Por Damián Nahuel Fuchs
Transcribimos el presente artículo de Damián Nahual Fuchs, en 2007 alumno de octavo grado en la Escuela Provincial de Nivel Medio Nº 63 Entrerrianía, de Villa San Marcial (Estación Urquiza), Provincia de Entre Ríos, que obtuvo el Primer Premio de concurso Rincón Gaucho en la Escuela (diario La Nación), por la EGB.
Mi pueblo es sencillo como la alpargata que se fabrica en él. Esta actividad es una importante fuente de trabajo desde que los Horn, llegados a Entre Ríos como tantos otros inmigrantes, decidieron abrir una fábrica de alpargatas y aprendieron el oficio. La empresa era difícil pero estaban acostumbrados a "correr el horizonte", como dice el poeta local Orlando van Bredam de los inmigrantes, "los que llovieron luego sobre esta franja húmeda / y el corazón tuvo manos/ de arroz y de trigo". Cultivaron la tierra, luego fueron carpinteros. Pero el nuevo oficio fue esencial para la familia y para el pueblo. Era otra siembra; la cosecha, la misma, el progreso.
Villa San Marcial fue fundada por franceses aunque hombres y mujeres de otras regiones de Europa la poblaron. Urquiza es otra manera de nombrar a mi pueblo, en referencia a un hito histórico, el ferrocarril, hoy sinónimo de conflicto y desolación en contraste con la alegría con que fue inaugurado.
Los vascos trajeron la alpargata a nuestro país, sin embargo, en mi pueblo una familia de rusos alemanes es la que se dedicó y desarrolló exitosamente el oficio en la región. Actualmente nuestra comunidad, de unos 800 habitantes, incluidos los que vivimos en el campo, tiene cinco fábricas de diferentes tipos de alpargatas: de suela de goma, de yute, tipo mocasín y acordonadas.
DE LA PALABRA A LOS PIES
Etimológicamente "alpargata" se origina en la palabra "abarca", calzado de suela de cueros atada al pie con cuerdas. Del castellano "abarca" los árabes tomaron el término "parga". Luego, del plural de "pargat", finalizando el siglo XV, salió "pargate" y "alpargata", por alteración. Hoy junto a "alpargata", conviven "pargata" y "apargata". Como tipo de calzado tendría su origen en la sandalia egipcia a partir de la cual los romanos elaboraron una pantufla cubierta para proteger el pie. Introducida en España hacia 1322 se describen en catalán las "espardenyes" o "alpargatas", documento que les da legítimo origen pirenaico.
Desde que los vascos, españoles y franceses la introdujeron por el Río de la Plata se generalizó el uso de esta "especie de zapatilla de fuerte loneta con suela de cuerda de yute o cáñamo, enrollado; ( ... ) liviana, elástica, sólida y de buen agarre al piso", "heredera funcional de la bota de potro", según Fernando Assunçao.
Con el slogan "Caminar es una risa con alpargatas Urquiza" esta firma popularizó y vendió alpargatas por décadas. No parece casual que a este pueblo fundado por franceses la alpargata pirenaica le dé identidad.
TRAS LOS PIONEROS
La familia Horn llegó a San Marcial hacia 1911. En un remate organizado en Villaguay compró los elementos necesarios con los que inició en 1925 la fábrica de alpargatas Urquiza. Descendiente de los fundadores de esta primera fábrica es Alberto "Betín" Horn, actualmente dueño de la Nueva Urquiza, que con máquinas modernas fabrica alpargatas con plantilla de goma, la goma micro que hace a este calzado liviano, flexible y cómodo.
Los nuevos tiempos cambiaron la numeración: 25 a 33 para niños; 34 a 46 para mayores y las medidas especiales. Es casi imposible aplicar a alguien con la cara larga o mala cara, el dicho: "Tenés la cara como alpargata del 12". ¿Se seguirán poniendo las alpargatas en cruz para hacer callar a los perros cuando aúllan por las noches?
La palma caranday, vegetal típico de nuestra flora, ha sido tradicional materia prima pero el yute importado de Paquistán, más barato, la suplió y se generalizó al punto de identificar a un tipo de alpargata, una especialidad artesanal dentro del rubro. Generalmente las mujeres las confeccionan a mano, haciendo una costura con piolín alrededor de la plantilla llamada diente de perro.
Es imposible nombrar a todos los trabajadores que han hecho de la alpargata uno de los calzados más populares por su comodidad, practicidad y accesibilidad, ya que es uno de los más baratos. Para nosotros es común usar alpargatas hasta para hacer gimnasia en la escuela pero es curioso que se hayan puesto de moda y que aparezcan en todos lados junto con el jean.
Sin profundizar en la política argentina quiero recordar la frase que enfrentaba a peronistas y antiperonistas: "Alpargatas, sí; libros, no". En mi escuela, Entrerrianía, preferimos decir: "Alpargatas, sí; libros, también".
La primera fábrica de alpargatas ya no existe, sin embargo, todavía "caminar es una risa con alpargatas" fabricadas en Urquiza.