bailarina y trabajó como movilera de Nico Repetto y en comedias musicales de Pepe Cibrián, en Calle 42 junto a Violeta Rivas y en Chicago el musical, entre otras. También en televisión con Reina Reech, "Reina en Colores", y Hugo Midón en “Vivitos y Coleando".
Fuentes: testimonios y archivo personal de Mariana Fabiana Fernández.

17/10/15

Perón y el cooperativismo

Por Ricardo C. Bazán 
(Técnico Sup. en Cooperativismo, periodista e investigador)

“El cooperativismo es un tipo de
organización popular que está en
la médula del justicialismo”

A continuación transcribo el discurso que el Presidente Argentino General Juan Domingo Perón pronunciara ante los cooperativistas agrarios bonaerenses de la ciudad de Azul el 5 de Marzo de 1950.
“El espíritu cooperativista, es el triunfo de la justicia social y de la conciencia social del campo argentino. Los pueblos que no tienen esa conciencia social, son fácil presa de los explotadores. Un explotador, por millonario que sea, no puede enfrentar a muchos millones de hombres sin capital, pero que unidos forman un capital que es, siempre, superior en forma material y moral al explotador”.
“El Gobierno ha tenido que enfrentar a los monopolios para voltearlos y, para ello, el Estado ha debido convertirse, asimismo, en monopolio. Pero, señores, no es interés del Estado seguir manteniendo el monopolio estatal, pero no puede entregar a los chacareros, atados de pies y manos, a la voracidad de los consorcios capitalistas nacionales e internacionales”.
“El día que el campo argentino, organizado en cooperativas, pueda hacerse cargo de estas funciones, seré el hombre más feliz de la tierra, porque le entregaré al pueblo lo que es del pueblo, en la seguridad de que el Estado ha de poner su poder y su fuerza al servicio del respeto de esa organización”.
 “Nuestra lucha es una lucha simple. La humanidad hasta nuestros días, está formada por dos grandes núcleos: uno, el núcleo que trabaja, y otro, el que vive del que trabaja. Se hace cierto aquel viejo dicho criollo que dice: “el vivo vive del sonso y el sonso de su trabajo”.
“Lo que el Estado quiere, es evitar ese estado de cosas dentro del pueblo argentino. Para hacerlo, hay que hacer desaparecer a los intermediarios, a los intermediarios políticos, a los intermediarios sociales, a los intermediarios económicos. El día que eso haya desaparecido, el día que cada uno represente a su propia actividad, la conciencia social se habrá arraigado, el pueblo será más feliz y no habrá vivos que vivan de los sonsos que viven de su trabajo.
Tiempo después el Ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires dicta la siguiente resolución:

Eva Perón, 6 de Octubre de 1953 
Resolución Nº 6.937
VISTO:
Que el Segundo Plan Quinquenal establece su total apoyo al Cooperativismo que, como sistema económico social aspira a solucionar los problemas del pueblo, toda vez que desplaza al monopolio en el abastecimiento de las grandes masas y defiende al productor de los intermediarios;
Que el Estado Justicialista ha significado el resurgimiento y auge del Cooperativismo, al que auspicia y estimula, porque representa en la economía social de la doctrina peronista, el medio de lograr para los hombres de trabajo, la total posesión del fruto de su esfuerzo;
Que esta avanzada del Justicialismo que es el cooperativismo, cuenta con el decidido apoyo del Excmo. Señor Presidente de la Nación, General Juan Domingo Perón, quien ha manifestado que: “La Organización campesina debe estar hecha a base de la Cooperativa”; y

CONSIDERANDO:
Que de acuerdo a las expresas directivas del Excmo. Señor Gobernador de la Provincia, corresponde a este Ministerio propender al progreso de las entidades que agrupan en cooperativas a los productores agropecuarios;
Que incumbe al Estado Justicialista hacer conocer ampliamente los principios cooperativistas a fin de posibilitar la mejor defensa de los intereses individuales;
Que por ello resulta de importancia que la educación cooperativista se imparta en el propio medio rural donde estas entidades cumplen su cometido;(...)
En una visita que realizara Juan Perón al local de la C.G.T. con motivo del acto de clausura del Congreso de Cooperativas de Trabajo y de la constitución de la Asociación de Cooperativas de Trabajo, el General dijo lo siguiente:
“Nosotros servimos intereses del Pueblo argentino y, si un sector de ese Pueblo, en una actividad, resuelve reunirse para realizar por sí una acción social y una acción económica, está dentro de nuestra doctrina.”
“Las cooperativas representan un apoyo real y efectivo en la acción del Gobierno Peronista, y éste, en consecuencia, ha de fomentar el cooperativismo en la forma más decidida”
Seguidamente dijo Perón: “Este tipo de cooperativa de trabajo es una de las formas de cooperativas de producción. Por eso el Gobierno no solamente las ve con simpatía, sino que pondrá toda su influencia y toda su ayuda para servirla de la mejor manera:”.

El Líder expresaba de una manera muy sencilla las razones:
“La cooperativa de trabajo, siendo una de las formas de la cooperativa de producción, realiza una acción conveniente al país, situación que surge de un rápido análisis.
En primer lugar, nosotros decimos que en estos momentos es necesario producir, producir y producir y asociándose ustedes para producir, encuadran perfectamente dentro de la doctrina que el gobierno propugna como un bien público. En segundo lugar, nosotros hemos sostenido, cuando hablamos de la economía, que el justicialismo propugna la capitalización del Pueblo” (...)
Juan Perón

“En el 2.000 nos encontrara a los Argentinos Unidos o dominados”

Fuente: Biblioteca y Archivos del Autor.

2/10/15

La Caja de Créditos Paraná

Por  Ricardo Cesar Bazán (Tec. Sup. en Cooperativismo)

Entrevista A Alberto Bonifacio Costa. Alberto B. Costa (Sub-Oficial Mayor) (R), fue un destacado cooperativista, empresario metalúrgico, fundador de la Caja de Créditos Paraná Coop. Ltda. (1962) y fue también un gran difusor del ideario cooperativo.

Don Costa ¿Qué recuerda de la Caja de Créditos Paraná?
- Bueno, naturalmente que esa pregunta me hace volver a cuarenta años ya, y el que habla tiene unos cuantos abriles pero, no obstante ello, vamos hacer memoria.
Lo primero que puedo contar es como yo tuve relación con la gente que quería hacer una cooperativa de caja de crédito. En esa época, yo era presidente de la Cámara Metalúrgica , o sea de que tenia relación con todos los metalúrgicos, la pequeña y mediana industria de los metalúrgicos, se trataba de patrones metalúrgicos. Un miembro del grupo que estaba formando la caja de crédito me entrevistó y me pidió que, como iba a fomentar los préstamos a la mediana industria y empresarios de distintos tipos, integrara o fuera a cooperar con la iniciativa ya que, en esa forma, podrían favorecerse muchos de nuestros asociados. Ese seria el inicio que mi ingreso a la caja de crédito.

Consejo de Administración
 Consejo de Administración

¿Cómo fueron los comienzos de la caja de crédito?.
- Había un grupo de gente, como Osvaldo Gasparín, que era el promotor también de estas cosas, y la caja de crédito se fundó arriba de una farmacia (El Indio), en la calle Andrés Pazos y Corrientes. En realidad, no había dinero para nada,  entonces a todos los componentes que estuvieron de acuerdo  en hacer esa cooperativa, se les pedía algún elemento para poder desenvolverse, yo me acuerdo de Patat, que tenia una casa de venta de repuestos agrícolas, el trajo máquinas de escribir  y algunas mesas y demás, como él hubo otros que no tengo presentes, que aportaron cosas para que se pudiera atender a los clientes.
Después, de ahí se van a un lugar propio en calle Urquiza.
- Si efectivamente, la caja de crédito compra un local en calle Urquiza, ya cuando estaba en pleno funcionamiento y en ese lugar la caja de crédito toma un auge muy importante, también había otra caja de crédito anterior a esta caja, porque muchos creen que la caja de créditos Paraná fue la primera, y no es así, la primera caja de créditos fue la de los Almaceneros (1958) en calle 25 de Junio de la cual soy de los socios fundadores, porque todas estas cosas eran de mi interés, en el sentido de fomentar el cooperativismo y poder ayudar a los pequeños industriales metalúrgicos que era mi especialidad y la que yo defendía en ese caso.

Edificio propio de calle Urquiza

En esa época era difícil ser cooperativista.
- Pienso que era el momento oportuno de formar cooperativas y más con el antecedente de esta provincia con que habían sido entre los primeros cooperativistas que tenia el país, entre ellos la Lucienville que era allá en Basavilbaso, de los inmigrantes judíos que hicieron una cooperativa agraria que pienso se la toma como la primera, sé que, a lo mejor, hay otras cooperativas que se hicieron antes, pero que tuvieron éxito fueron esas.
Veo que Ud. Tiene muchos diplomas, uno de ellos dice “Donante fundador del Instituto de la Cooperación ”.
Edificio propio de calle Urquiza
- Bueno a este asunto lo tomamos con mucha pasión, porque veíamos que el cooperativismo podía ser una solución social, considero que no es una solución política pero para el bienestar de la gente las cooperativas y la gente que trabaja y que hace, es una solución tan importante que realmente trataba yo de perfeccionarme en la materia, para poder difundir también esa doctrina que era una solución muy especial para muchas actividades del pueblo.
La Caja de Créditos Paraná Coop. Ltda. abrió sus puertas a los socios  el 27 de Agosto de 1962, sus fundadores eran comerciantes, colectiveros, industriales, empleados y profesionales.
El primer Consejo de Administración  fue designado por votación en Asamblea General, quedando constituido de la siguiente manera: Presidente: Alnidar T. Bornissen, Vicepresidente: Tranquilino Pereyra, Secretario: Miguel Brunstein, Pro: Alberto Costa, Tesorero: Alfredo c. Pederzolli, Pro: Ermelio Ludi, Vocales: 1· Schmuel Salzman – 2· Oscar Patat – 3· Ruben Kunzi – 4· Doroteo Montero Vera – 5· Enrique Ariel, Vocales Suplentes: 1· Constantino Valencia -2· Jorge Céparo -3· Pedro R. Soñez  4· Abrahan Gueller – 5· Mario Borges, Síndico Titular: Edmundo Bellodi, Síndico Suplente: Alberto Ortiz, fueron designados: como gerente el Sr. Osvaldo Gasparín, como Contador el Sr. Arístides Bertozzi y, como cajeros, la Srta. Onelia Ceparo y la Sra. Mirtha Gabas.
Alberto Bonifacio Costa nació el 9 de Julio de 1918 en San Benito y falleció el 15 de Abril de 2011 en Paraná.

Es importante destacar que fue el único argentino que los alemanes dejaron participar en la construcción de las compuertas del Túnel Subfluvial.

29/9/15

Memoria Cooperativa Entrerriana. Homenaje a Don Aldo Torlaschi

Por Ricardo Cesar Bazán (Téc. Sup. en Cooperativismo)

De la mano de Don José Echeverría dí mis primeras charlas de cooperativismo, escribí mis primeras notas en vocero de Vicoer y asistí a los primeros actos del día de la cooperación. A manera de homenaje y para que la memoria cooperativa no se pierda he transcripto el discurso que pronunciara Don José en la ciudad de Diamante (Julio de 1994) al recordar a Don Aldo Torlaschi, quién rescató a la Cooperativa Federal Agrícola Ganadera de Diamante Ltda. Muy emocionado evocó a este ilustre cooperativista con estas palabras:

José Etcheverría
“No es mi intención desarrollar una clase de historia cooperativa, porque no es lugar ni momento, quería sólo que nos ubiquemos en el tema para dimensionar en su justo valor la obra de este pionero, que recaló aquí en esta ciudad de Diamante en el año 1949, y aceptó el desafío de hacerse cargo de esta cooperativa, a lo que solo le quedaba el nombre y un grupo de consejeros honestos que la querían salvar, pero que no encontraban la forma. Cabe destacar que económicamente estaba en quiebra y era inquilina de este local. Don Aldo Torlaschi tenía escasos 22 años y con una perseverancia sin desmayos ni descanso remontó la cuesta transformándola en una de las cooperativas más importante de nuestra provincia. El logro conseguido con su tesón no fue únicamente económico aunque tuvo una dimensión que a muy pocos se les hubiese ocurrido en esta época, sino que no descuidó en ningún momento la parte humana, por ello buscó afanosamente mejorar el standard de vida de los minifundistas del departamento de Diamante y sus alrededores. Cuando el gobierno provincial propone un plan de electrificación rural, esta cooperativa fue la primera que aceptó el desafío. No se le podía escapar a Don Aldo el valor que representaba para la familia rural contar con electricidad. Cambiaría, como sucedió, su nivel de vida en todos los aspectos: cultural, en economía familiar, comodidades, esparcimiento, servicios, tecnificación para una mayor y mejor producción. Cuando aquí se secaba el cereal desparramado en las calles de la ciudad compró la secadora y así la cooperativa podía entregar el grano con el exacto grado de humedad permitido y se ahorraba la multa y servicios de secado conque castigaba la Junta Nacional de Granos a los colonos o cerealistas que entregaban la cosecha. Cuando se trabajaba todo el cereal embolsado emprendió la construcción de los silos del puerto, que tantos beneficios trajeron para los socios de la cooperativa. Lastimosamente por las injusticias políticas del momento no pudo concluir tremenda obra como era su proyecto, con el puente de embarque directo al buque. Cuando compro el predio sobre ruta once donde luego se levantó la planta láctea, contrató un profesional para diagramar y concretar una quinta de frutales. Es seguro que eso lo realizó con el afán de demostrar que era posible obtener buenas cosechas, y harían lugar que los minifundistas lo imitaran, y cuando la producción se justificara industrializar el producto. También fue pensando en la economía familiar de los socios de la cooperativa que levantó la planta láctea que tenía que ser un polo industrial sumamente importante para Diamante cuando se produjese el aprovechamiento industrial integral de la leche. Lo que no pudo materializar fue el criadero de cerdos con uso del suero que produciría la fábrica de quesos. El norte de toda su lucha fue el progreso de los socios de la cooperativa, y la creación de fuentes de trabajo para los jóvenes.
“Don Aldo fue un ciudadano de una conducta ejemplar como esposo, padre de familia, sensible a los problemas de la comunidad, donde estaba inserto y tuvo, como ya dijimos visión, de futuro y se sacrifico por el bien y el progreso de su cooperativa, o sea de todos sus asociados. 
“La propuesta de este homenaje fue planteada por una joven que no lo conoció personalmente, pero que por referencias de sus mayores sabía quién había sido Don Aldo Torlaschi, 
“Sra. de Torlaschi, familiares, Sras. y Sres., deja nuestra Fundación (Fe Cooperativa) con este acto, concretado este homenaje a quien consideramos un ejemplo de vida ejemplar, que debía servir de norte a las nuevas generaciones”.
Don Aldo y Don José ya no están entre nosotros físicamente, pero perduran sus obras como testimonio que nos alienta para fomentar el ideal cooperativo en nuestra juventud.
Entre los emprendimientos cooperativos realizados por Don José Jorge Echeverría podemos citar el nacimiento de la Cooperativa Vicoer Ltda, de la Mutual Solidaridad y la Cooperativa Educacional Edupro Ltda, la creación de la Fundación Fe Cooperativa de una destacable trayectoria en la educación y capacitación cooperativa en la provincia de Entre Ríos y la vecina Santa Fe. También Don José Jorge Echeverría participó en la constitución de la Federación CADER Ltda .

Fuentes: 
“Cooperando” (Ricardo César Bazán)-Programa Radial de Educación y Promoción Cooperativa.
F. M. De La Nuca-Area Comunicación Social-Hospital Neurosiquiatrico “Antonio Roballos” -Año 1994.-

26/9/15

El colectivo. ¿Invento argentino?

Por Rubén Bourlot

En una oportunidad el Museo Histórico de Entre Ríos Martiniano Leguizamón, presentó uno muestra en conmemoración al Día del Colectivo coincidiendo con la puesta en funcionamiento de la primera línea de colectivos urbanos en Paraná en 1924. Este hecho da por tierra con la leyenda muy difundida de que el colectivo es un invento porteño de 1928. “Paraná es pionero del colectivo (…)” sostiene el comunicado que informa sobre la muestra.
Tal vez para alimentar la autoestima o el ego del habitante del puerto se afirma, sin mayor rigor, que en 1928, ante la falta de pasajeros un grupo de taxistas de Buenos Aires que se reunían habitualmente en un cafetín del barrio de Floresta se les ocurrió poner en práctica el "taxi colectivo". Fue el 24 de septiembre que en la misma esquina donde se juntaban, comenzaron a ofrecer a los gritos un viaje hasta Caballito por 20 centavos (la quinta parte de lo que hubiera costado en taxi), o a Flores por sólo 10. Y así nace la leyenda del “colectivo, invento argentino”.

En Paraná
Para bajar el tono del autobombo porteño, varios años antes en Paraná una ordenanza fechada el 12 de junio de 1924 concedió a Eduardo Aliprandi autorización por el término de 20 años para instalar y explotar un servicio de ómnibus en la ciudad. Meses después todo estaba en orden para iniciar el nuevo servicio, como lo informa el diario La Mañana del 4 octubre. “Hoy, a las 16 horas, será inaugurado el servicio de ómnibus con la línea establecida entre Plaza 1° de Mayo y Puerto Nuevo (…)“  El servicio contaba con tres unidades con capacidad para 14 personas y con un costo de 10 centavos el pasaje.
 Diario La Mañana, licitación en Paraná, 4-10-24
Paraná desde hacía años contaba con servicios similares de trasporte público como el tranvía (o tranway) tirado por caballos desde 1873 y eléctrico desde 1921.

Un invento no tan argentino

Pero tampoco vamos a concederle a Paraná el privilegio de ser la pionera de este servicio. El trasporte colectivo terrestre de tipo urbano, sin vías, tiene una historia muy anterior en el mundo. Ya en 1823, en Nantes, Francia comienza a funcionar un servicio urbano de carruajes tirados por caballos que toman el nombre de “ómnibus”, por el nombre de una tienda de sombreros donde tenían la parada los mismos. Más tarde el inventor de automóviles Karl Benz desarrolla en 1895 un autobús con motor a combustión. Luego en Francia el 11 de junio de 1906 se libra al servicio la primera línea de autobuses. 
Diario La Acción, nuevas unidades 
en C. del Uruguay, 6-12-12
También en Estados Unidos hacia 1914 un grupo de desocupados se lanza a cubrir un servicio con tarifa y recorridos fijos, a la largo de algunas líneas de la Pacific Electric. A estos rodados (eran un auto común adaptado) se los bautizó jitneys, cuya traducción sería para nosotros como decir “chirola” (moneda de poco valor). Pronto tuvieron que desactivar el servicio por denuncias de competencia desleal hacia las compañías de tranvías.
 

Antes en Concepción del Uruguay

Y para abundar en testimonios sobre el funcionamiento de autobuses, omnibuses o colectivos no nos vayamos muy lejos. Una breve noticia aparecida en el diario La Acción de Paraná, el 6 de diciembre de 1913, de su corresponsalía en Concepción del Uruguay, da cuenta que “la empresa de autobús, en vista de éxito obtenido, traerá dos más, con lo que podrá realizar un servicio más completo”. Sin dudas una prueba contundente que este servicio era mucho más difundido de lo que dejan entrever las informaciones que circulan en diversos medios, originadas en los mentideros de la capital del país, donde dicen que Dios atiende. Y pensar que recién en 1928 se avivaron los porteños.
Colectivo de Concepción del Uruguay, Caras y Caretas, 1918
Agreguemos otra evidencia categórica. En la nunca suficientemente bien ponderada revista Caras y Caretas, de 1918, aparece publicada una crónica de viajes de un tal Dr. A. Vaccari que inserta una fotografía de “autobús empleados en Concepción del Uruguay, para paseos en la alrededores”, según el pie de la misma.
Estos son solo algunos testimonios tomados más o menos al azar; seguramente habrá numerosas experiencias en otros lugares del país, inclusive en nuestra provincia. De lo que no hay dudas es que el colectivo no es un invento porteño. Recordemos que la historia es dinámica, y lo que hoy parece una verdad revelada mañana tal vez sea solo una leyenda.

Fuentes:
Diarios La Acción y La Mañana, de Paraná

Caras y caretas (Buenos Aires), N° 1.050, 16-11-1918

17/9/15

El día que Entre Ríos tembló

Por Rubén Bourlot

Es enero de 1948, las lluvias arrecian, el calor agobia y la gente se refugia en las casas a la hora de la siesta. Alejandra Ramírez termina de lavar los platos después del almuerzo, y de pronto un temblor. “Siento que se mueve el piso de la cocina, me tomo de una mesa para no caerme, me siento y miro por la ventana hacia el campo y me parece ver que el terreno se ondula y comienza un tintinear de las ollas y sartenes que tengo colgados frente al fregadero”.
El fenómeno dura apenas unos pocos segundos, pero las personas sienten con alarma la sensación del movimiento telúrico, primero por el desconocimiento sobre el fenómeno, y luego por saber que en estos lugares nunca había ocurrido un "temblor de tierra" como dicen los lugareños. Seguramente en la memoria popular se mantiene fresco el recuerdo del trágico terremoto de San Juan, de 1944. 
El moviento sísmico ocurrió el día 21 de enero de 1948, a las 13, 47 y se sintió con intensidad en los departamentos Feliciano, Federación y Concordia. La magnitud estimada fue de 5,5 en la escala de Richter y de una intensidad de grado VI en la escala de Mercalli. Su epicentro estuvo en la zona de la isla Curuzú Chalí, departamento La Paz.
Los diarios La Acción y El Diario de Paraná del 22 de enero reflejan la noticia y pone en la tapa la información de los cables de las agencias que mencionan la presencia del fenómeno en Rosario y Corrientes. En páginas interiores El Diario informa que el movimiento fue percibido con poca intensidad de Paraná, en tanto que en Feliciano el sismo fue intenso y provocó “agrietamientos y caída de revoques en varios edificios”. También causó alarma en Concordia donde “los habitantes salieron a las calles alarmados, trasladándose a las plazas y lugares abiertos…”, y en la vecina Salto. Otros lugares donde se hizo notar fueron La Paz y Federación. 

La Acción informa que el fenómeno fue detectado por el Observatorio de Villa Ortúzar y que el mismo se debió a la Gran falla geológica del Río Paraná. Y precisa que no afectó a la provincia de San Juan. Al día siguiente el jefe del departamento de geofísica del Servicio Meteorológico Nacional explica que “se trata de un acontecimiento muy pocas veces observado, pero del cual se tienen antecedentes, así como se explicación natural (…). La cuenca donde corre el río Paraná no es otra cosa que una gran falla terrestre – añade - que ha desempeñado en las épocas geológicas del pasado un papel preponderante en la generación de terremotos”. Y más adelante abunda en hipótesis “(…) en cuanto a las causas probables que han puesto en movimiento las fallas del Paraná no es posible determinarlas con absoluta exactitud (…) Podría suponerse que la actual posición de la luna en su primer cuarto está originando tensión, que se conoce con el nombre de ‘mareas solares’ de la corteza terrestre, que podría deformar el planeta al combinarse con las similares del sol (…).” El geólogo Juan Carlos Bertolini explica que este movimiento se origina en “una falla transcurrente de desplazamiento de rumbo que se ubica entre la isla nombrada y la localidad de puerto Yeruá”.
El diario La Prensa de Buenos Aires (22/1/1948) por su parte consigna que en Villa Elisa, Entre Ríos, se sintió “un intenso movimiento sísmico que hizo trepidar los edificios y objetos que se encontraban en su interior”. Al día siguiente el mismo diario capitalino precisa que el epicentro del sismo se ubica entre Esquina, Corrientes y La Paz y lo ilustra con un mapa. 
Pero las noticias no advierten sobre los antecedentes que se registran en la zona desde el siglo XIX. Los diarios de 1848 dan cuenta del primer terremoto documentado de la zona que se produjo el 9 de agosto a las 18 horas y que continuó con réplicas hasta el 11 de septiembre. El epicentro se ubicó en la cuenca de Punta del Este. Dos periódicos, El Defensor de la Independencia Americana y El Comercio del Plata de Montevideo, ofrecieron una amplia información sobre el suceso. 
También en 1888 Buenos Aires, Montevideo y casi todo Entre Ríos sufrieron las consecuencias de un movimiento conocido como Terremoto del Río de la Plata, con una magnitud de 5,5 grados que provocó pánico en la población. Una crónica de un diario del Uruguay brinda un panorama del acontecimiento: “El temblor fue sentido asimismo con cierta intensidad en las ciudades uruguayas de Mercedes, Paysandú y Artigas, aproximadamente situadas en el mismo meridiano que el foco del temblor, así como en varias ciudades y pueblos del interior argentino. Una especial mención merece la información brindada por el diario La tacita de la ciudad de Colonia, en su número del 5 de junio de 1888: “... Venía el vapor ‘Saturno’ de la capital vecina para esta ciudad. Navegaba tranquilo por el centro del canal con más de 20 pies de agua, cuando de pronto se detuvo como si tocase el fondo. El capitán hizo echar la sonda, pero se encontró con que el barco, movido por una fuerza oculta, zarpaba por sí mismo de la varadura y seguía su camino”.

Fuentes: diarios La Prensa de Buenos Aires, La Acción y El Diario de Paraná de los días 22 y 23 de enero de 1948. Testimonio de Juan Ramírez de Feliciano, nieto de Alejandra Ramírez. Juan Carlos Bertolini, geólogo, entrevista, septiembre de 2013.

9/9/15

La visita del poeta

“Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro (…)”. Cuántas generaciones de niños leyeron en la escuela estos párrafos de Platero y yo, la tierna descripción de ese burrito que trotaba por un prado salpicado de flores.

Juan Ramón Jiménez. El autor había nacido la noche de navidad de 1881.
Muchos años después, tras los convulsionados sucesos políticos de España, tras la tragedia de las guerras que desangraron a toda Europa, el poeta llegó al puerto de Paraná precedido por la fama que le había dado su humilde burrito. Fue en 1948 y nuestro poeta “entrerriano por el canto”, Jorge Enrique Martí, recuerda el acontecimiento en una nota escrita en 1979.

“Vale la pena recordar el suceso, ahora que la evocación lo sitúa desde una perspectiva de más de treinta años. Ocurrió el 27 de agosto de 1948, a las 18,30 en la Biblioteca Popular de Paraná .Ese día, a esa hora y en ese lugar Juan Ramón Jiménez habló sobre el tema La razón heroica. El memorable acontecimiento sigue vivísimo en el recuerdo de quienes fueron sus espectadores. Allí estaba, en Paraná, genio y figura, con la extrema dulzura de sus poemas, la barba estirada en la pera con hilos que ya plateaban los ojos tiernos y melancólicos como los del precioso burrito de su relato inmortal, el autor de Platero y yo. ¿Saben los muchachos de estos días que hace treinta y un años estuvo en Paraná el alto poeta español? Sesenta y siete años tenía entonces Juan Ramón y ya había cumplido veinte y cuatro el libro que le dio universal popularidad. Es de verlo o de imaginarlo en Entre Ríos, andando las calles paranaenses. Dialogó, con muchos o con todos. Queda para testimonio de la historia literaria su encuentro con nuestro Juanele a quien tanto se le parece por la transparente, honda luminosa sencillez de su poesía. Platero en Paraná. El poeta de "Españoles de tres mundos", "La estación total", "Diario de un poeta recién casado" y " Sonetos espirituales", entre nosotros, en la querida provincia recostada en las barrancas del gran pariente del mar (…)”
Jiménez y su esposa Zenobia llegaron a Buenos Aires el 4 de agosto de 1948 a bordo del “Río Juramento” y en el puerto los esperaba un grupo de estudiantes, entre los cuales se hallaba nuestra María Elena Walsh, la que con el tiempo se convertiría en el ícono de la literatura para los niños.

Juan Ramón desde hacía años andaba por estas tierras americanas. En 1936 se traslada a Nueva York como agregado cultural en la Embajada de España, luego vive en Puerto Rico, La Habana y Florida donde se dedica a escribir y dar clases y conferencias. Hacia 1939 vuelve a Nueva York para posteriormente instalarse en Coral Gables, Miami y finalmente se radica en Riverdale, en 1945.
Invitado por la revista Los Andes de Buenos Aires para la lectura de un ciclo de cuatro conferencias de la capital porteña, la visita se extiende a otras ciudades argentinas e incluso a Montevideo, y las actividades del poeta se multiplican.
El 25 de agosto llega a Rosario para pronuncia una conferencia, el 26 hace lo propio en Santa Fe y el 28 está en Paraná. El Diario de la capital entrerriana expresa que “se suscitó expectativa desde que se anunció la posibilidad de que el poeta pisara nuestras playas.” La llegada se produce al as 11 de la mañana en la balsa desde Santa Fe, siendo recibido por delegaciones escolares.
El diario La Acción también de Paraná anuncia brevemente que “a las 18,30 horas actuará hoy en la Biblioteca Popular el celebrado poeta Juan R. Giménez (sic), de actuación brillante, por lo que Paraná tendrá una nota artística de alto vuelo.”
Los organizadores de la presencia fueron el Centro Cultural Carlos María Onetti, la Asociación Mariano Moreno, Círculo de Profesores Diplomados, Asociación Amigos de la Música, Club Social, Asociación Guitarrística Entrerriana y Círculo Lírico de Paraná.

Al día siguiente El Diario agrega detalles del arribo. “Desde temprano se fueron congregando en el puerto personas ligadas a los círculos intelectuales. Su llegada estaba prevista para las 11. Había varias delegaciones de escolares. Cuando llegó fue rodeado por la concurrencia, él respondió con emoción acariciando a los niños más pequeños. Ya en el hotel fue saludando a mucha gente. La conferencia congregó a numeroso público en la Biblioteca Popular a las 18, sobre La razón heroica (hechos de la vida diaria con las batallas del espíritu). Cuando acabó fueron todos a felicitarle. Minutos después se embarcó para la vecina capital, en viaje a Córdoba, ya que deberá cumplir con un compromiso con las entidades culturales de la ciudad”.
En las escasas horas que estuvo en la ciudad entrerriana fue recibido por Juanele Ortiz a quien le comenta el poeta español, mirando la ciudad desde la zona de El Brete, que parecía “una Zaragoza del alma” y le puso en la dedicatoria de un libro “de Juan R. a Juan L.” 
Años después, en 1956, el poeta que anduvo pisando suelo entrerriano,  recibía el premio Nóbel por su obra.

Fuentes:
- Diario La Acción y El Diario, agosto de 1948
- Jiménez, Juan Ramón, Dios deseado y deseante, ed. Akal, 2009
- Martí, Jorge Enrique, Platero en Paraná, en Sucesos dominical, 29 de agosto de 1979 
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