Por Rubén Bourlot
Hace más de medio siglo un emprendedor de Seguí inventó un
novedoso mate cocido instantáneo que revolucionó el consumo de la zona de
influencia. “El producto tuvo mucha aceptación y se comercializó bien por los
canales del momento, sin supermercados, solamente en despensas barriales,
distribuido por otra empresa ideada por mi padre, a la que puso mi nombre
‘Diana Distribuidora’”, afirma Diana
Schiro.
Una jornada en la fábrica Noryal y Cía. |
El mate es la bebida popular de los argentinos, y el mate
cocido su hermano plebeyo. El mate de bombilla, bebida de los pueblos de las
provincias desde tiempos inmemoriales, y de las orillas de las grandes
ciudades, logró en los últimos años ocupar un lugar en los sectores “medios” y
“altos” de ciudades como Buenos Aires. No sucede lo mismo con esa otra infusión
que conocemos como mate cocido, que compite en desventaja con el café, el té y
otros brebajes. Nuevas presentaciones, nuevas bebidas derivadas de la ilex paraguariencis se pusieron a prueba
en el mercado con resultados discretos.
“El mate había sido una necesidad en los viejos tiempos de
la pampa libre; luego fue un vicio amable en las conversaciones lentas. En 1930
es de rigor como alimento casi exclusivo, con el bizcocho con grasa”, describe
Abelardo Ramos en su libro Revolución y contrarrevolución en la Argentina.
Hace años, en el Chaco un viejo militante político y
abogado, Carlos Díaz, solía convidar a los amigos con un refresco casero
elaborado en base a mate cocido y otras hierbas en un quijotesco intento de que
la gente empezara a adoptar una bebida en reemplazo de las clásicas colas elaboradas
por compañías multinacionales. Y vaya ironía, hace una década, la conocida
multinacional de las bebidas cola puso en el mercado un producto llamado
Nativa, en base a yerba mate que terminó en un rotundo fracaso.
A la hora de tomar la
leche
Pero en los tiempos que la firma Noryal de Seguí sacaba a la
venta su mate cocido instantáneo, los chicos no se perdían los capítulos del
radioteatro infantil Tarzán y Tarzanito “a la hora de tomar la leche”, auspiciado
por un conocido chocolate. Pero sabido es que en muchos hogares, en particular
los más humildes, se escuchaba a Tarzán tomando la leche con mate cocido.
Norberto Rafael Schiro junto al gobernador Uranga |
En 1945 se constituye la empresa Noryal, una sociedad
familiar conformada por Norberto Rafael Schiro, Alejo Hugo Lucey y Nelly Edit
Lucey de Schiro, que años después adquieren un molino harinero para dedicarse a
la industrialización de leche en polvo. El entusiasmo de los emprendedores
tropezó con serias dificultades para lograr la adquisición de equipamiento en
el exterior. Para mantenerse en pie
optaron por la elaboración de quesos, dulce de leche y otros subproductos.
“En el año 1953 acompañé a mi padre en un largo viaje a
Europa que tuvo como primera estancia relacionada con NORYAL, la visita a la Feria Campionaria di Milano –
comenta Diana Schiro -, donde se obtuvo amplia información sobre industrias en
general y sus productos. Más adelante
visitamos en Holanda y Dinamarca varias fábricas de leche en polvo con sistema spray, donde mi padre se nutrió de
importante información y se conocieron los primeros envases ‘tetrapack’ que
llegaron mucho más tarde a Argentina.”
Para cubrir la necesidad de nuevas inversiones, tuvieron que
ampliar la sociedad. Ingresaron a la empresa Carlos Armando Schiro, Juan Zacarías
Milanich y Augusto Dahl Larsen, ingeniero suizo-alemán que puso en
funcionamiento el nuevo equipamiento. Utilizaban el sistema spray, una novedad en la época que
permitía obtener leche en polvo de máxima calidad, muy superior al método roller
que utilizaba Nestlé, en su planta de Nogoya. Esto les posibilitó vender el producto a empresas Lederle, Squibb e incluso Nestlé, que lo envasaban con sus marcas.
Con la maquinaria instalada además de la deshidratación de leche, obtenían una variedad de
productos como el mate cocido, mate cocido con leche, cacao con leche, polvo para helado con varios sabores, huevo en polvo y malta en polvo.
Luego se asociaron con la firma Vizental para elaborar huevo en polvo, lo que generó más de 300
puestos de trabajo, en su mayoría eran mujeres, con un significativo impacto para el pueblo.
Varios de sus productos se exportaban a países europeos como Holanda, Bélgica y Alemania.
que utilizaba Nestlé, en su planta de Nogoya. Esto les posibilitó vender el producto a empresas Lederle, Squibb e incluso Nestlé, que lo envasaban con sus marcas.
Con la maquinaria instalada además de la deshidratación de leche, obtenían una variedad de
productos como el mate cocido, mate cocido con leche, cacao con leche, polvo para helado con varios sabores, huevo en polvo y malta en polvo.
Luego se asociaron con la firma Vizental para elaborar huevo en polvo, lo que generó más de 300
puestos de trabajo, en su mayoría eran mujeres, con un significativo impacto para el pueblo.
Varios de sus productos se exportaban a países europeos como Holanda, Bélgica y Alemania.
Mate cocido soluble
El novedoso mate cocido soluble procesado por la firma Noryal se vendía con la marca Presmat, envasado en frascos de vidrio, elaborado con yerba mate comprada en molinos de Misiones.
Interior de la fábrica Noryal Cía. |
Era un producto distinto al mate cocido en saquitos que conocemos ahora. Se presentaba como un polvo instantáneo que se diluía en la taza de agua o leche caliente, como el café soluble. Recordemos que no hacía tiempo que una conocida firma de Suiza, en 1940, había lanzado a nivel mundial el café soluble instantáneo con singular suceso.
A pesar de la aceptación del producto por parte de los consumidores, “enfrentó las limitaciones de su época por la falta de vías de comunicación adecuadas, las restricciones para las importaciones, y - creo muy importante - la cultura, el gusto, los hábitos de la población que necesitaban de más tiempo para adoptar los nuevos productos. Igualmente, los productos Noryal se consumieron por muchos años y la calidad de los mismos siempre fue reconocida”, argumenta Diana Schiro, que también fue socia de la empresa.
La empresa pionera poco a poco fue reduciendo su actividad hasta desaparecer hacia 1970. Actualmente el edificio está ocupado por la Escuela Técnica Nº 68 “Prof. Facundo Arce”.
La Escuela Facundo Arce
Escuela Técnica Facundo Arce |
La historia de la técnica comienza hacia finales de 1986, cuando por iniciativa de un grupo de vecinos presentaron al Consejo General de Educación la propuesta de establecer una institución educativa que ofrezca a los jóvenes de la localidad orientación hacia la formación técnica, para evitar que tengan que emigrar a otras ciudades. Le hicieron llegar sus inquietudes al entonces intendente Romaín Ciarrocca, quien se hizo eco de las mismas y acompañó el proyecto. En ese marco, el 10 de febrero de 1987, el municipio elevó una nota al presidente de Consejo General de Educación, solicitando la creación de una escuela técnica en la localidad y ofreciendo para tal fin, el edificio “Noryal” en el cual se contaba con el espacio adecuado para dar inicio a la misma. En ese mismo año se firmó la resolución respectiva que oficializaba el proyecto.
Bibliografía y fuentes:
- “Parte de nuestra rica historia: el primer mate cocido deshidratado en el Mundo se fabricó en Seguí”, en http://seguinforma.com.ar/2014/06/21/parte-de-nuestra-rica-historiael-primer-mate-cocido-deshidratado-en-el-mundo-se-fabrico-en-segui/
- Ramos, Jorge Abelardo, Revolución y contrarrevolución en la Argentina, Vol. IV, 5° ed., Plus Ultra, Bs. As., 1973.
- Testimonios de Diana Schiro, enero de 2015.