Rubén I. Bourlot
“Yo
soy proveniente de una familia… de un patriciado de nuestra patria que está muy
desconocido. Mis familiares eran Mansilla, Correa, emparentados con Urquiza…
toda esa gente que había dado lugar a que mi padre se ocupara, fuera una persona
que estaba en la política” dice Bernabé Castellano en una entrevista.
Castellano
fue un personaje muy singular en el entramado de la militancia peronista,
vinculado a Entre Ríos, escasamente conocido entre los entrerrianos. Integró la
Asociación de Trabajadores del Estado en Concordia entre 1953 y 1955. Luego del
derrocamiento del peronismo en 1955 sufrió persecuciones y estuvo detenido más
de setenta veces. Durante la década del ‘60 se encuadró en el Movimiento
Revolucionario Peronista (MRP). Fue enviado por Perón, con quien estuvo varias
veces en Puerta de Hierro, en misiones a Cuba, Indonesia, Argelia, Egipto,
China (portador de una carta de Perón a Mao), Alemania, Suiza, Francia e
Italia.
Castellano había nacido el 11 de junio de 1931 en Colonia Berón de Astrada, departamento Esquina, Corrientes, y aún adolescente se trasladó a la ciudad de Concordia, para trabajar en el Frigorífico Yuquerí donde comenzó su militancia sindical y política. “En 1946, en unas vacaciones -dice Castellano- yo fui a trabajar al frigorífico, de ayudante veterinario, y ahí la mayoría no sabía leer. Eran 51 secciones y había 51 delegados, y 49 no sabían leer.
“Entonces
yo estaba ya en la escuela secundaria, en la escuela de comercio, entonces iba
con ellos y comencé a hacerle actas y todo eso, y al final terminé siendo
Secretario de Asistencia Social del Sindicato en una elección que se hizo en el
‘48. Yo era menor de edad todavía”.
Tras su
despido ingresó a trabajar en el estado y en 1953 se incorporó al sindicato de
los estatales (Asociación de Trabajadores del Estado). “Ahí empecé en ATE, que
terminé estando en la parte jubilatoria, estuve como integrante de varias
comisiones, especialmente de la parte jubilatoria.
“Siempre me
elegían a mí, porque yo era joven y además estaba bastante capacitado. La
mayoría de los dirigentes que había, algunos firmaban con el dedo, los grandes.
Y esos grandes eran muy cuidadosos de la gente que dejaban entrar en las
organizaciones sindicales.”
La resistencia
La
vida política de Castellano transcurrió en su mayor parte en el marco de la
resistencia a los distintos gobiernos dictatoriales que se sucedieron en el
país en las décadas del ’60 y ’70. Tras el golpe de estado de 1955 que derrocó
a Juan domingo Perón “aparecieron escritas en todas las paredes la P y la V,
Perón Vuelve -dice-.
“Y
todo el pueblo, todos los habitantes de la Argentina, desde la Patagonia hasta
La Quiaca, y desde la Mesopotamia hasta la montaña, hasta Mendoza, en todos
lados apareció escrito Perón Vuelve, sin que eso haya sido dirigido ni alentado
por nadie. La PV. Y desde ahí se comenzaron a formar todos los grupos para
trabajar por el retorno de Perón.”
“Eso
dio lugar a que nosotros ahí en la Mesopotamia armáramos nuestro grupo, un poco
por la CGT, un poco por los militares, y entre los militares, las fuerzas de
seguridad, la Prefectura, la Gendarmería y Ejército, que era lo que había ahí,
la CGT, armamos una organización para el retorno de Perón.”
En
1957, ante la proscripción del partido Peronista, participa de la fundación del
Partido Blanco de Entre Ríos
De esa organización surge en 1964 el Movimiento Revolucionario Peronista (MRP) que integra. De sus frecuentes contactos con Juan Domingo Perón, en esos tiempos exiliado en Madrid, en 1964 surgió su designación como delegado ante la República Socialista de Cuba donde se entrevistó con el comandante cubano Manuel Piñeyro (Barbarroja) que miraba con buenos ojos al peronismo.
En
1965 viajó a China con una delegación del MRP portando una carta de Perón para Mao
Se Tum. Perón les había transmitido que: “Hasta que no lean el texto de Mao
acerca de la contradicción, a nuestros dirigentes les va a faltar una visión
cabal de la realidad política”.
También
por esa época fue enviado a Indonesia a “una reunión para la formación de los
países del tercer mundo. Y que ahí iba a estar Sukarno (entonces presidente de
ese país), y que nosotros teníamos que tener presencia para formular las
políticas económicas nacionales, que eran las que daban bases a las políticas
de Justicia Social. Y me dio (Perón) un escrito, que yo tenía que leerlo ahí.
“De
ahí de Indonesia me dieron la misión de era ir a Shangai. Y fuimos con Ho Chi
Minh, que estaba de Presidente de Vietnam. Fuimos con él y con Ben Barka, que
era un dirigente marroquí. “De ahí vinimos a Argelia, estuvimos ahí para verlo
a Ben Bella” donde 1965 Perón lo había nombrado su representante en la Conferencia
Económica de países afroasiáticos efectuada en Argelia, en contra de los
imperialismos.
En el gobierno de Entre Ríos
Cuando
se produjo la reapertura constitucional en 1973, fue candidato a diputado
nacional por la provincia de Entre Ríos. Tras el triunfo justicialista el
electo gobernador de Entre Ríos, Enrique Tomás Cresto, lo designó al frente del
Instituto Provincial del Seguro, cargo que ejerció hasta el golpe de estado de
1976. El gobierno de facto ordenó su captura por lo que resolvió salir del
país.
Dice
Daniel Parcero, autor de una biografía de su segunda esposa Marta Curone, que
“gracias a una amistad que Marta, su esposa, hiciera con una dirigente española
en uno de sus viajes de representación política, ambos pudieron exiliarse en
Palmas de Mallorca en una propiedad de aquella amiga. Marta permaneció cuatro
años, pudiendo regresar al país desde donde a través de abogados trató
infructuosamente desactivar la persecución de su marido, pasando siete años
hasta que Bernabé pudo regresar a la Patria.”
Versiones
no documentadas por escrito pero proporcionadas por fuentes confiables
sostienen que en la década del ‘70 habría participado de las negociaciones en
el marco de la crisis por la ocupación de la embajada de Estados Unidos en Irán
(1979-1981) cuando el ayatolá Ruhollah Jomeini tomó el poder tras el
derrocamiento del sha Reza Pahlevi.
Castellano falleció el 1º de mayo de 2010 y sus restos descansan en Miramar, provincia de Buenos Aires.