Por Rubén Bourlot y Omar Gallay
Todos los pueblos exhiben con
orgullo el hecho de ser la cuna de personalidades destacadas. Así Yapeyú se
anuncia como la patria chica del libertador San Martín, la colombiana Aracataca,
se presenta como el lugar de nacimiento de García Márquez; San Juan muestra los
vestigios de los primero pasos de Sarmiento; Caracas atesora la casa donde
nació Simón Bolívar, y así podríamos seguir.
En Entre Ríos, una de las figuras
más reconocidas de su historia, el general Justo José de Urquiza, que llegó a
ser presidente de la Confederación Argentina, no tiene una ciudad o pueblo que
refugie su memoria natal. No se trata de Concepción del Uruguay donde descansan
sus restos mortales. El sitio donde se escuchó su primer llanto es un lugar no
precisado del interior del departamento Uruguay, en el casco de una antigua
estancia que perteneció a su padre, José o Josef de Urquiza.
Monolito sobre la Autovía José Artigas |
Una investigación inédita nos acerca ciertas certezas sobre el sitio.
“De acuerdo a la mayoría de los
historiadores, el Gral. Justo José de Urquiza nació en la Estancia San José,
ubicada en El Talar del Arroyo Largo (hoy Urquiza) el 18 de
octubre de 1801.
“Fue bautizado el 21 de octubre
por el capellán fray Juan Claramonte, quien estaba a cargo del oratorio mandado
construir en la estancia por su padre.
“En verdad este templo fue
proyectado por Dn. Pedro Duval, anterior propietario, y del cual Dn. Josef de Urquiza fuera administrador.
“En oportunidad de la visita
pastoral que hiciera al lugar el Obispo Benito Lué y Riega el 24 de mayo de
1804, recibió los oleos bautismales.”
Entre
el Talar y los Corrales
El antiguo casco de la estancia
San José desapareció con el tiempo, pero aún se conservan algunos indicios en
la zona que comprende los límites de las colonias Las Achiras y Quinto Ensanche
de Mayo. “A unos quinientos metros al sur del actual casco de la Estancia Villa
Teresa, cruzando el arroyo Las Achiras, que a los pocos
metros confluye en el arroyo Urquiza, junto con su similar El Cordobés que
corre desde el norte, se encontraban unos corrales de un metro de alto hechos
con piedras (areniscas) abundantes en la zona1, muy
cercanos al antiguo oratorio, la casa familiar y de la población (personal de
la estancia) que Dn. Josef hiciera edificar.
“Existen dos versiones sobre el
lugar preciso donde el Organizador de la Nación dio sus primeros berridos. La
tradición histórica lo ubica el en el paraje denominado ‘El Talar’ que
comprendería una zona que otrora habría estado dominada por estos árboles, al
oeste del actual puente sobre el arroyo Urquiza en la Autovía General Artigas
(ex Ruta 14).
“La otra referencia, menos
conocida pero con fuerte arraigo en la tradición lugareña, determina como lugar
de nacimiento la casa paterna que se situaba en cercanías de los ‘corrales de
piedra’.
“Refrenda esta última presunción,
los recuerdos de la hermana del General, Dña. Flora del Carmen de Urquiza de
Soler, que residiendo en Buenos Aires al momento de la inauguración de un
monumento recordatorio a la vera de la ruta 14, en 1937, dice en un pasaje de
la misiva que envió en adhesión al acto:
‘Mi intención al escribirle es
relatarles un hecho que acudiendo a mi memoria, despierta dudas sobre si el Gral.
Urquiza nació en el llamado “Talar” o en
“Los Corrales”. Era más o menos alrededor de 1860 y yo, niña aún, volvía
de con mi padre de un viaje a la Colonia San José por él fundada. Habíamos
concurrido a una fiesta de aniversario, habíamos estado en la casa de Peyret,
habíamos visitado las granjas y recibidos grandes agasajos. Volvíamos a la
ciudad del Uruguay en la volanta usual en esos años y al pasar por Los
Corrales, hoy Villa Teresa, y donde existe de pie un antiguo corral de piedra,
mi padre, señalándome la casa, me dijo, más o menos: ‘Ves, hija, ahí he nacido
yo’. Esta referencia de mi propio padre, que recuerdo muy bien, me ha hecho
dudar siempre sobre el sitio que la tradición a señalado como lugar de su
nacimiento, “El Talar”, y he querido ponerla en su conocimiento, no para
menguar el calor del homenaje, sino para aportar un antecedente que pueda abrir
un camino nuevo a las investigaciones históricas del hecho’.
Casco de la estancia Villa Teresa |
“En el mismo sentido, Dn. Marcelo
Tito Sáenz Valiente, nieto del General Urquiza y que viviera hasta su muerte en
Villa Teresa -propiedad heredada de su madre Teresa de Urquiza de Sáez
Valiente, la cual la hubo comprado oportunamente a su hermano Cipriano de
Urquiza quien la recibiera en sucesión-, explicaba a los visitantes que la casa
de Dn. Josef se encontraba al sur de los corrales de piedra y que allí había
sido el lugar de nacimiento de su abuelo. Por consiguiente, renegaba del
emplazamiento que oportunamente se había hecho de un monumento recordatorio en
la ruta 14, el cual llamaba a una falsa interpretación al rezar en su
inscripción ‘sitio del nacimiento’”.
Los
homenajes a Urquiza
En 1901, con motivo del centenario
del nacimiento del Organizador, entre el 17 y el 20 de octubre se llevaron a
cabo diversos actos de homenaje en Concepción del Uruguay, el Palacio San José,
en la capital provincial y en el sitio probable de su nacimiento.
Los festejos en el sitio del nacimiento, Caras y Caretas 1901 |
“El acto central se realizó en arroyo
Urquiza, en la ya derruida casa que perteneciera a
los padres del General.
“Treinta carruajes y tilburis (2) partieron
con ese destino bien temprano a la mañana. De igual manera lo hicieron jinetes
y carretones que condujeron a señoritas, caballeros y niños.
“A pesar que las maestras estaban
sufriendo una demora de seis meses en percibir sus sueldos, también se
adhirieron al acontecimiento, dado que junto a sus alumnos de escuelas y
colegios dedicaron y descubrieron la placa alusiva, la que fue acompañada por
un ‘lacónico discurso’ por parte del alumno Parodié, de la Escuela Mixta.
“Se sirvió un almuerzo del cual
participaron unos 300 comensales, entre autoridades y público en general.
“A las 5 de la tarde estuvo de
regreso en Concepción del Uruguay la caravana integrada por treinta y un carruajes y cincuenta jinetes.”
1
Una de estas
construcciones se conservó originalmente hasta la década de 1970, en que fue
destruida por estar formando parte de un importante banco de piedra arenisca,
el cual fue explotado para la extracción del material para la construcción de
caminos, más precisamente de la cercana Ruta Nacional Nº 14.
2 Carro de dos ruedas y dos asientos, con
capota, tirado por un solo caballo.
Fuentes:
- Diario La Juventud –
27/octubre/1901
- Revista Caras y Caretas, Bs.
As., 1901
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