23/8/11

Otra vuelta de Lusera, bolichero



Por Rubén Bourlot
En agosto de 2009 se publicó el artículo bajo este título que hacía referencia al  popular aperitivo entrerriano denominado Lusera. Con el aporte de Jorge Riani y Carlos Roko lo enriquecemos y reenviamos.
En los bares y boliches de ramos generales aún se encuentran los carteles de chapa enlozada con la inscripción “aperitivo Lucera”, una bebida espirituosa muy popular en el siglo XX en Entre Ríos y provincias vecinas, inclusive en la Capital Federal.
Una crónica sobre el tradicional bar Británico de Buenos Aires consigna que el mismo “está ubicado frente al Parque Lezama, y se trata de un lugar austero donde se destacan elementos de colección como la antigua vitrina que guarda viejas botellas de bebidas incunables como el Aperitivo Lucera, tan en boga en otros tiempos”.
Jorge Riani, en su columna de El Diario de Paraná (31/7/11) cita a Don Atahualpa Yupanqui que de su estadía por Entre Ríos (Pasé de largo por Tala,/detenerme para qué,/de poco vale un paisano/sin caballo y en Montiel) comentó: “Frente a una pequeña mesa, sirvió un poco de Lusera, la bebida tradicional de entre Ríos.
El aperitivo se fabricaba en Concepción del Uruguay desde 1913, en base a la maceración y destilación de la hierba llamada lucera o yerba del lucero y otras veinte especies de la flora entrerriana. La empresa Lusera S. A. nació ese año constituida por vecinos de la ciudad, entre los que se contaban Francisco Tavella, Nicolás y Rodolfo Miloslavich, Pedro y Ambrosio Artusi, Antonio Canavessi, Pedro Barral, Juan Puchulu, Carlos Kirchner, Eduardo Tibiletti y Luis Grianta. Es considerado el primer aperitivo auténticamente argentino, formulado con materia prima local.
Sobre el origen de la fórmula, Riani sostiene que fue inventada por el inmigrante yogoslavo Nicolás Miloslavich que instaló una fábrica de licores en 1899. Esta hipótesis es distinta a la del médico de Gualeguaychú Carlos Roko quien en un correo manifiesta que es bisnieto de Ante (Antonio) Roko, inmigrante Croata oriundo del pueblito de Doli, farmacéutico, que llegó a la Argentina alrededor de 1870. Se radicó en Buenos Aires donde tuvo su primera farmacia.  Años después Antonio Roko se traslada a Concepción del Uruguay. Todos los familiares viejos cuentan que fue precisamente Antonio Roko el creador de la fórmula del aperitivo Lusera en Concepción del Uruguay. Nikola (Nicolás) Miloslavich, copoblano de Antonio, era empleado en su farmacia y le pidió que le obtuviera un purificado de la esencia de ese yuyo. Miloslavich provenía de una gran familia de licoreros en Croacia y conocía el proceso de industrialización del producto.
 Con el tiempo el producto fue ganando mercados y fama a nivel local, nacional e internacional, por cuanto fue premiado en distintos concursos y exposiciones como el primer premio obtenido en la Exposición Internacional de Milán en 1917. La industria significó un importante impacto para la ciudad, con la creciente demanda de mano de obra y el orgullo que significaba para la comunidad contar con una industria de avanzada para la época, más un para una ciudad del interior. La empresa con el tiempo fue diversificando su producción lanzando nuevas líneas de licores, jugos cítricos, amargos, infusiones y la clásica caña. Finalmente, en 1989 la firma fue vendida y dejó de fabricarse en la ciudad.

5/8/11

El cooperativismo paranaense (1855-1965)

Por Ricardo Cesar Bazán *
En Paraná se llevaron a cabo las primeras experiencias asociativas de nuestro país, dicha afirmación surge del trabajo de investigación realizado, en el cual hemos encontrado que durante la Confederación Argentina, en el año 1855, en Paraná se fundó una panadería cooperativa, cita el historiador entrerriano Cesar Blas Pérez Colman en su obra “Paraná 1810-1860-Los primeros cincuenta años de la vida nacional” lo siguiente: “ en 1858 se estableció en Paraná una importante fábrica de cerveza, que giraba bajo la razón social de Martínez y Rivero. Ese mismo año empezó a funcionar una panadería cooperativa, que contaba con numerosos asociados”. Durante la investigación que realizamos en los archivos del Dr. Oscar R. Tavani Pérez Colman encontramos que dicha panadería se llamo Asociación Panadería Del Pueblo, el periodista Daniel Tirso Fiorotto deduce que esta empresa fue fundada en 1855 dado que un aviso publicado en el periódico El Nacional Argentino en 1858 dice lo siguiente : “ Panadería del Pueblo – Los accionistas se servirán pasar por la casa del Sr. Subiaur, Tesorero de la Asociación á recibir el dividendo de las utilidades que resultaron según balance del 2· trimestre del 4· periodo administrativo que se dio cuenta en 18 Julio último á la Asamblea General – Lisandro Gordillo – Secretario-“ . Teniendo en cuenta estos datos (2· trimestre del 4· periodo administrativo) la fundación de esta empresa fue en 1855, sostiene Fiorotto.  El primer tesorero de la Panadería del Pueblo fue Don Felipe Baucis.
En la búsqueda que llevamos a cabo en la Hemeroteca del Congreso de la Nación hallamos que la cooperativa se reunía en el Club Socialista, el Club se encontraba en calle Urquiza, dicho sitio se encontraba en lo que hoy es el predio que ocupara el Banco Credicoop y la actual Cooperativa Institucional.
En la quinta de Du Graty funcionó
una cooperativa apícola
También Cesar Blas Pérez Colman cita que en el año 1864, dos naturalistas franceses: Maximiliano y Oscar Durand Savoyat, fundan una empresa cooperativa de Apicultura que se llamo “El Colmenar”, la cual daría comienzo el 1· de Enero de 1865, y funciono en lo que se conocía como la quinta Du Graty  (hoy predio ocupado por el Colegio Nacional). Sobre la misma comenta Cesar Blas Pérez Colman “Los Durand Savoyat iniciaron sus trabajos con cuarenta colmenas de buena clase, y al mismo tiempo organizaron una cooperativa popular”.
En el año 1888 comienza a funcionar la Sociedad Cooperativa de Alumbrado a Gas del Paraná, su Usina se hallaba al final de la calle Corrientes (hoy conocida como la Vieja Usina), solar que luego fuera ocupado por la Usina Eléctrica Luz y Fuerza de Paraná. Ofelia Sors comenta en su libro “Paraná dos siglos y cuarto de su evolución urbana” que “Con un capital de $ 300.000 m/n se ha constituido en Paraná una Compañía de Gas Cooperativo, en acciones de $ 100, pagaderos al 5% mensual. Las Oficinas de esta compañía estaban en calle Comercio esq. Industria, (hoy Pellegrini y España)”.
Cita Eduardo Laurencena en una conferencia leída en la  Biblioteca Popular del Paraná el día 31 de Agosto de 1911 sobre una cooperativa en la ciudad de Paraná  “Actualmente existe una “Cooperativa de consumo para empleados públicos”. Empezó á funcionar en octubre de 1909 con 226 socios que han llegado al número de 255 en la actualidad. Las operaciones realizadas también han sufrido un aumento, pues, los 4700 pesos que importaron las de los primeros meses de funcionamiento de la sociedad, ascienden á 5.300 en el último Julio.
(…) Hay otra institución cooperativa, que aunque tiene su casa matriz en otro punto, puede considerarse, y no trepido en considerarla, como local, porque ha establecido una sucursal en Paraná. Me refiero al “Banco Popular La Plata” Sociedad Cooperativa de Crédito, que ha abierto sus oficinas al público el 1· de Agosto del corriente año (…). Esta sociedad y la de consumo entre empleados son las únicas en Paraná”.
El compendio de cooperativas de 1921 cita que en el año 1917 es fundada por un grupo de obreros ferroviarios  la Cooperativa de Consumo 1· de Mayo. El profesor Elio C. Leyes comentaba en una entrevista que le realice en 1994 que “los socialistas por supuesto éramos socios de la cooperativa y se fundo en Calle Villaguay (entre Belgrano y 9 de Julio), ahí adquirió su propio local, era un local de dos plantas, en la planta baja funcionaba la cooperativa, y en la planta alta funcionaba “La Unión Ferroviaria”.
 También dicho compendio de 1921 cita que en el año 1920 el Clero entrerriano funda la Sociedad Cooperativa La Clerical cuyo primer presidente fue  Monseñor Abel Bazán y Bustos. La cooperativa se proponía a)Fomentar entre sus socios la ayuda mutua y la defensa solidaria de sus interese morales, b) Estimular el ahorro, c) Abaratar la vida, d) Proporcionar créditos a sus socios, e) Organizar entre dichos socios el seguro de vida vitalicio, en su Art 3 estipulaba: De conformidad con su carácter estrictamente mutualista la sociedad excluye de su actividad toda  operación de especulación y lucro.
Ofelia Sors en su obra de Paraná dice que a principios de los años 30 funcionaba el Banco Cooperativo Ltdo. de Paraná, fundado en Junio de 1927, que hasta 1944 funciona como Caja de Crédito. Investigando encontramos que dicha sociedad se llamo “Caja de Crédito Mutuo Cooperativa Ltda. Fue fundada un  2 de Junio de 1927. Material consultado da cuenta que el Banco Cooperativo Ltdo. de Paraná, luego se denomino en el año 1978 Banco Cooperativo del Este Argentino Limitado.
En el año 1932 es fundada la Cooperativa Eléctrica de Paraná, y que luego pasa a denominarse en el año 1939 Cooperativa Eléctrica Mixta Municipal, ya que esta seria uno de sus principales consumidores. La cooperativa nació porque una parte de la comunidad de la ciudad de Paraná tomo conciencia que eran explotados en la parte consumo por el Trust Eléctrico.  Se realizaron asambleas, se realizo una gran inscripción de socios, se compro el local, pero nunca se pudo concretar en nada que fuera la Usina Eléctrica.
En el año 1953 empieza a gestionarse la Cooperativa Farmacéutica del Litoral que fue cuando se comenzaron a reunir el farmacéutico Abraham Guestrin, el farmacéutico Goldman entre otros recuerda la Sra. Betty  (sobrina de uno de los fundadores Abraham Guestrin) en una publicación de la Revista de la Cooperativa Farmacéutica cuenta que “empezaron en una casa de calle Alem, con un empleado, que creo fue Olmedo Richard y el Ctdor. Aarón Jaimovih, juntaron un capital, con el aporte de cada uno de ellos. Ese fue el comienzo, luego se trasladaron a un local de calle España un poco más grande”. El acta constitutiva de la cooperativa dice: “En la ciudad de Paraná siendo las nueve y treinta horas del día seis de Enero de mil novecientos cincuenta y siete en el local del Bar Imperial de esta ciudad, se reunieron las personas cuyas nominas y firmas figuran en el libro de asistentes a la asambleas con el objeto de dejar constituida una sociedad cooperativa farmacéutica”.
En 1958 es fundada la Cooperativa de Provisión de Carniceros de Paraná Ltda., si bien hubo intentos anteriores de formar una institución similar estos no prosperaron.
La cooperativa se concreta a partir de la solidez del Centro de Carniceros Minoristas de Paraná para hacer frente al mal abastecimiento de carne que estaba monopolizado por la Municipalidad de Paraná como  “único abastecedor”. Sus inicios se hacen como usuario del frigorífico municipal para atender a sus asociados.
La Caja Entrerriana de Crédito Coop. Ltda. fue fundada un 31 de Agosto 1958, en una entrevista que le realizamos a Carlos Bilello nos comentaba que la Caja de Crédito nació por iniciativa del gerente del Almacén por mayor del Centro de Almaceneros (en calle 25 de Junio-hoy Banco BERSA) Don Nicolás Repetto, recordaba también Don Carlos que la misma se llamaría Cooperativa de Crédito de Almaceneros Minoristas, y que los comienzos fueron muy duros, pusieron unos pocos pesos entre todos, Galizi presto un mostrador, y unos muebles viejos del centro de almaceneros también formaron parte del mobiliario de la cooperativa.
En el año 1978, un 1· de Noviembre, la Caja Entrerriana de Crédito Paraná se fusiona con otras cajas de crédito de la región, dando nacimiento al Banco B.I.C.A. Coop. Ltdo.
En el año 1962 es fundada la Caja de Crédito Paraná Coop. Ltda. , siendo su primer presidente el Sr. Alnidar Timoteo Bornissen, la mencionada caja abrió sus puertas a los socios un 27 de Agosto de 1962, sus fundadores eran comerciantes, colectiveros, industriales, empleados, profesionales entre otros, se hizo todo con mucho trabajo y voluntad, los consejeros prestaron maquinas de escribir, de sumar, se pintaron escritorios y armarios usados, la Caja de Crédito Paraná Ltda. tuvo sus inicios en calle Corrientes, en los altos de la Farmacia “Del Indio” en un local cedido por la Unión del Personal Civil de la Nación (U.P.C.N.) que en ese momento no actuaba, allí funciono dicha caja hasta 1964, año en que se compro el edificio en calle Urquiza. La Caja de Crédito Paraná, por Ley 21526 se convirtió en Banco, fusionándose con otras cajas de crédito cooperativas de del interior de la provincia de Entre Ríos, a este nuevo banco se lo denomino Banco Institucional Cooperativo Limitado (B.I.C.) , comenzando a operar en 1979.
 La historiadora Ofelia Sors en su obra “ Paraná después del túnel subfluvial” cita sobre la Cooperativa Cotapa lo siguiente: “Considerándose a la lechería como una nueva industria y atendiendo a la importancia de su explotación, el gobierno de Entre Ríos promulgo en 1968 la Ley N· 4685 de promoción de la lechería creando así las condiciones legales para favorecer el desarrollo de la producción tambera y posterior industrialización de la leche”. De esta manera surgió la planta industrializadota de Paraná (CO.TA.PA. Cooperativa Tambera Paraná)
                                                                                                                                        * Tec. Sup. Coop.

7/7/11

Rescate de una entrevista al padre de “Papá árbol”

Entrevista publicada en Isla –años 1, nº 3 de marzo de 1984-, pequeña revista literaria efímera, mecanografiada e impresa en oficio plegada, editada en Concepción del Uruguay por Hugo Alberto Luna.
Roque M. Galotto, docente, escritor de cuentos, teatro y guionista de cine y televisión. Su obra más reconocida es  “Papá árbol”.

Actividad literaria
Mi actividad literaria comienza en Buenos Aires, entre los años 60-61. Comencé a escribir argumentos cinematográficos – a pedido – y luego, cuando retorno a Concepción del Uruguay, Roberto Parodi me dice que esos argumentos (como los llamaba) eran “verdaderos cuentos”. Me entusiasmé cuando oí los elogios de una persona que yo consideraba autorizada y seguí escribiendo cuentos.
Preferencia por la prosa
Prefiero la prosa porque en ella, yo mismo creo, te aclaro, consigo mentirme o engañarme a mí mismo. Las pocas poesías que he escrito no me llegan, en cambio tengo cuentos que, aún después de haberlos leído diez o quince veces, me siguen emocionando. Me pasa lo mismo con mi obra teatral Papá árbol. Hasta el día de hoy, hay pasajes que me ponen un nudo en la garganta.
¿Por qué cree que en general un poeta no es un buen prosista, y viceversa?
Los casos Lugones, tan buen prosista como poeta, a mi modo de ver, son muy raros. Para mí Borges como poeta es extraordinario, en cambio como prosista no pasa de ser un erudito que se jacta de serlo, y hace lo indecible para que se note. No te podría decir por qué pasa, pero pasa!
Publicación de un cuento en una revista de Buenos Aires
Efectivamente, ha editado un cuento mío en la revista Creativos Argentinos que se edita en Buenos Aires. Se trata de “Campoamor hoy”, uno de los cuentos que más quiero. Me alegro porque cuando me pidieron colaboraciones les alargué tres o cuatro y, de todos, eligieron ese; yo hubiera hecho lo mismo. La coincidencia, en estos casos, es gratificante.
¿Cree que nuestros escritores se pueden agrupar en alguna corriente o escuela?
No te olvides que la producción literaria fue muy anterior a la aparición de las escuelas o corrientes o “ismos”. Personalmente, le tengo algo así como una aversión a los encasillamientos o etiquetas. Hace unos años desistí a una mesa redonda que se organizó en Buenos Aires para analizar mi obra teatral “Papá árbol”. Vos no te imaginás todas las cosas que se dijeron! Teatro de la crueldad; alegato social despiadado; Knoch-outismo dijeron algunos snob porque consideraban que mi obra los ponía “fuera de combate”; en fin, para no extenderme, que cuando salí de esa mesa redonda yo me sentía como el japonés, único sobreviviente de la bomba de Hiroshima; ¿sabés el cuento, no? Y yo lo único que pretendí con Papá árbol fue poner sobre aviso a algunos padres de que les puede ocurrir, cuando en épocas cruciales del desarrollo de sus hijos, se desentienden, por desidia o multiocupaciones, de problemas que prioritariamente a ellos les toca resolver. Aparte de esto, si a algún estudioso se le ocurre agrupar a los escritores locales en escuelas o corrientes literarias, tiene todo su derecho, pero a mí me gustaría no figurar en ninguna de ellas.
¿Qué opina acerca del trabajo de los talleres literarios?
Tengo mis reservas respecto a los talleres literarios. Pero no puedo cortar tan a lo grande. Por lo tanto esto merece una explicación. Depende de los objetivos que persiga el taller literario. Si el objetivo es fomentar el gusto por las bellas letras, capacitar para aprehender el mensaje literario a través de expresiones, giros, metáforas no siempre inteligibles; saber discernir entre lo literariamente bello y lo que es literariamente exitoso, dicho de otra manera, entre lo que va a permanecer y lo que fatalmente “va a pasar”, etc. Etc., si se tiene esos objetivos, repito, bienvenidos sean los talleres literarios. Pero si el objetivo es sacar escritores te aseguro que les temo. Simplemente porque, la persona que dirija un taller debe tener, sí o sí, entre otras virtudes, una personalidad definida, contundente. Y se corre el riesgo que de los talleristas salgan adocenados, en serie… que la producción literaria de los discípulos esté teñida toda, del color del mandamás. Y si quien dirige no tiene esa personalidad que señalé, a mi modo de ver, no sirve para estar al frente de un taller literario. He ahí el problema. Las pocas experiencias personales que tengo, de talleres literarios conocidos, me llevan a opinar así. Tal vez otras experiencias me muestren lo contrario y mañana tenga que desdecirme. Por otro lado, hasta ahora no conozco ningún buen escritor que haya salido de talleres literarios. Yo no digo que no los haya; digo que no los conozco.
Sería inminente la puesta en marcha de un taller en nuestra ciudad…
Estimo que es una magnífica idea la de organizar uno en nuestra ciudad. No soy contradictorio. La capital cultural de la provincia no puede estar al margen de las nuevas corrientes. Y esto de los talleres literarios, que es relativamente nuevo, puede dar frutos óptimos, a pesar de las reservas de algunos viejos que ya han pasado el codo de los sesenta.

6/7/11

La independencia y el artiguismo

Por Rubén Bourlot
Seis años después del primer grito de libertad dado en el cabildo de Buenos Aires los pueblos del Río de la Plata se atrevieron a dar el gran paso de anunciar al mundo su independencia.
Fue un largo y accidentado proceso que estuvo salpicado por conflictos internos, intrigas políticas y amenazas de las potencias de entonces.
La idea de la constitución de un nuevo estado independiente estuvo latente desde décadas antes de la Revolución de Mayo pero tomó fuerza a partir de los intentos de ocupación inglesa en 1806 y 1807.
El año 10 fue el momento justo para dar el gran paso pero la mayoría de la Junta de gobierno no pudo o no quiso resolverlo. A los más impulsivos, como Mariano Moreno y su grupo, los enviaron a realizar misiones alejadas de los lugares de decisión.
Tres años antes, ante la convocatoria de la Asamblea Constituyente, conocida como del año 13, los diputados de los pueblos que respondían a José Artigas tenían la instrucción de pedir “la declaración de la independencia absoluta de estas colonias, que ellas están absueltas de toda obligación de fidelidad a la corona de España y de la familia de los Borbones y que toda conexión política entre ellas y el Estado de la España es y debe ser totalmente disuelta”, pero no pudieron participar del cónclave por cuestiones formales o excusas que interpusieron en Buenos Aires para no avanzar en la declaración de la independencia como se solicitaba.
En junio de 1815 en el Congreso de Oriente o de Concepción del Uruguay, convocado por Artigas, se trató el tema de la independencia como una de las prioridades en el diálogo pendiente entre los representantes de las provincias del Litoral y las autoridades de Buenos Aires.
Pero recién en julio de 1816 los diputados de medio país, ya que las provincias de la Liga de Artigas no concurrieron, resolvieron declarar la independencia. Es verdad que el Congreso no fue convocado con ese objeto sino para decidir acerca de la forma de gobierno. Pero era un contrasentido discutir cómo se iba a gobernar un país si primero no se constituía en un estado independiente.
Así lo hizo saber San Martín desde Mendoza: “¡Hasta cuando esperaremos declarar nuestra Independencia! No le parece a Usted una cosa bien ridícula, acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional y por último hacer la guerra al soberano de quién en el día se cree dependemos. ¿Qué nos falta más que decirlo? … Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos...
“Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas”.
El 9 de julio, al fin, se declaró con toda solemnidad que  las "Provincias Unidas en Sudamérica" eran “una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli”. Días después, luego de varios cabildeos, se completó la fórmula con el agregado "...y de toda otra dominación extranjera".

29/6/11

El Congreso del Arroyo de la China

Por Rubén Bourlot
Este 29 de junio se recuerda la convocatoria del Congreso de Oriente, de los Pueblos Libres o del Arroyo de la China (actual Concepción del Uruguay) convocado por José Artigas en su carácter de Protector de la Liga de Pueblos Libres del Río de la Plata.
Entre los asuntos discutidos en el encuentro estaban las condiciones para llegar a un pacto con Buenos Aires para convocar a un Congreso Constituyente en donde, sin dudas, estaría presente la declaración de la independencia, postergada desde 1813. El potencial es porque las actas del congreso no fueron encontradas y sólo se conocen los pormenores por menciones indirectas.
Para algunos autores no hay dudas que el 29 de junio de 1815 hubo una declaratoria de independencia de España y de todo otra potencia extranjera. Para otros no se trató la declaración de independencia pues no era ese el objeto del congreso.
Al cónclave asistieron representantes de los pueblos que integraban la Liga como Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Corrientes y los pueblos indios de la Misiones a los que se recomendaba, por intermedio de Andrés Guacurarí (Andresito), “que mande cada pueblo su diputado indio al Arroyo de la China. Usted dejará a los pueblos en plena libertad para elegirlos a su satisfacción, pero cuidando que sean hombres de bien y de alguna capacidad para resolver lo conveniente.” (…)”
No obstante la idea de marchar por los caminos de la independencia, frente a la actitud dubitativa y timorata de los personeros del centralismo porteños, habría sobrevolado en ese digno encuentro. Artigas, en el Congreso de Tres Cruces, había instruido los diputados a la Asamblea Constituyente de 1813 para que se solicite “la declaración de la independencia absoluta de estas colonias, que ellas están absueltas de toda obligación de fidelidad a la corona de España y de la familia de los Borbones y que toda conexión política entre ellas y el Estado de la España es y debe ser totalmente disuelta”

21/6/11

Día Internacional de la Cooperación. Una propuesta argentina

Por Ricardo César Bazán*
El primer sábado de julio (desde 1923) se celebra en todo el mundo el día internacional de la cooperación. La conmemoración de este día inicialmente surge en la Republica Argentina, en el 1º Congreso de la cooperación llevado a cabo en la ciudad de Buenos Aires bajo los auspicios del Museo Social Argentino de la Capital Federal, dicho evento tuvo lugar en el salón Augusteo (12 a 17 de Octubre de 1919), la iniciativa es del cooperativista argentino Don Domingo Borea.

La comisión organizadora de dicho congreso estaba integrada por:
Dr. Eleodoro Lobos, presidente (mas tarde el Dr. Juan José Díaz Arana); Dr. Emilio Lahitte, vicepresidente; Dr. Domingo Bórea, secretario; Dr. Eduardo Crespo, tesorero; Ing. Tomás Amadeo, Dr. Jorge Lavalle Cobo, Dr. Alfredo Palacios, Dr. Felipe Senillosa, Dr. Enrique Uriburu, como vocales.
El congreso tenia por objeto el estudio de: 1) Legislación sobre cooperativas, 2) La cooperación y la producción, 3) La cooperación y el consumo, 4) La cooperación y el crédito, 5) La cooperación y el seguro, 6)Cooperativas agrícolas, 7) Sindicatos profesionales.
Adhirieron al mismo: 79 cooperativas de todo el país, que fueron representadas por 104 delegados; 53 instituciones y reparticiones públicas, por 69 delegados, y hubo 111 adhesiones particulares.
La sesión inaugural del Congreso tuvo lugar el domingo 12 de octubre a las 10 horas, abrió el acto el presidente Museo Social Argentino, doctor Enrique Ruiz Guiñazu, y el presidente de la Comisión Organizadora del Congreso, Dr. Juan José Díaz Arana.
La resolución de dicho Congreso decía: “El Congreso de la cooperación considerando que la obra de los probos pionners de Rochdale representa el principio práctico y concreto de las aplicaciones de la doctrina cooperativista, indica a la Alianza Cooperativa Internacional y a las confederaciones de Cooperativas del Orbe, la conveniencia de resolver que se fije el 21 de diciembre (aniversario del comienzo de las operaciones de la Sociedad de Rochdale) para celebrar anualmente, en el universo, la Fiesta de la Cooperación”.
José Agustín Cáceres cita en el Manual sobre Cooperativismo Escolar del año 1961 que: “La Alianza Cooperativa Internacional con sede en Londres hizo suyo el voto del Congreso, pero cambió la fecha y el nombre de la celebración. En vez del 21 de Diciembre adoptó el primer sábado del mes de julio; y en vez de fiesta de la cooperación, lo llamó día de la cooperación. Con ello no altero su espíritu y su honda significación”. 
Es importante destacar que al congreso de la cooperación realizado en Buenos Aires participo una delegación de Fondo Comunal de Villa Domínguez (Entre Ríos), la misma estaba constituida por M. Kipen, M. Sajaroff e Y. Kaplan, en los debates se destacaron los delegados de Fondo Comunal M. Kipen y M. Sajaroff, al delegado Kipen le cupo el honor de ser uno de los presidentes de dicho congreso.
En el año 1934 se instituye el “día de la cooperación de la provincia” (Entre Ríos),consta en la Memoria del Ministerio de Hacienda, Justicia E Y. Publica (Pcia. de Entre Ríos) presentada a las Honorables Cámaras Legislativas por el Ministro Dr. Bernardino C. Horne, lleva por fecha el 1 de Junio de 1934, y en sus considerandos expresa: “Que es necesario difundir la idea cooperativista ya que con ella, a la vez que se coordina la vida de los hombres, se da solución a diversos problemas del individuo aisladamente no puede resolver, especialmente los que se vinculan a la producción, como el de la comercialización de los productos y el de las industrias propias.
Que convencido de ello el P.E. viene desarrollando una acción intensa para aumentar las cooperativas y fortificar las existentes, por medio del control y la orientación.
Que de la misma manera ha propiciado la reorganización de la “Federación de Cooperativas de Entre Ríos” que termina de constituirse y se ha incorporado a los programas de todas las escuelas de la Provincia la enseñanza del cooperativismo.
Que por recomendación de la “Alianza Cooperativa Internacional” el primer sábado del mes de julio, es la fiesta de la cooperación, consagrada universalmente para demostrar “la solidaridad de los cooperadores y la eficacia de su organización como medio de emancipación económica y garantía de fax universal” Manifiesto de la Alianza 1923.
Que concorde con esas ideas, para difusión de las mismas y en adhesión a la fiesta de los cooperadores, EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA ACUERDA Y RESUELVE: 1º.- Declárase feriado y “día de la Cooperación” en la Provincia de Entre Ríos, el primer sábado del mes de julio de cada año a contar desde el corriente.
2º.- En las escuelas dependientes del Poder Ejecutivo se darán conferencias sobre cooperativismo en ese día y se solicitará la adopción de igual medida para las que dependen del H. Consejo de Educación”.
ETCHEVEHERE
B. C. Horne.
La provincia de Entre Ríos en el año 1950 (11 de Octubre)sanciona con fuerza de ley la Enseñanza del Cooperativismo Ley Nº 3662 (Decreto Nº 3711 M. E., Exp. 15-4-1675-Nº 9923) en la que implementa la enseñanza obligatoria del cooperativismo en todos los establecimientos educacionales de la provincia en su art. 1º e instituye el segundo domingo mes de septiembre de cada año como “día de la Cooperación” y la doctrina cooperativista, en el art. 14 decía : Institúyese con carácter permanente el Premio “Cooperativismo Escolar”, el que consistirá en un subsidio único que anualmente fijará el Poder Ejecutivo, para ser otorgado el “día de la Cooperación” a la “Cooperativa Escolar de Consumo” que de acuerdo al informe de la Comisión Central, se haya destacado por su organización, eficiencia y el empeño de sus integrantes, en esos años era gobernador de la provincia de Entre Ríos Don Ramón A. Albariño y presidente de la Republica Argentina Don Juan Domingo Perón.
En el año 1951 la Alianza Cooperativa Internacional traslada la celebración del día de la cooperación al segundo domingo de Septiembre, mas posteriormente se realizo un plebiscito entre las organizaciones centrales de todos los países y se restableció a partir del año 1953, como fecha celebratoria y definitiva, el primer sábado de julio de cada año.
 *Tec. Sup. en Cooperativismo

9/6/11

Secundario para jóvenes y adultos: datos de una consulta

Por Rubén Bourlot
En los últimos años hay un aparente incremento de jóvenes y adultos que cursan el secundario para adultos, generalmente en horarios nocturnos. Esta afirmación se deduce de la creación de numerosos nuevos establecimientos en la provincia de Entre Ríos. Otro fenómeno detectado es la baja en la edad de los cursantes. Hace unos 20 años la matrícula se componía de personas mayores a 30 años, en tanto en la actualidad hay una notable participación de jóvenes de entre 16 a 20 años. Hasta la nueva ley de educación provincial se permitía el ingreso con 18 años. Luego de la aprobación de la nueva norma, el ingreso es a partir de los 16.
Sin dudas, el incremento de jóvenes de corta edad, menos de 20 años, indica una crisis profunda del sistema educativo con altos índices de repitencia. Nadie puede sostener la conveniencia de que jóvenes de 16 años asistan a la escuela en horarios nocturnos con los riesgos que implica, ya que estos establecimientos fueron establecidos en su momento para permitir la asistencia de gente mayor que trabajaban en el horario diurno.
De una pequeña muestra realizada entre alumnos del primer y segundo año de una escuela secundaria para jóvenes y adultos de Paraná surgen algunos datos significativos.
El 75 por ciento de los encuestados pertenecen al grupo de edad que va de los 16 a 20 años y sólo el 10 por ciento comprende las edades de 39 a 50 años.
Del grupo de 16 a 20 años el 40 por ciento manifestó que trabaja y el 7 por ciento tiene hijos.
Consultados acerca de los motivos por los cuales ingresaron al secundario nocturno el 64 por ciento lo hizo por repitencia, el 38 por ciento debido a que dejó el secundario porque tuvo que trabajar, y el 7 por ciento lo abandonó por embarazo.
Consultados por las motivaciones que tuvieron para reiniciar el secundario el 55 por ciento manifestó que quería seguir una carrera posterior, el 48 por ciento para conseguir trabajo, el 38 por ciento porque era un desafío personal y el 20 por ciento porque le piden el título en su trabajo e igual porcentaje para distraerse y relacionarse. Para ayudar a sus hijos o para cobrar un plan social (asignación por hijo, etc.) lo hace un 14 por ciento de los encuestados y un 7 por ciento son obligados por los padres.
Finalmente fueron consultados acerca de las carreras futuras que tienen pensado seguir: uno sólo respondió que no piensa seguir carrera alguna, el 27 por ciento no sabe y el resto tiene previsto continuar estudios. Entre las carreras preferidas están: policía, psicología, educación inicial, inglés, abogacía, en ese orden. También aparecen carreras como agronomía, educación física, enfermería, medicina y veterinaria. Con menor preferencia están las carreras de bioinformática, bromatología, comunicación social, ciencias económicas, computación, electricidad y mecánica del automotor, evicerador,  radiología, turismo, entre otras.

16/5/11

Olvidos en línea

Por Rubén Bourlot
Decía José Hernández: "Sepan que olvidar lo malo también es tener memoria”. En este caso son olvidos de cosas significativas y positivas, por lo tanto es desmemoria, nada más.
El Consejo General de Educación de entre Ríos, a través de una Comisión de conmemoración del bicentenario en educación, produjo una publicación en formato revista denominada 200 años de educación entrerriana donde escriben destacados colaboradores y al final agrega una “Línea de tiempo del bicentenario (1810 – 2010)” de aspecto atractivo y didáctico pero que adolece de notables olvidos.
Fragmento de la Línea de tiempo
La línea de tiempo muestra en a vuelo de pájaro un resumen de lo acontecido en dos siglos de la educación en Entre Ríos y un sincronismo con lo sucedido en el orden regional y nacional. Ello obliga a realizar una rigurosa selección de contenidos tratando de reflejar sólo lo más significativo. Y precisamente se olvidaron de consignar acontecimientos muy significativos como la creación de la Escuela Normal de Paraná en 1871, primera en el país. Sí nombran la fundación de la Escuela Normal de Concepción del Uruguay que se produjo dos años después y señalan, con una confusa redacción, que  “Sara Eccleston funda la Escuela Normal de Paraná el curso de Profesorado en Kindergarden” (sic). También olvidaron que en 1904 se creó la Escuela Normal de Maestros Rurales Juan Bautista Alberdi, la primera de América Latina. Omitieron, por otra parte, que en 1828 el padre Francisco de Paula Castañeda fundó una escuela de niños en Paraná.
En el periodo que corresponde a las gobernaciones de Pascual Echagüe (1832- 1841) señalan el un dudoso “comienzo de la organización de la Enseñanza Superior” en la provincia.
Esta serie de desaguisados surge de una rápida lectura de un instrumento, que bien hecho, sería de valiosa utilidad para docentes y alumnos de las escuelas entrerrianas. Pero así no sirve.

14/5/11

La iglesia de las cinco esquinas y una vivencia

Por Rubén Bourlot
En Paraná la imagen del templo de la Primera Iglesia Evangélica Bautista recibe al viajero que ingresa a la ciudad por calle Almafuerte. La congregación, radicada en 1920,  es una de las tantas que salpican el territorio entrerriano, producto de las múltiples corrientes inmigratorias. Los distintos grupos arribaron a la provincia trayendo su bagaje de costumbres, tradiciones y creencias religiosas.
El templo en construcción a mediados del siglo XX
Hace unos días se comunicó con La Solapa Marha Baskin, residente en Florida, Estados Unidos, pero que vivió su infancia en Paraná. Vino con su padre,  Fay Askew Baskin, que era misionero de la congregación. Martha testimonia su paso por estas tierras: “En enero del 1944 lo trasladaron a mi papá a Paraná y vivimos en el barrio Gazzano (…) En Julio de 1956, repentinamente nos volvimos a los EEUU.  Yo estaba en el segundo año del secundario.  Mientras vivimos en Paraná, casi todo el tiempo éramos los únicos norteamericanos”.
El padre de Martha fue quien impulsó la construcción del templo de la iglesia hacia 1954. “Mi papá construyó ese edificio – cuenta- en el 1954-5.  El edificio es típico de cómo se ven las iglesias aquí (en EE UU)”.
Dentro de las experiencias que vivió Martha en Paraná recuerda el paso de Eva Perón en una de sus visitas de 1950. “Ella volvía al puerto pero en vez de seguir una ruta directa, habían tomado una calles "indirectas".  Nosotros habíamos dejado el auto muy lejos y yo me quejaba de tener que caminar tanto.  Evita pasó a unos 3 metros de mi.  ¡Electrificante! Iba despacio, con las manos alzadas, tal como en las fotos que uno ve de ella. Nunca, pero nunca lo voy a olvidar”. 


11/5/11

La número uno

Por Rubén Bourlot
Durante un medio siglo o más los entrerrianos de los departamentos Uruguay, Colón y alrededores disfrutaron de una gaseosa que se fabricaba en Concepción del Uruguay y  se comercializaba bajo la denominación Número 1. Por esos tiempos en la ciudad se elaboraban bebidas que tuvieron fama en el orden regional y nacional como fueron los aperitivos Lusera y Marcela, entre otras. Después vinieron las compañías multinacionales con sus políticas comerciales monopólicas acompañadas por campañas publicitarias agresivas para imponer marcas y así fueron desapareciendo prestigiosos productos locales.
La Número 1 nació de una embotelladora de soda y distribuidora de cerveza afincada en un barrio de la ciudad que tomó su nombre de unos de los productos distribuidos por la firma: La Quilmes. Hasta hoy perduran las soderías en barrios y pequeños pueblos, que solían anexar el envasado de bebidas gaseosas para ofrecer a la clientela.
La gaseosa, cuentan los que la degustaron, tenía una fórmula en base a naranja que era muy preciada por chicos y grandes, además de su atractivo color ámbar. Los más grandes acostumbraban a mezclarla con algún líquido más espirituoso como cerveza o un toque de ferné.
La firma elaboradora giraba con la razón social La Entrerriana fundada en 1890 por Antonio Bidart. Como lo mencionamos, envasaba soda, distribuía la cerveza Quilmes y elaboraba “refrescos finos y bebidas sanas en general” como lo anuncia un aviso de 1924 cuando estaban al frente de la empresa los sucesores de Bidart.
Hacia 1933 la firma pasó a manos de la Viuda de Suilar y entre sus productos ofrecía “especialidad sidra naranja exquisita y preferida bebida de verano a base de jugo de naranja Nº 1".
El producto mantuvo su vigencia hasta principios de la década de 1970 cuando la firma cerró sus puertas y la gaseosa continuó fabricándose durante unos años en Basavilbaso.
Hoy un grupo de la red social facebook (Para los que qeremos que vuelva la gaseosa nº 1) reúne a quienes recuerdan la gaseosa uruguayense.
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